Cambios constitucionales

La catarsis de la que da muestras el capitalismo liberal agonizante, consecuente con la crisis actual donde han sido puestas en evidencia los fraudes gestados a través de las finanzas virtuales, etc,.. asignando los mayores beneficios a los avaros corruptos, en menoscabo de los que aportan su esfuerzo y sapiencia al progreso, se refleja en un artículo de un afamado periodista y catedrático inglés que titula: “ El Reino Unido necesita una Constitución.”

Si un conspicuo defensor del modélico sistema de administración británico (sic), reclama una Constitución a estas alturas de la historia, es más oportuno aportar nuevas pautas de gobernación para los pueblos, acordes con los avances tecno-científicos que el progreso ha significado para la humanidad - que en los dos siglos y medio transcurridos desde que el Imperio Británico se hizo con el dominio de los mares y colonias en gran parte del planeta-. Abundar en fórmulas periclitadas, por parte de un intelectual que concita grandes audiencias de lectores, adolece de falta de sintonía con los avances alcanzados por la humanidad desde el momento álgido del esplendor británico hasta nuestros días, rebasa con creces los aportes que se pueden contabilizar entre la edad de piedra y la mitad del siglo XVIII.

Un observador imparcial de los paradigmas que se ofrecen a la humanidad actual, puede advertir, que el conocimiento es el factor crucial que aporta los recursos físicos y anímicos necesarios para el bienestar de las personas. Data de tiempos recientes, que los pueblos han asumido que la educación universal de las comunidades humanas del que ya se ha tomado conciencia, contrasta con la educación de las élites propio del pasado, lo que supone el mayor revulsivo para conciencias exigentes y solidarias que ya han conseguido confinar al desván de los deshechos, proclamas tan absurdas como el fin de la historia, slogan favorito de los neocons, que pretendían afianzar el status quo , mediante el imperio de las armas y el dinero como sujetos prevalentes para seguir aplicando la dictadura universal, que ha venido siendo el leitmotiv del poder tradicional, hasta el advenimiento de la educación universal.

Partiendo del supuesto que las virtualidades de los TIC, (cuado se consigan extraer del útil informático todas sus potencialidades como norma general en los grandes aportes y descubrimientos humanos, ir exprimiendo sus capacidades con el uso), tanto más con Internet, cuyas ilimitadas atribuciones superan a cualquier otro útil conocido. Una función crucial asignada a la informática, consistirá en la elaboración de currículos profesionales universales, en los que se plasmarán en tarjeta de uso intransferible, solo para asignación de calificaciones meritocráticas que fijen las: cualidades, aptitudes, vocaciones, potenciales, etc., que permitirán el fácil y rápido acomodo de los agentes en el sitio idóneo, para el interesado y la sociedad.

No faltarán los críticos malintencionados que asimilarán los currículos objetivos, conseguidos por métodos de irrebatible idoneidad y utilidad general con el manido tópico del gran hermano, cuando objetivamente serviría para obtener la colocación más idónea, automática e instantánea, con la que librarse de la alarma social del paro, considerada la mayor injusticia, para los desposeídos de la protección económica, que no pueden hacer frente a necesidades físicas de sus allegados, causante además del mayor desasosiego psicológico, a la vista del despilfarro obsceno del que hacen gala los ricos, para escarnio de los desamparados de la inhumana sociedad actual.

Las facilidades aportadas por el currículo personal, permitirá seleccionar a los agentes más idóneos para desempeñar las funciones de mayor responsabilidad en la escala de los cometidos administrativos y ejecutivos, distribuidos a think tanks especializados en las distintas materias y áreas de actuación, ateniéndose al método científico que es el que mayores beneficios aportado a la humanidad mediante los inventos, que tradicionalmente se han atribuido los empresarios, por ser los depositarios del dinero, factor considerado preponderante en la vida de los pueblos cuando sus efectos han sido execrables para los oprimidos carentes del mismo.

Los think tanks, constituidos por los agentes más idóneos para el desempeño de las funciones encomendadas, cuya selección ha sido realizada por los métodos al uso avalados por experiencias debidamente contrastadas. La metodología empleada por los modernos think tanks, obedece a la modalidad de redes de interconexión continua con los organismos integrados en organigramas interdependientes y/o relacionados entre sí, evitando con ello disfunciones como las que se dan en nuestra justicia, por su aversión corporativa al uso del útil moderno: (la informática).

El revulsivo que ha supuesto la catarsis descubierta por los medios informativos de la rapiña escenificada por las finanzas virtuales, asignada a empresarios sin escrúpulos a los que la filosofía neocon puso al frente de Wall Street, la City y de las lonjas de contratación donde se fijan los precios de los productos estratégicos de la economía mundial, organismos a los que blindaron contra cualquier interferencia o fiscalización por parte de los políticos que según los voceros de las esencias democráticas, por el hecho de ser elegidos por el pueblo son los únicos que cuentan con la legitimidad requerida para velar con la buena práxis gubernamental. Craso error, la verdadera democracia está inédita de obrar a favor de los ingenuos electores, que cada cuatro años escenifican la ficción de que sus votos son decisivos para mover los resortes decisivos de gobierno. El factor decisivo, el que mueve los hilos del actual tinglado económico es el dinero y su respaldo y/o colchón que lo mantiene: la propiedad y las instituciones creadas desde mucho tiempo atrás para asegurar el mando de los establecidos, en detrimento de la meritocracia, que como el sentido común intuye, en estricta justicia deberá guiar la gobernación de las sociedades del futuro.

Esta primera introducción a nuevos paradigmas, que tendrá su continuación en las funciones asignadas a los distintos órganos jurisdiccionales que la modernidad alumbrará para asegurar fórmulas de buena praxis democrática abiertas al concurso de todos los interesados en el buen gobierno de los pueblos una vez, asentados en el disfrute de la más sustantiva de las igualdades: (la educación) una vez que ésta sea patrimonio inalienable de los pobladores del planeta.