10 noviembre 2011

Premonición de Bertrand Russell

De todos es conocida la huella dejada por Bertrand Russell, en la multitud de sus intervenciones en los más variados temas: matemáticos, filosóficos, políticos, sociales, …que desarrolló a lo largo de su prolongada existencia, murió en 1970 a los 98 años de edad, interviniendo en temas de alcance internacional hasta el final de sus días creando el Tribunal Russell, que tanta transcendencia tuvo en la denuncia del: apartheit sudafricano, de la guerra del Vietnam, de las dictaduras sudamericanas, de la actual Palestina,… sobre la que aún hoy se celebran cesiones. Queremos traer a colación, una frase premonitoria que tan eximio autor, emitió con ocasión de la gran depresión de 1929 que decía:“Es evidente, que en un mundo donde haya ocio y seguridad económica para todos, la felicidad de todos sería mayor que la de un 99% de los actuales habitantes del mundo. ¿Por qué entonces, no se combina el 99% para superar la resistencia del 1% restante?”

La coincidencia entre lo proclamado por aquel gran prohombre del pensamiento, hace cerca de un siglo, con una de las múltiples consignas que enarbolan los indignados del 15M, puede dar idea de que intuiciones concebidas en las mentes de grandes pensadores , no son tanto el producto de coyunturas históricas, que parecen alejadas por haber transcurrido casi un siglo que media entre ambas fechas, en que la población mundial se ha multiplicado por cuatro y que los medios de creación de riqueza que nos podrían hacer acreedores al disfrute del ocio, la seguridad y tantas otros logros alcanzados, mientras que el dominio de los poderosos sobre los sometidos se mantiene en las mismas proporciones por el influjo del dinero, que hoy como ayer todo lo sigue condicionando.

La premonición original expuesta por un observador universal de los acontecimientos sociales que tuvieron lugar en un período tan remoto, en el que, los que tenemos recuerdo de haber vivido el estado en el que se encontraba nuestro país por aquellas fechas, que lo podríamos comparar al de los pueblos africanos que empiezan a salir ahora del subdesarrollo, con la ventaja, que estos últimos están informados por los medios modernos de comunicación de cuanto sucede al exterior del lugar donde residen, mientras que en la España de los años veinte, el medio rural que a la sazón era mayoritario, se encontraba arraigado en el terruño, a imitación de las plantas de las que dependía para subsistir.

Ha sido tal la evolución experimentada en los comportamientos humanos en el transcurso del último siglo, consecuencia de los avances de la tecno-ciencia en los items que inciden en la vida de las personas, que parece inasumible para el sentido común, que entre tantos beneficios físicos y anímicos alcanzados, no se haya sido capaz de procurar: ocio y seguridad, entre otros muchos logros para el 99% de las personas, por la oposición presentada por el restante 1% que impide el disfrute de tan loables fines y beneficios para mayorías tan apabullantes en un contexto que se pretende calificar de democrático, en el que se establece en las constituciones de los países denominadas pomposamente carta magna, que son las que van a regir los comportamientos de los pueblos por el ejercicio de una persona un voto. No se puede concebir mayor sarcasmo a que hacen referencia aquella premonición de Bertrand Russell de hace casi un siglo, y una reciente proclama de los indignados del 15M, que expresa, que el 1% de los ricos del mundo, somete a sus dictados a los restantes 99% de personas que pueblan el planeta.

Lo anteriormente expuesto que parece una caricatura sarcástica y absurda, excluida de toda comprensión racional, sigue estando en el discurso de nuestro tiempo, donde el azote del dinero sobre las sociedades actuales, sigue siendo tan agobiante para los países sometidos a su férula, que se superpone a gobiernos y a gobernados como está sucediendo en la Unión Europea, con los países rescatados y los que están en riesgo de serlo, donde el caso de las leyes dictadas en nuestro país por el gobierno Zapatero en mayo de 2010, directamente lesivas para los ideales proclamados por el PSOE, supuestamente el partido de los trabajadores, de la opresión que ejerce el capital sobre ellos. El gobierno se ha visto forzado a aplicarlas por imposición de la Unión Europea, so pena de que España cayese en el trance nacional en que está sometida Grecia, por efecto de su rescate, que supone la mayor humillación nacional a que puede llegar un país y sus habitantes.

Acabo de leer la biografía de Bertrand Russell en Google, donde se apunta que fue uno de los primeros, sino el primer intelectual del siglo XX, que escribió una media de 3000 palabras cada día de su vida, a partir de su pubertad, interviniendo en cantidad de disciplinas desarrolladas en el mundo en un período tan prolijo en creaciones intelectuales de todo tipo, partiendo de las matemáticas que absorbieron su dedicación durante gran parte de su juventud, que seguramente constituyen la ciencia básica por antonomasia, para la formación de espíritus discursivos que desembocan en las ciencias eminentemente empíricas, para pasar: a la filosofía, sociología, política,.. con aplicaciones prácticas como el Tribunal Russell de ámbito universal, aún vigente en nuestros días en que se interesa por el pueblo palestino.

Aquella premonición emitida por un personaje paradigmático, hace casi un siglo, en el transcurso del cual, han sido reconsiderados tantos: prejuicios, ideas, prácticas,.. periclitados, por intensas investigaciones sociológicas llevadas a término por pensadores insignes en el verdadero siglo de las luces que ha sido el siglo XX, en los apartados del pensamiento político-social en sociedades evolucionadas, asi como también, la ingente la cantidad de instrumentos que la tecno-ciencia ha incorporado a la vida cotidiana de miles de millones de personas beneficiarias del boom industrial-utilitario de tantos ítems que han transformado de forma crucial los comportamientos de las comunidades que se han adaptado a su uso con celeridad inusitada: desde el uso del automóvil. al confort de las viviendas modernas, y recientemente con la incorporación del Internet y el teléfono móvil, útiles que proporcionan información y comunicación instantánea de cuanto sucede en cualquier rincón del planeta.

El otro orden de cosas, el que conforma el acomodo intelectual y anímico de las relaciones entre las personas y muy especialmente en el apartado que determina la función que cada uno está destinado a cumplir en sociedad, no ha experimentado apenas avances significativos, que se aproximen a los alcanzados en el orden material en el que la obtención de las cosas demandadas por el mercado se satisfacen con creces para los que disponen de los medios para adquirirlas al punto de desbordarse con la tendencia al despilfarro, que junto a superpoblación, llevarían a la destrucción del equilibrio ecológico de consecuencias imprevisibles.
La implementación de un paradigma que restituya la administración de los bienes existentes, a los habitantes de los pueblos que los contienen, mediante la selección de los mejores agentes para realizar tal cometido, contando con el asentimiento de mayorías cualificadas para su selección, con medios modernos que ofrezcan absolutas garantía de ecuanimidad, que podría alcanzarse con el instrumental de cómputo y cualificación que permite la informática en sustitución de la burocracia clásica que solo ha contribuido a embrollar los asuntos que le han sido encomendados.
Los mejores regidores para dirigir los complejos temas que incorpora la modernidad, procederán de los centros de formación, nutriendo el currículo personal con la incorporación de las notas asignadas con absoluta imparcialidad, que serán complementadas amplificadas y/o rebajadas, en la vida laboral en la que cada uno ejerza sus funciones profesionales, donde será promocionado por sus compañeros de trabajo mediante elecciones directas para nombrar las distintas jerarquías de abajo hacia arriba, hasta las más altas instancias, sin que exista ningún otro condicionante que no sea la eficiencia en los resultados, contando con el asentimiento mayoritario de sus colegas.