17 octubre 2011

Réplica a planteamientos del 15-M

Dice José López, en dos de sus recientes artículos, que sin renunciar de sus principios marxistas, la coyuntura actual de nuestro país, en sintonía con la de muchos otros como se ha manifestado en las cerca de mil ciudades de los cinco continentes el pasado 15O, no puede apoyarse en dogmatismos profundamente demonizados en las sociedades occidentales del siglo XXI, como consecuencia del estrepitoso fracaso ocurrido en la URSS, trás 70 años de su puesta en práctica de cuyas consecuencias todos hemos sido testigos de primera mano.
El Sr López, defiende con énfasis los principios adoptados por los indignados, como los más oportunos y efectivos con los que concienciar a las masas para producir el cambio institucional político-económico que requiere la coyuntura actual, como lo demuestra la acogida internacional que han tenido las manifestaciones originadas en nuestro país hace cinco meses, lo que por si mismo constituye una señal inédita en los anales de nuestro país, que se ha caracterizado en nuestro devenir histórico por ser el país más retrógrado de nuestro entorno européo, como lo demuestra el haber sido hurtados de los beneficios de la Ilustración por espacio de casi dos siglos por la institución del caciquismo, que heredado el término de los jefes autóctonos hallados en la colonización sudamericana, tuvo su asiento sistémico en nuestro país donde ha dejado profunda huella persistente hasta nuestros días.
Está llegando el momento, puesto en evidencia por efecto de la globalización, que el mundo se está convirtiendo en el pañuelo como proclama el adagio, iniciado por las multinacionales con el establecimiento de maquilas para fabricar fuera de sus fronteras donde encontraban la mano de obra más barata y mas domesticable, para fabricar sus productos con un plus de beneficios vendiéndolos, en sus países a costa de esclavizar por otros medios a los desgraciados que previamente habían sido colonizados y que tras la Segunda Guerra Mundial tuvieron que ceder a los naturales de las colonias emancipadas. El paso siguiente, ha conducido a las multinacionales ha instalar sus propias factorías, en países de los que podían sacar más sustanciosos beneficios a costa de que al deslocalizar sus fábricas, eliminaban mano de obra de los países donde residían originalmente las fábricas para incrementarla en los países de nueva implantación, sin importarles que el desempleo, constituye una de las mayores lacras sociales para los países como el nuestro, que son víctimas propiciatorias que justifican la indignación de las masas.
El déficit sistémico que tienen los indignados, como reconocen sus propios apologistas, reside en que el cambio radical de las instituciones político-económicas existentes, no es aceptado por los partidos y líderes que manejan ahora el cotarro, como parece que se verá ratificado en las próximas elecciones, en las que el partido que recibe todas las críticas de los indignados, tendrá el refrendo de las urnas según pronostican las encuestas, lo que demuestra también a partir de los sondeos de opinión que los políticos y la economía son las instituciones más rechazadas por los ciudadanos lo que patentiza la esquizofrenia en que está sumida nuestra sociedad, cautiva de una democracia que repugna a sus concernidos.
En medio de una disyuntiva tan contradictoria, como es la de una institucionalización con la que no se está de acuerdo, por la demonización en que han caído las instituciones de la izquierda, parece que se deberían buscar referentes que fueran plausibles con el sentir general de las mayorías que se proclaman en algunas de las manifestaciones, de que los perjudicados de la situación actual somos el 99% contra el 1% de los que disfrutan de todos los privilegios al contar con el poder absoluto que confiere la posición del dinero acumulado por la oligarquía mundial. Si alguna aproximación tuviera lo anterior con la realidad, ¿ en que espantoso ridículo quedaría el concepto democracia.?
No es congruente caer hasta límites tan extremos de pesimismo colectivo los que constituímos mayorías aplastantes entre los que se incluyen tantos universitarios bien preparados y la mayoría de los artífices de la producción real que surge del trabajo, para caer en un nihilismo extremo que no concuerda con los hechos que muestra a la humanidad ilustrada de nuestros días, habiendo alcanzado las mayores cotas de bienestar físico y anímico conocido a lo largo de la historia.
Existen otros referentes que se enfrentan a las prácticas de rapiña y codicia que han puesto en práctica los poderosos mediante: guerras, esclavitud, colonialismo, transmisión hereditaria,..y en esta momento con las finanzas virtuales, que mantienen bajo su férula a gobiernos y pueblos, con la amenaza de la quiebra, que ellos mismos han provocado con los artilugios encomendados al papel moneda que todo lo puede comprar, con sus cifras astronómicas que subsumen a la economía real a un papel secundario, cuando está la evidencia incontrovertible que la tecno-ciencia y el trabajo real productores del bien supremo que consiste en redimir a la humanidad de sus fallas ancestrales, para transformar en pocas décadas desde la dependencia de factores adversos que imponía la naturaleza a la civilización, que erije a los humanos en forjadores de su propio destino con la educación en el frontispicio de todos los logros, el cuidado de la enfermedad, de la provisión de alimentación, del cuidado de los necesitados, de la liberación de la esclavitud física que suponía la economía rural de subsistencia, de la provisión de un puesto de trabajo como dignificación de una vida armoniosa, con un sinfín de protecciones proporcionadas por el gobierno de los mejores tan pronto se alcance la desiderata de la democracia directa en que todos los miembros de cada sociedad estén facultados para elegir a sus mandos superiores desde el encargado hasta el presidente del país, mediante las facilidades que ofrece la informática para resolver con prontitud fiabilidad y garantías para borrar del mapa de las relaciones humanas la burocracia, institucionalizada por los poderosos para resolver los litigios a su favor.
Deberíamos producir la catarsis que anuncian los recientes descubrimientos de las TICs (tecnologías de la información de la comunicación) y la resolución con eficiencia de las manipulaciones que la burocracia introduce para introducir mediante el oscurantismo de unos y la ignorancia de las mayorías para producir las sociedades: duales, polarizadas por intereses bastardos, fomentadas por los poderosos, mediante el escandaloso diferencial económico que permiten los lobbys del dinero para asentar la plutocracia como gobierno universal que no será compatible con la universalización del conocimiento que auguran las nuevas tecnologías.