Efectos producidos por la austeridad

La austeridad, tiene distintos efectos entre los que tienen más recursos y los dependientes de un puesto de trabajo para su subsistencia. Recurriendo al refranero que dice: “un rico que se arruina tiene más que un pobre que se enriquece,” lo que se traduce en que las crisis producidas por el capitalismo que todo lo fía a los que ahora llaman los emprendedores, cuya exclusiva finalidad consiste en obtener el máximo beneficio sin incurrir en ningún deber suplementario respecto de los trabajadores, que sometidos a la revisión del contrato laboral, por una ley aprobada por el gobierno de nuestro país, solo atento a la demanda de sus protegidos: los empresarios, cuyo partido ha sido votado por muchos trabajadores que van a ser las víctimas propiciatorias de las atribuciones concedidas a quienes tienen patente de corso de poder despedir impunemente sin tener conciencia de lo que supone el único medio de subsistir, que es el puesto de trabajo para mantener a la familia.

Los denostados países socialistas que eliminaron las oficinas de empleo, que ha sido considerado el mayor de los despropósitos económicos, cuando los gobiernos deberían ser por sentido común y por la obligación constitucional que se les otorga, los responsables del bienestar físico y anímico de sus administrados, mediante la programación estratégica de planes que permitan dar empleo a los efectivos humanos formados para el desempeño de los distintas funciones profesionales que se requieren para la ejecución de los proyectos que permite ejecutar la modernidad alrededor del mundo gracias a la globalización, iniciados por las multinacionales que deslocalizaron sus factorías a países con menores sueldos, al tiempo que los países emergentes han tomado su relevo en la modernización del mundo pobre, para evitar que la especulación financiera que es la que monitorizan los mercados de la: energía, las materias primas, la alimentación,…imponga sus dictados injustos al especular con productos de primera necesidad para los más necesitados como son los alimentos, lo que constituye una flagrante injusticia que no puede asumir la racionalidad humana, con otra falla inasumible del sistema que incita a la polarización entre los que derrochan y los indigentes, antítesis de la solidaridad.

La austeridad es el factor subjetivo por excelencia, mediatizado por una multiplicidad de circunstancias personales y colectivas, si bien, sus efectos pueden ser fácilmente asumibles si proceden de una costumbre largamente contraída, por la inveterada imposición de las limitaciones consecuentes por ejemplo, con la economía agraria de subsistencia, que solo permitía consumir parte de lo que se producía en un buen año para guardar para los años de eventual sequía. En la España de los años 40 y 50 del siglo pasado vivimos esta situación, con la espada de Damocles de la pertinaz sequía que nos amenaza a menudo como ocurre este año, sin embargo la prosperidad subsiguiente, nos trajo la moda del despilfarro provocada por el capitalismo de la mano de la publicidad, que incita al usar y tirar para que funcione la rueda de la producción, sin reparar que el crecimiento demográfico unido al consumo desaforado, conducen al agotamiento de los recursos finitos del planeta, lo que deja una herencia envenenada para las siguientes generaciones.

Ciertamente la tecno-ciencia con los logros del último siglo, ha provisto a sus beneficiarios de recursos suficientes para llevar una vida digna, liberándoles de servidumbres tan degradantes como trabajos: duros, peligrosos, alienantes,… susceptibles de ser transferido a la máquina, a través de los aportes del conocimiento difundido por los TICs (tecnologías de la información y la comunicación) que cubren todo el espectro planetario y han tenido un crecimiento exponencial en las últimas décadas. En orden al bienestar físico, los humanos hemos tenido avances notables recientemente y los que han tenido la austeridad como imperativo estructural heredado, la asumen con naturalidad, mientras que a los que seducidos por la publicidad a través de los modelos exhibicionistas del despilfarro soez, les supone la mayor de las desgracias reales el haber perdido el empleo, (que debería ser la prioridad asegurada por los gobiernos para sus administrados, ) agravada por haber perdido además, sus niveles de gasto al que fueron incitados, que les puede llevar a la desesperación, al pesimismo, al mismo suicidio.

El capitalismo, al decir de muchos economistas, no presenta soluciones factibles en el corto plazo para salir del callejón sin salida al que han llevado en el mundo occidental las finanzas virtuales, que constituyen un valor espurio que supera en muchas veces el valor material de todo cuanto existe sobre el planeta tierra. Hecho tan aberrante, supedita a la democracia al poder omnímodo del dinero, que ha pasado de ser un factor instrumental para facilitar los intercambios, a representar el factótum al que se han conferido los atributos para gobernar a pueblos europeos, a despecho de la democracia.

Afortunadamente existen otros poderes que propugnan situar a la solidaridad humana, por encima de la competitividad auspiciada por el capitalismo, que magnifica la diferenciación abismal entre los que más tienen y la indigencia, impuesta a los que no se les permite ni tener un puesto de trabajo, situación en que encuentran los países periféricos de Euro que no alcanzan a formar parte en plan de igualdad con los privilegiados que cuentan con los recursos económicos que les facultan para ostentar la dirigencia de los países que forman la Unión Europea. Lynda Gratton, destacada pro-mujer británica, profesora de la London School of Economics, que ha sido elegida como una de las principales pensadoras sobre los negocios, por The Times y el Financial Times y así lo ha explicitado en el libro titulado: “ Prepárate: el futuro del trabajo ya está aquí “ en el que aboga para que los jóvenes elijan el trabajo a desarrollar en su vida laboral durante su formación, mediante un denodado esfuerzo para responsabilizarse de lo que quieren hacer, entre la infinidad de opciones que ofrece el abanico profesional del futuro, que no tiene nada que ver con la continuidad de los negocios practicada en el pasado, las funciones a desarrollar en la vida de las personas tienen crucial importancia en el desarrollo: social, anímico, convivencial,.. en el ansia de felicidad a la que aspiramos, que proporciona el cometido social que nos hemos asignado, que solo puede ser forjado por el interesado por la enorme incidencia que tendrá en el devenir de los acontecimientos vividos a nivel de cada persona.

En la entrevista publicada en el Pais semanal del 11-3-2012, Lynda Gratton, dice que Europa ya no es el centro del mundo, con lo que parece dar a entender que no está muy de acuerdo con las consignas que se transmiten en los últimos tiempos en los mentideros de la Unión Europea, para salir de la crisis en la que estamos inmersos, mediante el estricto control del gasto a que obliga a los socios de la eurozona que tienen el euro como moneda, para que adopten un déficit presupuestario inferior al 3% a final del 2013. Hace alusión a que hay cosas que no podemos evitar, que China es un gigante de grandes dimensiones; que en el pasado los hijos continuaban con el mismo trabajo que los padres, son prácticas para abandonar, los jóvenes de 20 a 30 años, deberán compartir sus conocimientos a través de las redes sociales por medio del Internet, es fundamental evitar la fragmentación y el aislamiento, que la era del consumo ha llegado a su fin y que hay que buscar otros medios que nos aporten incentivos para la realización personal, el tener una bicicleta o un coche, no tiene que ser mejor que compartirlo en grupo, que aparte del ahorro estimula la sociabilidad mediante una relación más próxima.

Los anteriores planteamientos son de por sí, bastante revolucionarios, pero aquí no acaban sus ofertas, sigue diciendo, que lo mejor que puedes ofrecer a un joven aparte del amor es un buen trabajo. Lo que se necesita una vez que el consumo deje de tener la importancia que se le ha dado hasta aquí. Por ejemplo España para salir de la crisis necesitará una reestructuración que requerirá mucho tiempo y que el trabajo tendrá que buscárselo cada uno a imitación de los orientales que dice que Shanghái está lleno de europeos que parecen felices. Los asiáticos dice que ponen en relación los centros de formación con las empresas, para que aquellos formen a los jóvenes que las empresas vayan a necesitar, lo que requiere la búsqueda de yacimientos susceptibles de poner en explotación con la globalización, donde la que la fábrica del mundo ha sentado sus reales, abriendo aprovechamientos de nuevos trabajos en el tercer mundo, donde carecen de los medios para hacerlo
Por todo lo expuesto, da la sensación que el mundo capitalista que protagonizó la edad de oro de los años 50, 60, y 70 gracias a los aportes de la tecno-ciencia, más que al influjo que hayan producido los gobiernos que se atribuyeron el fin de la historia tras la caída del muro de Berlín, en que se produjo el colapso del rival ideológico de la guerra fría, se ha demostrado con la crisis actual, que la Unión Europea ha dejado de ser el centro del mundo, dejando el testigo a otras concepciones políticas y organizativas más acordes con los tiempos, en opinión de la autora glosada más arriba, no se podrá confiar en los gobiernos por que se alternan en plazos muy cortos que impiden acometer estrategias planificadas al estilo de la investigación científica para anticipar los acontecimientos y somos cada uno de nosotros somos los responsables de nuestro futuro personal en el que tiene una incidencia crucial lo que planeemos hacer en la vida, en los que van a incidir los pensamientos de: alegría, placer, preocupación, tristeza, enfado, dolor, determinantes del grado de felicidad que seamos capaces de alcanzar.

La experiencia más exitosa de los tiempos recientes, parece focalizada hacia la anulación o la disminución sustancial de la pobreza extrema, debido a la incompatibilidad existente entre los avances de las técnicas que han permitido en último siglo que el planeta haya podido pasar de albergar 2000 millones de habitantes a los 7000 millones que lo habitan en la actualidad.

Tales magnitudes, muestran la mejora espectacular del rendimiento de los medios de producción de cuantos ítems demanda la sociedad, lo que permite colegir, que si consiguiéramos eliminar el factor psicológico que incita al usar y tirar para que funcione la máquina de producir según proclama el mensaje capitalista, en breve plazo se podría proporcionar un nivel de vida digno para las mayorías de indigentes, que ahora no cuentan con lo necesario para tener la consideración y la dignidad de seres humanos como pregonan las religiones.