CIUDADES A LA MEDIDA DEL HOMBRE : URBANISMO Y LOGÍSTICA
Mis hijos, que son partícipes de mis inquietudes, debido a que, durante el tiempo que estuvieron en el hogar familiar, sostuvimos animadas tertulias en las que se debatían toda clase de temas, en especial sobre política. Ha sido uno de mis hijos quien me ha puesto la etiqueta de "A sueldo de Pekín", con la me identifico por dos poderosas razones que tienen raigambre milenaria. La primera razón fue según mis informaciones, que El Imperio Central, nombre que se daba a la China, (contemporánea de la Grecia Clásica del siglo segundo antes de nuestra era), que fue la cuna de los grandes inventos de la antigüedad: papel, imprenta, brújula, pólvora, la vela para impulsar grandes barcos, las pastas alimenticias, el carbón mineral que les permitió la fusión de los metales: bronce, hierro, incluso cromo, (que se ha encontrado en las pinturas de los guerreros de Xian), la porcelana, la seda y un largo etc., de difícil determinación. La segunda razón, fue la construcción de la Gran Muralla, con la que evitaron tener que guerrear con sus vecinos mongoles y manchues, que trataban de apropiarse de los hallazgos chinos como botín de guerra,
Las dos grandes obsesiones de mi vida, han sido: la aversión a las guerras y a todo tipo de violencia y mi admiración reverencial por los logros de la creación humana que se constituyen en mi verdadera y única religión. Dos anécdotas biográficas, definen mis inclinaciones: Con ocho años de edad el matón de mi pueblo me amenazó con partirme la cara, me salvé por piernas, el resto de mi vida, he conseguido librarme de que nadie me zurrara. Conceptúo a la violencia como la energía de los irracionales, cuya manifestación suprema es la guerra.
Ya mayor, con diez y ocho años, me fui a Barcelona para buscar mejores oportunidades, de las que había en el pueblo, las encontré, aprendiendo delineación. Me contrató una multinacional francesa para participar en el proyecto y construcción de una fábrica de nueva planta, en Sant Adriá (Barcelona), terminado dicho trabajo, me destinaron a Madrid poniéndome al frente de una oficina de ingeniería, donde he prestado mis servicios desde finales de los cincuenta, hasta mi jubilación veinticinco años después. En los tiempos del despegue industrial de España, en nuestra oficina, tomamos parte en los proyectos de una docena de fábricas de nueva planta, y ampliaciones de otras, lo que me permitió ver de cerca el desarrollo de realizaciones prácticas, en las que interviene la tecnología, que motivó mi orgullo profesional.
Hoy que por medio de la difusión de las elaboraciones mentales que permite Internet, para expresar todo tipo de percepciones y sensaciones anímicas, donde pueden tener cabida las más desbordadas fantasías, encuentro el cauce idóneo para desarrollar mis sueños de futuro basados en la tecno-ciencia, observando tendencias que comportan racionalidad.
Una de mis premoniciones más recurrentes es el urbanismo, que a la vista de la extensión que están alcanzando las grandes urbes del tercer mundo, los sufridos habitantes de dichas megalópolis tras haber abandonado masivamente sus aldeas, informados que en las ciudades se tienen mayores oportunidades, se ven obligados a emplear la mayor parte de su tiempo, en los atestados y martirizantes medios de transporte para desplazarse desde sus 'bidonvilles' donde residen, hasta el lugar de sus actividades, perdiendo en ello la mayor parte de su tiempo.
Las macrourbes tercermundistas están formadas en su mayor parte por chabolas desprovistas de las mínimas condiciones de habitabilidad, con respecto a los estándares modernos, lo que podría suponer una ventaja para el supuesto que dichos países se pudieran incorporar al progreso en el futuro. El modelo a imitar, podría ser el fenómeno que en la actualidad tiene lugar en China, donde los barrios antiguos de las grandes ciudades, formados de pequeñas chozas de bambú, son limpiados a golpe de bulldozer, para ser sustituidos por rascacielos de viviendas, provistos de las condiciones de habitabilidad requeridas para una vida digna, con la ventaja de liberar grande superficies en planta con la ocupación en altura. Tal modalidad permite desarrollar un tipo de urbanismo racional acorde con los imperativos de futuro que son:
1º) Desarrollar una logística urbana, consistente en disponer de una red de transporte colectivo subterráneo, que sirva a la malla de la ciudad con desplazamientos mínimos para sus usuarios, que permita aprovisionar a pié de viviendas, de toda clase de clase de artículos que puedan necesitar sin interferir en superficie; evitando los atascos.
2º) Que los centros neurálgicos de la ciudad: de distribución de toda clase de mercancías, establecimientos sanitarios, educativos, culturales, deportivos, recreativos, asistenciales, etc..sean fácilmente accesibles por los usuarios en tiempos mínimos.
3º) Reducir a mínimos racionales la extensión de las ciudades, abandonando la tendencia a la expansión ilimitada en forma de mancha de aceite que condiciona a sus moradores a la servidumbre del automóvil con su secuela de gastos suplementarios que comportan: las infraestructuras viarias, el consumo de energía para los desplazamientos, la extensión de las conducciones para los suministros: de electricidad, agua, gas, alcantarillado, limpieza , retiro de desperdicios etc..que para una economía de optimización de recursos, supone un despilfarro.
4º) Las grades ciudades clásicas, tipo: Paris, Roma, Nueva York, etc., tendrán más difícil su adaptación a la racionalización urbanística por la imposibilidad de alterar su morfología, sin hacer tabla rasa de lo existente, que habrá que conservar por sus valores artísticos.
5º) Los conglomerados urbanos de las grandes urbes del futuro, dispondrán de la autonomía administrativa de primer escalón por su proximidad a sus residentes, para la resolución urgente de sus problemas. Además, para los que lo han experimentado aseguran, que desde las alturas de los rascacielos se puede disfrutar de sol, aire puro, vistas panorámicas, silencio, amen de todas las comodidades que proporcionan las modernas construcciones habitacionales.
6º) Las viviendas, contarán a proximidad con los servicios de uso inmediato, entornos ajardinados provistos de toda la gama de mobiliario urbano colectivo, concebido por artistas que proporcionan: goce, bienestar y confort a los espíritus, al que tendrán acceso las futuras generaciones. Basta contemplar la evolución medida en progresión geométrica de los avances que ha aportado el progreso según muestran todos los índices, desde los inicios de la era tecnológica hasta nuestros días, para atisbar lo que les espera a nuestros nietos.
7º) El bienestar físico, es requisito importantísimo para la búsqueda de la felicidad humana, la que siendo una desiderata fundamental, cantada por los poetas, no se le asignan los medios hoy puestos a disposición por la tecno-ciencia, para gozar de los atributos físicos: salud, reposo, nutrición, cobertura de los elementos adversos, etc.., y de los anímicos: educación, cultura, conocimientos, vida de relación, información y el abanico inabarcable de ventajas de todo tipo que proporciona el progreso.
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