Relevo de mandatarios chinos
Coincidiendo en las mismas fechas, han tenido lugar elecciones en las dos primeras potencias mundiales: U.S.A. y China. Las diferencias entre las elecciones de sus respectivos mandatarios, son tan diferentes como lo son, los antecedente históricos y los comportamientos en que se desenvuelven ambos países. Los EE. UU. de Norteamérica tienen la constitución democrática más longeva del mundo data; de 1776, cuando los padres de la patria más moderna del mundo, se emanciparon de la colonización inglesa, por la rebelión de sus súbditos contra el impuesto con el que les grababa la metrópoli por los envíos de los cargamentos de té, desde Inglaterra. Últimamente en U.S.A. se ha creado un partido político que han denominado “TEA PARTY” en recuerdo de aquel acontecimiento.
Las elecciones presidenciales en los EE.UU. de Norteamérica que tienen lugar cada cuatro años, se caracterizan por las grandes concentraciones de masas que acuden al llamado de los dos candidatos, y sobre todo por los medios de comunicación que concitan la atención mundial, por: las encuestas, las tertulias, los discursos, los cara a cara, de los candidatos y la parafernalia que mantiene en vilo al mundo entero y que genera un gasto de 6000 millones de $ a las arcas del tesoro del país en el que tienen lugar.
Por su parte en China, donde las elecciones se celebran cada diez años, en el interior de la gran asamblea nacional donde se reúnen 2700 compromisarios para elegir a los mandatarios que han de regir los destinos del gran país oriental durante los diez años siguientes. La elección que tiene lugar durante estos días es la cuarta desde la creación de la República Popular China proclamada hace 60 años.
Se dice en el mundo occidental, que las deliberaciones que tienen lugar en dicho congreso son a puerta cerrada, o que tienen poca difusión en los medios de difusión internacionales, si bien a nadie se le oculta que los comportamientos que vaya a tener dicho país internacionalmente son cruciales para el conjunto de la humanidad, dado que sus habitantes constituyen casi una quinta parte de la población mundial y que su crecimiento económico ha contribuido de forma sustancial al aumento del PIB mundial en el transcurso de los tres últimas décadas y que es previsible que siga haciendo grandes progresos en el futuro, habida cuenta de que Europa pueda caer en recesión, y que los EE.UU.y Japón no dan muestras de producir grandes alegrías. China ha experimentado el mayor crecimiento económico continuado durante las tres últimas décadas, sin que haya tenido las crisis cíclicas que periódicamente ralentizan el crecimiento de las economías capitalistas, con caídas tan espectaculares como lo fueron, la: Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado, y la Gran Recesión que padece actualmente el sur de Europa. China, por su parte, ostenta el mayor record de crecimiento económico que ha conocido la humanidad, crecimiento medio anual de dos dígitos, sin notables caídas en los últimos treinta años, lo que les ha permitido doblar su PIB cada diez años y traspasar más de 400 millones de sus habitantes rurales a las ciudades, debido al cambio traído por la globalización, dando lugar a la transferencia desde la economía de subsistencia agraria, hacia la industria y los servicios, que caracterizan a la modernidad, tendentes a dignificar la vida de las personas.
La información que nos llega desde China es muy fragmentaria, no obstante ciertos aspectos negativos, nos son amplificados por los gobiernos neoliberales que forman parte de nuestro contexto, por las diferencias abismales existentes entre ambos. Por ejemplo últimamente se nos informa, de las numerosas reclamaciones populares que tienen lugar en China, que por su extensión es lógico que alcancen cifras considerables, sin especificar que quizás en nuestro país alcancen mayor proporción que aquellas, con la diferencia que allí puedan ser atendidas, mientras que en España, tras haber otorgado la mayoría absoluta al partido en el gobierno, éste, tiene la coartada legal de rechazarlas si lo estima conveniente para sus intereses, lo que denota una falla crucial de las leyes que nos hemos dado. Esto demuestra que todo es relativo y que la tan alardeada democracia de la que dice disfrutar occidente, esté fallando en sus bases para las personas afectadas por la presente crisis, que son mayoría las que la sufren en sus sensibilidades más profundas, lacras tan lacerantes como son el desempleo crónico, la pobreza extrema, al punto de tener que depender de la caridad para su subsistencia, producen estados de: desánimo, depresión, pesimismo, humillación, pérdida de las esencias más nobles de la persona..espresadas en las continuas manifestaciones de malestar que los participantes muestran en las calles, creando un caldo de cultivo social que no puede traer nada bueno.
El poder que las sociedades occidentales han otorgado al dinero, cuyos atributos solo los muy ricos agrupados en lobbys están facultados para ejercer, con la maquiavélica invención de las finanzas virtuales, que con el interés del 0,75% con que les presta dinero a los bancos el BCE, y que se les permite cobrar hasta el 7% de interés a los países endeudados como pueden ser: Grecia, Portugal, España...,que obligados a pedir créditos al exterior, con los abusivos intereses antes apuntados, que les son necesarios para atender a sus obligaciones contraídas con sus pueblos, que son función de la prima de riesgo establecida por las agencias de renting, constituye una manipulación diabólica, que confiere a las finanzas especulativas, infinitamente mayor poder de dominio, que el que tiene el conjunto de las producciones y existencias que engloba la economía real, es decir de cuanto existe de material e intangible sobre el planeta tierra, que ha sido ampliamente superado por la ficción que representan las astronómicas cifras del dios dinero, en manos del 1% de la población de los países sometidos al neoliberalismo reinante.
Autorizados especialistas, como el premio Novel de economía Joseph Stiglith, asegura que el 1% de la población mundial acapara lo que el 99% restante necesita, que las abismales diferencias de poder adquisitivo existentes entre las personas, es un virus que acabará con el capitalismo actual por lo injusto de un reparto tan desproporcionado, que no podrá ser asumido por mucho tiempo, por las mentes formadas y provistas de los instrumentos para su información con los que cuentan las nuevas generaciones que necesitarán disponer de motivos más convincentes para la gobernación de los pueblos, que racionalmente tendrá que basarse en prácticas democráticas que permitan disponer del 99% de los recursos para los integrantes de las comunidades, para ser repartidos más equitativamente de como se hace actualmente, para que las personas, puedan aspirar a ser más solidarias de como mostraba la admonición hobsiana de que “el hombre es un lobo para el hombre”.
Las inconmensurables conquistas tecnológicas que han permitido a los humanos, transformar las limitaciones padecidas a lo largo de la historia, en logros ostensibles, en campos del perfeccionamiento material, con excepción del que corresponde a la comprensión de las necesidades, deseos, anhelos, aspiraciones,… de nuestros congéneres con los que nos relacionamos, lo que nos lleva a la conclusión que la asignatura pendiente por antonomasia que aún nos queda por aprender es la solidaridad: ¿Sera acaso esta motivación, la que lleva a tantos creyentes, que está fuera del alcance humano lograr la felicidad, como desiderátum último de las más excelsa de las aspiraciones?¡Resignarse no puede caber en la naturaleza humana!
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