02 octubre 2012

Cambio de ciclo socio-económico

Siendo consecuente con el título de mi bloc: Utopía Factible, me propongo exponer una serie de pensamientos que forman parte de mi subconsciente desde mi infancia y que se han afianzado en mi senectud a la que se suele decir que es la segunda infancia, aseveración que no comparto en absoluto, por evidentes razones, no obstante existe, un paralelismo entre ambos extremos, que es la carencia de responsabilidad instintiva tras la emergencia a vida y en la vejez, la cesación de obligaciones contraídas con terceros, que en el transcurso de la vida activa coarta actuaciones, al no tener la dosis necesaria de libertad para manifestar tus ideales y/o ensoñaciones incubados en el subconsciente, a los que solo se puede dar salida cuando no es imperativo dar cuentas a nadie de tus elucubraciones mentales. Valga esta introducción como disculpa a lo que expongo a continuación.

En mi admiración por los aportes hechos por la tecno-ciencia en los últimos tiempos, en que los milagrosos relatos de la antigüedad son como cuentos de niños, que me permite afirmar que los humanos se apropian de los nuevos: objetos, artilugios, cosas, que van apareciendo, tan pronto se aperciben que les son de mayor utilidad, desechando a los que les precedieron para hacer la misma función. Igual sucede con los nuevos pensamientos que están alumbrando los modernos filósofos y/o las aportaciones positivas que la experiencia empírica proporciona a la acción de gobierno de los pueblos y las relaciones humanas, que se expanden a través de las redes informáticas, mediante los multimillonarios contactos instantáneos que se entablan entre los más variados agentes pensantes alrededor del planeta. Estos hechos contrastados dan idea de los milagros reales que tenido lugar en el último siglo.

La democracia que tiene más de dos siglos de existencia, se divulgó de forma generalizada tras la Segunda Guerra Mundial, a los países sujetos al colonialismo, con la promesa de una persona un voto según reza la primera regla de la democracia, para constituir los gobiernos de los países administrados por dicha modalidad política. Con ocasión de la crisis económica del llamado mundo occidental, de la que particularmente está afectado nuestro país, se ha constatado que los que gobierna el mundo, son el 1% de grandes fortunas, unidos en lobbyes, que administran el dinero de los ahorradores del mundo depositados en bancos gestionados por el antes mentado 1% de la población que es el que impone sus condiciones draconianas al restante 99% de las personas, como tiene lugar actualmente en nuestro país, donde el Partido Popular que habiendo ganado las últimas elecciones por mayoría absoluta, está sometido al dictado de las autoridades económicas europeas, para confeccionar el presupuesto del territorio español, como el de los otros países del sur sometidos al rescate.

Visto el escarnio que se está haciendo del principio general de la norma democrática, es crucial que de algún modo, sea restablecido un derecho que parecía consolidado en la gran mayoría de países del mundo, justo cuando ha sido puesta en evidencia la trampa ejercitada por una exigüa minoría de poderosos, que durante el transcurso de la historia humana, se han valido de las más astutas argucias para someter a las masas humanas a los dictados de sus intereses, que en la actual coyuntura, les permiten fijar estrategias de discreccionalidad de mando a través de las grandes diferencias que se establecen con la posesión del dinero en pocas manos. El reputado economista Joseph Stiglitz, asevera en su último libro: “El precio de la desigualdad” que ésta compromete el futuro, mediante la denuncia pormenorizada de las falacias con que: banqueros, economistas, abogados,… se valen en su país, los EE.UU. de Norteamérica, para que 400 familias de sus compatriotas que aparecen en la revista Forbes exhibiendo sus fortunas astronómicas, con las que influyen de forma crucial en aspectos estructurales de la vida de las personas en su país y en resto del mundo. Puestos a aplicar soluciones drásticas, que permitan una convivencia civilizada entre las personas que pueden aspirar a estas alturas de la historia, en disfrutar de estándares de vida suficientes para todos, si los recursos existentes en el mundo fueran debidamente administrados, habida cuenta de la abundancia de medios y de recurso de los que se dispone actualmente, para la optimización de resultados orientados a tal fin. Los recursos alumbrados por los humanos en el transcurso del último siglo, es de tal magnitud, que no sería arriesgado aseverar, que superarían con creces todo cuanto se ha producido en el transcurso de la historia de la humanidad. No obstante lo cual, las diferencias entre humanos siguen siendo tan sangrantes como lo fueron en los tiempos de general miseria que nos precedieron. El mayor activo con el que contamos hoy en día es la inteligencia, que es la condición distintiva que diferencia a los humanos de los restantes seres vivos existentes en nuestro planeta.

Contando con el factor preponderante del que se valen los humanos para crear la ingente parafernalia de artilugios para dominar todo cuanto nos rodea en solar del mundo en el que vivimos, resulta inverosímil que no se encuentren fórmulas para asegurar y/o cuanto menos, orientar nuestros propósitos y esfuerzos hacia un fin que engloba : grandes anhelos, sueños y aspiraciones que se forjan en nuestras neuronas: denominada “felicidad,” vocablo poco más que en desuso en la vida práctica, por su connotación: utópica, inalcanzable, sublime.

Proponemos aspiraciones que en el panorama actual se asemejan al término felicidad colectiva expuesto en el punto anterior, mediante actuaciones aparentemente factibles a futuro:

1º) Que todos los humanos, por el hecho de tener tal condición, tendrán el derecho a percibir una renta básica, que les permita hacer frente a las necesidades de una vida digna.

2º) Que todos los sujetos activos en el desempeño de las funciones que libremente hayan elegido para desarrollar sus: vocaciones, habilidades, aficiones,…con la facultad de elegir a su superior jerárquico democráticamente, ateniéndose a protocolos “ad hoc” para cada escalón ascendente, hasta las más altas jurisdicciones de su estamento laboral.

3º) Que los elegidos de cada especialidad por los miembros de los equipos, en el top de su calificación, pasaría formar parte de los Think Tanks, asesores de las más altas esferas del gobierno, al que aportarían las estrategias a seguir, avaladas con los preceptivos informes.

4º) La totalidad de los departamentos estructurales que tienen incidencia directa con la vida de las personas, dependerán del gobierno de la nación, es decir pertenecerán a los miembros de cada país, siendo las demás industrias, franquicias concedidas por el Estado a los distintos emprendedores que atenderán las necesidades que vayan surgiendo para suplir las necesidades de cada país y sus habitantes.

5º) La globalización permitirá que cada comunidad humana establezca contratos entre gobiernos, para intercambiar todo lo necesario, con la modalidad: ganador-ganador de forma que los excedentes de uno suplan necesidades de la contraparte, para ser ambos beneficiados.

6º) La educación moderna, mediante el uso del ordenador que permite en gran medida prescindir de la memoria, que absorbía gran parte del tiempo de aprendizaje, hoy en día se puede decir, que la juventud formada desde el jardín de infancia con las nuevas tecnologías se podrá decir que lleva el contenido de cuanto existe en el mundo en el bolsillo “el ordenador” a condición de haber sido bien instruido para su uso.

7º) El espíritu de solidaridad, de ayuda mutua, de humanidad mediante la comprensión y ayuda a los indigentes, como dan ejemplo tantas ONGs repartidas por el mundo, que representan la evolución habida respecto de tiempos pasados, en que las guerras eran el instrumento para dirimir los conflictos.

8º) El espíritu cooperativo desarrollado por empresas modélicas podría ser en el futuro un método, para dirimir cualquier conflicto laboral, mediante el método asambleario con la palabra, entre personas instruidas, al tiempo que se generan estímulos positivos con los intercambios sociales.

9º) En futuros escritos desarrollaremos los anteriores puntos.