Heredar privilegios

Como anécdota representativa de un acontecimiento que tiene amplia difusión en España estos días, se trata de la boda de la duquesa de Alba, a la que está dando una desorbitada atención RTE en el programa de famosos que emite la 1ª de TV previo a las noticias de las nueve de la noche, con el que nos sorprende a los que queremos llegar a tiempo a los extractos noticiables del inicio del telediario. Pues bien entre el desfile de famosos con el que nos obsequia la 1ª emisora de la Televisión Española, tan ecuánime e imparcial en la gran mayoría de sus programas, choca enormemente, que la estrella revelación entre los más famosos es la susodicha duquesa de Alba, que nos es mostrada en sus más extravagantes facetas, desde la pretendida dignificación de la alta nobleza, hasta presentarla ataviada con los manidos trajes de baño, sumergida en las aguas de las playas multitudinarias de nuestro país.

Paralelamente a tan peculiar personaje mostrado con tanta asiduidad, en la TV española (quizás con motivo de su tan publicitada boda y/o por los improperios con los que ha obsequiado a sus hijos,) se nos ocurre glosar a dos personajes que han sido por méritos propios o por atributos concedidos por la naturaleza los dos mayores iconos del siglo XX, que pueden tener continuidad en el siglo entrante: nos referimos a Marilyn Monroe y al Che Guevara. La primera por difusiones multitudinarias de sus películas y de prolíficas fotos que han inundado el mundo, mostrando sus encantos físicos tan ampliamente glosados y gozados en su contemplación por el mundo entero, que compiten con ventaja con lo conseguido por los afeites y apaños quirúrgicos, aplicados a la susodicha duquesa, que han dado como resultado combinados con la vejez, que tanto estropea la belleza, configurar un verdadero monstruo de ultratumba, que los diseñadores del cine negro podrían imitar sin tener que recurrir ni a máscaras ni maquillajes,…

El icono del Che Guevara, reúne junto al mérito de una sola fotografía genial, que reúne encantos físicos propios de un joven bien constituido, la expresión enigmática que caracteriza a las personas llamadas a difundir un mensaje profético, afirmadas con la generosidad de haber inmolado su propia vida que es lo máximo que se puede dar, para la defensa de una causa.

Sirva la introducción de los dos iconos, cuya estela divulgada por el marketing publicitario que todo lo inunda y la anti-heroína que nos transmite RTE a los tele-espectadores anticipados del telediario de las 21horas con la figura de la duquesa de Alba, a la que harían un gran favor manteniéndola a resguardo de las cámaras. Presentando a falsos iconos, la publicidad machacona presta un flaco servicio al público, que no comulga con símbolos ya periclitados.
La herencia ha sido una rémora, como se demostró hace más de dos siglos, cuando lo peor de cada casa de Europa emigró a los EU de Norteamérica, donde, por méritos propios no heredados, forjaron la primera potencia mundial con: su heroísmo de frontera, su sacrificio, su trabajo, su inteligencia y la ausencia de prejuicios, contrarios a la ancestral diferencia de clases determinada por la herencia. Actualmente con la aparición de Tea Party, cuya filosofía arcaizante concede mayores atributos al dinero y a sus tenedores, que a la inteligencia gestada en Silycon Walley que constituye uno de los mayores aportes de la humanidad al desarrollo de: la informática, el Internet y los TICs, por los que habrán de discurrir las mayores conquistas materiales y anímicas, a que aspiran las nuevas generaciones, que serán las depositarias de los bienes físicos, de los que en gran medida ya disfrutan los países desarrollados en la actualidad y que a pasos acelerados aplican los países emergentes, con la finalidad de hacer partícipes al ponerlos en práctica, para al resto de zonas pobres del planeta, mediante la meteórica difusión del conocimiento aplicado, de que nos proveen los modernos TICs ( tecnologías de la información y la difusión).

La crisis en la que estamos inmersos, no propicia la emisión de mensajes sugerentes que animen al optimismo en nuestro entorno inmediato neocon, que presenta en este momento síntomas de encontrarse al borde del precipicio, según proclaman a coro multitud de responsables políticos y económicos,… lo que presagia el fin de unas consignas, que tan pronto incitan a un consumo desbocado para mantener la demanda de bienes y servicios, que se tenía como la clave de la prosperidad y el crecimiento económico, como ahora que claman por la austeridad a macha martillo, sin encontrar otra salida que suprimir puestos de trabajo en los servicios que prestan los gobiernos a través del Estado del Bienestar que van destinados a los más necesitados de la sociedad española, lastrada por un paro de más del 40% de la juventud, a la que habría que proporcionar trabajo y los mayores alicientes anímicos para acometer el futuro, que depende en gran medida del optimismo con el que las nuevas generaciones tendrán que acometer los nuevos paradigmas con garantías de éxito.
La cuna de nacimiento no puede determinar en pura lógica elemental, el devenir de los pueblos, confiando su administración a los que tuvieron el privilegio, (sin aportar el menor mérito por su parte,) de haber nacido en el lugar adecuado para seguir monopolizando las ventajas heredadas de sus ancestros. Ello repugna al sentido común en una coyuntura histórica como es la actual, en la que los aportes del conocimiento son cruciales al desarrollo de la vida moderna, que ha pasado en los últimos tiempos, de depender de las fuerzas telúricas espontáneas de la naturaleza, a ser contrarrestadas por el efecto neuronal de la ciencia humana, en la configuración del entorno planetario, en que difícilmente se encuentran aspectos en los que los humanos, no hayan marcado su impronta con su intervención a través del conocimiento mediante el discernimiento científico, para modificarlos en beneficio de sus usuarios los humanos.

La incidencia que ha tenido en la devenir de los pueblos la herencia recibida y la propiedad acumulada de los bienes de fortuna que ha aportado la tecno-ciencia es incontrovertible, al punto que en pocas décadas de avances actuales, se consiguen mayores aportes materiales que en los largos siglos que nos precedieron: Ha dicho un empresario del cobre que en los próximos diez años se consumirá más toneladas de dicho metal, que en todos los tiempos que nos han precedido en la historia de la humanidad. Sirva este ejemplo como botón de muestra que se repite en multitud de casos en los que la acción humana reciente ha hecho aportes inconmensurables.
El conocimiento, es el motor que moverá los nuevos paradigmas, gracias al impulso que imprima la racionalidad a su: difusión, extensión y potenciación de los resultados que se atisban una vez superadas las ineficiencias lastradas por los privilegios heredados para el estatus social de sus beneficiarios, que mediante el artificio del dinero tolerando al neocapitalismo vigente, está llevando al mundo Occidental a dificultades competitivas impuestas por la globalización imparable, de las continuas turbulencias económicas que conducen a la esquizofrenia crónica colectiva de dichas sociedades.

Existen otros procedimientos consistente en hacer tabla rasa de tanto ritornelo a un pasado lastrado por conceptos anacrónicos, tales como que las cadenas de transmisión del poder han sido activadas a través de generaciones por dar continuidad a privilegios heredados, cuando no se ha podido demostrar que los genes sean los portadores del favor del conocimiento, que ni se hereda ni se transmite, sino que se forjan en el seno de privilegiados que cuentan con la agudeza innata de la inteligencia, estimulada por los impulsos de la: voluntad, la constancia, el trabajo,.. y tantos ingredientes que es preciso aportar para alcanzar las altas cotas de excelencia, con las que hay que premiar a los elegidos.