22 agosto 2011

Vaticinios a futuro

Algunos intelectuales clásicos, temen que los modernos TICs y las redes sociales a que dan lugar, conduzcan a una degradación de la función didáctica, pedagógica, formativa,. que ha desarrollado el libro en la formación de las conciencias occidentales desde la implantación de la imprenta en el siglo XVI. Atribuyen este deterioro, a que la elaboración del libro requiere sosiego y meditación profunda además del bagaje cultural necesario, para elaborar propuestas susceptibles de tener aplicación en los tiempos sucesivos, por asimilación de las mismas por la sociedad.
La crítica a los modernos métodos de aprendizaje que facilitan los TICs últimamente, que previsiblemente serán afianzadas mediante los perfeccionamientos dinámicos que tiene lugar en nuestro tiempo, se basan en que las preferencias de nuestros contemporáneos, se orientan a trivializar, banalizar, minimizar,.los comportamientos humanos, en detrimento, de la profundización en los aspectos: sentimentales, anímicos, sensitivos, emotivos,.. que incorporan la faceta más crucial del pensamiento humano. Se basan para ello en las audiencias que concitan los programas basura de las televisiones, los deportes, toda clase de desgracias y calamidades que suceden en cualquier rincón del planeta, que son magnificadas por el márketing publicitario y las películas,… más que los: avances, logros, beneficios,… que consigue la humanidad en sus arrolladores avances cotidianos que no son objeto del interés del gran público, mucho más proclive a interesarse por lo: cómodo, superficial,… que en lo provechoso para la generalidad.
Ciertamente, una sociedad libre puede elegir en función de sus preferencias, siempre que no hubieran factores previos determinantes que condicionen la libertad de los actores que la ejercitan, como son la educación y los hábitos arraigados en las conciencias por comportamientos heredados a través de genes ancestrales que contribuyen a imprimir carácter, como son las religiones que se conservan a través de ritos ancestrales sin que influyan en su práctica las novedades que se alumbran a diario.
Los nuevos instrumentos que tiene una incidencia directa en los comportamientos de la vida física y/o instrumental de los que nos valemos en las actuaciones cotidianas, de las que la generalidad de los beneficiarios no podrían prescindir hoy en día sinngran transtorno, creemos que los avances alcanzados para satisfacción y beneficio de las potencias cruciales de los humanos que son los flujos del pensamiento ilustrado, jamás podrán retractarse de los resultados alcanzados en la difusión del conocimiento proporcionada por los TICs. Una de las armas principales utilizadas por los poderosos para la opresión de los pueblos sometidos a su férula, fue el oscurantismo, mediante el monopolio del conocimiento en sus reductos consentidos, sin que tuvieran fugas fuera de su estricto control. Lo que permiten los TICs es que cualquier acontecimiento de importancia que tenga lugar en cualquier lugar del planeta, así como los múltiples mensajes emitidos por todo aquel que tenga algo interesante que divulgar para ser seleccionado por ingentes audiencias, es divulgado a través del éter para conocimiento de los interesados de forma instantánea.
Es posible que los TICs, como todo en la vida, sean susceptibles de futuros perfeccionamientos tales como, que les permitan dar testimonio veraz de los hechos que aún hoy son ocultados al gran público, como son los abusos cometidos por los corruptos cuyos contubernios con la justicia por intermedio de intereses espurios, se liberan de salir a la luz con el esclarecimiento diáfano que tendrán que acreditar los hechos, cuando los jueces asuman los procedimientos modernos que permitan sustituir los legajos de papeles polvorientos y la aplicación de preceptos sacados de la fronda ancestral, por ordenadores que permitan obtener la constatación de los indicios “on line” en lugar de invertir años en la resolución de litigios, que mantienen a los afectados en esquizofrenia q producida por la indefinición, enfermedad del espíritu cuyas consecuencias difíciles de cuantificar y/o cualificar mantienen a tantos pacientes afectados por dicha enfermedad consentida.
Los frutos de la modernidad producen beneficios inconmensurables en todos los órdenes de la vida de las personas favorecidas por los mismos, dado que el I+D+i que tendrá que tener su traducción, en los hallazgos que consigan los ejecutantes en todas las funciones que desarrollan a diario en sus actuaciones profesionales, para optimizar los resultados de los instrumentos puestos a su disposición para liberar a las personas de cualquier función laboral que produzca: sacrificio, riego, fatiga, aburrimiento,.. El I+D+i debe partir preferentemente de las personas formadas en cada especialidad que ejercitando placenteramente por vocación su cometido para perfeccionar a límites finales desde abajo hacia arriba, en beneficio de las comunidades humanas, que mediante la difusión y adopción de los hallazgos que paulatinamente van surgiendo, para satisfacción de sus inventores, premiados por el reconocimiento social de su entorno y para la promoción de su currículo personal, en sustitución de las patentes que suponen hurtar al beneficio general los hallazgos mantenidos en cajas fuertes, por el interés exclusivo de sus propietarios.
Las sociedades beneficiarias del espíritu solidario, una vez satisfechas las apetencias requeridas para llevar una vida digna, en sustitución del culto rendido: al lucro, la codicia, la ambición,.. que no tienen límites, la humanidad estará obligada por imperativo de racionalidad, proporcionar a los humanos además de los beneficios físicos que dan las comodidades materiales, los beneficios que proporcionan: la concordia, la armonía relacional, la empatía, el reconocimiento a las aportaciones de los mejores al acervo común, recompensado con el lustre que da al prestigio el reconocimiento mediante el encumbramiento a los cargos de responsabilidad mediante el ejercicio de la democracia directa a través del deliberacionismo y el convencimiento de que las mayorías estipuladas por los estatutos de cada jurisdicción laboral, (atribuyendo esta título a todas las actividades humanas) para elegir a sus mandos desde el contramaestre al presidente del gobierno, para dar el genuino sentido a la actuación democrática que es su función directa y oportuna para resolver la problemática que se presenta en cada circunstancia y momento.
A veces se da como artículo de fe, que lo consolidado en el tiempo toma carta de naturaleza y no admite el borrón y cuenta nueva, cuando el concepto de revolución entraña las transformaciones más radicales entre el antes y el después de las condiciones que determinaron su implantación. La condición humana caracterizada por sus esencias innovadoras, cuya afirmación práctica es ell progreso, como frontispicio de la transformación de cuanto depende del determinismo humano especialmente en los últimos estadios históricos, en los que lo viejo contiene el lastre ralentizador que hay que poner al día, según marcan las pautas de los nuevos tiempos. De lo viejo se conocen los efectos que produce, lo nuevo se experimenta, si conviene se adopta abandonando lo anterior.
La democracia clásica establecida en la mayoría de los países, adolece del defecto capital de tener dos partidos mayoritarios que defienden intereses contrapuestos, producto de la rémora que supone la existencia de clases económicas en las que lo que beneficia a una perjudica a la otra, determinando una rivalidad estructural insuperable a imagen de las competiciones deportivas y otras actividades lúdicas que las hacen incompatibles con la solidaridad, que preconiza el bien general. La rivalidad y la polarización determinada por intereses contrapuestos obedece a la acción telurico-elemental de la ley de la selva, en que la existencia de unos elementos subsisten gracias a la eliminación de otros. La inteligencia humana ha transtocado dichos presupuestos, tendiendo a ponerlos todos al servicio de su especie, para lo que ha inventado el perfeccionamiento colectivo, cuya finalidad consiste en alcanzar el bien de las comunidades por la solidaridad humana servida por los inconmensurables medios proporcionados por la tecno-ciencia.