09 octubre 2016

El último cambio estructural

El sociólogo Jeremy Rifkin, después de cuarenta años de bucear en el devenir sobre del futuro de la humanidad, en su libro titulado: “La sociedad de coste marginal cero,” especula con la posibilidad de que a mediados del presente siglo XXI, se podría alcanzar la utopía de que los habitantes del planeta Tierra disfruten de una vida digna, con los aportes que las nuevas tecnologías son susceptibles de incorporar al acerbo común, mediante una racional distribución de los recursos que se van a generar.

El devenir de la humanidad que nos ha precedido en las distintas etapas de su devenir histórico, se ha caracterizado por la escasez de recursos que generaba el músculo en ayuda de cuando aportaba la propia naturaleza por generación espontánea: vegetal, animal,.. de que se han venido nutriendo las personas, previo al cambio estructural que supuso la Ilustración de hace dos siglos, que en el mundo civilizado supuso la transferencia de la facultad productiva de bienes y servicios desde el músculo a la energía, por medio del conocimiento humano.

En los dos siglos transcurridos desde que se produjo el cambio estructural de la Ilustración se han alcanzado resultados tanto o más importantes que la propia Ilustración, mediante una distribución más equitativa de los recursos generados según la hipótesis de Jeremy Ryfkin, consistente en que el conocimiento y la energía en breve plazo devendrán gratuitos, lo que permitirá suprimir la mayor lacra en la que ha incurrido la humanidad en el transcurso de toda la historia: la codicia ejercitada por los privilegiados.

La codicia sentimiento arraigado en lo más profundo de la condición humana, consistente en que siempre queremos más, en los tiempos de escasez crónica de recursos, los poderosos dispusieron para ellos y sus allegados de bienes existentes, haciendo de los mismos la ostentación más insultante, sometiendo a las masas desposeídas a una esclavitud rayana con la animalidad a través de las guerras con la materia prima de la vida de sus esclavos para gloria de sus ambiciones territoriales. La promesa a sus víctimas de la felicidad después de muertos, fue la coartad a través del recurso a las religiones, para que los poderosos dieran curso a sus ambiciones.

Las consecuencias de la codicia, a la que se sigue atribuyendo el incentivo que más mueve a las personas para impulsar los hilos de la economía, a través de lobbies que han alcanzado en los últimos tiempos, disponer del mayor volumen de capital económico en las manos del 1% de la población mundial, a la que se le confiere el recurso por antonomasia para la gobernanza de los pueblos del mundo actual globalizado por el capitalismo. Este hecho contradice la virtualidad de la democracia representativa, puesta en práctica en los centros políticos, en los que se proclama que el gobierno de los pueblos se asigna a la voluntad de cada uno de los votantes por medio de cada persona un voto, lo que permite que el gobierno real en el mundo capitalista actual, lo ejercitan los grandes lobbies ubicados en Wall Street y la City en lugar de la voluntad de los pueblos.

El autor del libro citado más arriba: Jeremy Rifkin, asegura que tiene los mayores contactos para desarrollar su teoría del “coste marginal cero” en países como Alemania y China, que parecen los más interesados a poner en práctica dichas teorías, a la vista que en dichos países se están experimentando bajadas drásticas en los precios de las redes informáticas y en la instalación de paneles solares y aéreo generadores que una vez amortizados no pasan factura, como las primeras muestras de alcanzar la gratuidad de los costes marginales de las producciones.

Otros beneficios como la universalización del conocimiento de todo lo acontecido en el mundo, filtrado por las mayores autoridades en cada materia a través de Wikipedia… a los que se puede acceder en todo momento, haciendo inútil el esfuerzo de los antiguos en la retención de datos a través de la memorística, puesto que todos los conocimientos precedentes de la historia están a disposición de los usuarios. La logística del transporte para la distribución de todos los ítems necesarios a las personas es susceptible de ser obtenido a través de las máquinas y los robots. Teóricamente no existen límites al desarrollo tecnológico, visto lo conseguido desde que las potencias neuronales han sustituido al músculo en poco más de dos siglos transcurridos desde la IIustración.