Coyuntura actual

Las sociedades antiguas estaban regidas por los poderosos que se aseguraban la continuidad de sus privilegios mediante: la fuerza de las armas, la imposición de la fe, y la transmisión hereditaria. La siguiente etapa aportada por la Revolución Francesa que entronizó las grandes consignas estructurales que han determinado el devenir histórico de la humanidad, que hasta hoy, constituyen el mayor debate de fondo en el que está inmersa la humanidad, para la asimilación de sus sagrados postulados: LIBERTAD IGUALDAD Y FRATERNIDAD.

En el interregno de ambos postulados apareció un tratado de gran transcendencia en las relaciones entre los humanos titulado: “La riqueza de las naciones” de Adam Smith, que dio pie al capitalismo tal como hoy lo conocemos, en el que la codicia, vicio humano por antonomasia, ha conseguido que el 1% de los humanos, se hayan hecho con el mando de los resortes del mando mundial a través del instrumento dinero, que en su acepción de manipulador de las finanzas virtuales, ha conseguido situar a la democracia como una caricatura de sus enunciados fundacionales de una persona un voto para regir el gobierno de los pueblos, lo han traducido en un dólar un voto para dictar las consignas de mando al mundo occidental.

Lo más llamativo, de los tres grandes postulados históricos antes enunciados, reside en que el tratado sobre la riqueza de las naciones ponía el énfasis en el crecimiento económico, mientras que la observación del comportamiento actual de las economías mundiales, testifica mediante los protocolos por los que se rigen dichos crecimientos, que los países que mayores crecimientos experimentan, se rigen por lo menos en sus enunciados políticos como filo-comunistas: China, Venezuela,… la primera por el crecimiento de su PIB, la segunda que hoy está en el candelero por la enfermedad en que se encuentra su líder y que siendo vituperada por su populismo de su líder, las estadísticas le atribuyen crecimientos económicos espectaculares en la disminución de la pobreza de los más desfavorecidos de dicho país, desmintiendo en ambos casos las sombrías perspectivas con las que describe la publicidad occidental la situación real de los hechos en dichos países.

La gran recesión, como se denomina el cuadro económico que presentan los mayores países occidentales: EE. UU., la Unión Europea, Japón,… contrastan con el crecimiento del PIB mundial, que publican las estadísticas anualmente, atribuible a la difusión de los avances tecnológicos en el resto del mundo, que fueron los que situaron al pueblo norte-americano, como primera potencia mundial, que orienta sus actuaciones para hacer efectiva su sagrada misión tantas veces proclamada por sus próceres, de que son el país llamado a redimir al mundo de las injusticias, mediante las acciones militares de las que han tenido la casi exclusividad mundial en los últimos años , con los ejemplos de: Vietnam, Guatemala, Irak, Afganistán, Libia,… hechos puestos en práctica por su poderoso ejército, que se dice que es equivalente a los del conjunto de los restantes países del mundo juntos. Entre las clásicas: premoniciones, vaticinios, pronósticos,… que se suelen hacer a principios del año que se acaba de iniciar, cuatro periodistas difundieron sus presagios sobre acontecimientos que podrían tener lugar en el mundo a futuro, entre los que destacaban:

1º) La rivalidad entre EE.UU. y China, podría desembocar en conflictos armados entre vecinos del gran país oriental: Japón, Corea del Sur, Vietnam, Filipinas ,.. consecuentes con eventuales litigios territoriales, en los que U.S.A. podría tener un interés especial por la vocación y/o preferencia que muestra la primera potencia mundial ahora, por los acontecimientos que tienen lugar en el Pacífico, con respecto a los del Atlántico.

2º) Europa, que camina en dos velocidades entre los países del Norte, diferenciados de los del Sur y del Este europeos, por las disimilitudes existentes entre ambos grupos de países, que dificultan en gran medida la adopción de leyes homologables para todos. Alemania y sus próximas elecciones serán determinantes para toda Eurasia.

3º) Iberoamérica, está en disputa hacia donde se inclinarán sus preferencias entre tres grandes países: EE.UU., China y Brasil, entre los que se dirimirán las formas de gobierno que ahora están muy polarizadas, por lo que los pronósticos de futuro les atribuyen grandes convulsiones que generarán notables cambios a futuro.

4º) El mundo árabe y el Oriente Medio, está sumido en grandes perturbaciones producidas por el petróleo y las religiones, que difícilmente encontrarán solución, entre el avispero de intereses contrapuestos, que se dan en dicha zona.

5º) África, próximo refugio de talibanes, por el abandono a que les han dejado los europeos, con excepción del gran número de ONGs que asisten a los desamparados, adolece además del absurdo en como tiene lugar el desarrollo de sus megaciudades. Se podría añadir a la más espeluznante de todas las premoniciones, las eventuales intenciones que abrigan muchos integrantes del Tea Party, que si hubieran ganado las últimas elecciones U.S.A. en que pretendían aumentar el abultado presupuesto con el que ya cuenta el lobby armamentístico industrial U.S.A. que en sus más de 70 bases militares establecidas en territorios extranjeros entre ellos España, para instalar en las mismas cohetes antimisiles para defender a su país, a imagen de los utilizados por los judíos contra los cohetes disparados desde la franja de Gaza que iban dirigidos a zonas pobladas. Protegidos por dicha tecnología, los yanquis contarían con las debidas garantías, para ejercitar su sagrada misión de liberar a los países oprimidos por las fuerzas del mal, valiéndose del uso del arma nuclear para llevar a cabo dichos fines.

La situación en la que está inmerso el gran país americano, al borde del precipicio económico, según lo denominan, por las posturas polarizadas entre demócratas y republicanos: los primeros partidarios de subir los impuestos a los más ricos para afianzar el programa sanitario promovido por Obama, mientras que los republicanos s defienden el aumento del presupuesto militar subvencionado por los más ricos, eventualmente para llevar a su fin la sagrada misión que se tienen asignada, aunque ello condujera al holocausto universal, al que estuvimos expuestos con ocasión de los cohetes instalados en Cuba por los soviéticos, en la coyuntura de la guerra fría.