08 mayo 2009

¿Amanecerá tras el tsunami de la crisis?

Plagiando un anuncio publicitario que reza: “ ¡puede haber algo más ilusionante, excitante, entusiasmante, estimulante.... que volverlo a reconsiderar todo!
El tsunami financiero de la presente crisis, una más entre las convulsiones que de forma cíclica produce el sistema financiero vigente, donde los mayores perjudicados han sido los que han perdido el empleo, por el desbarajuste ocasionado a la economía real, que ha sido privada de liquidez que constituye su recurso básico.

Como no hay mal que por bien no venga según el dicho popular, la crisis actual, ha permitido la aparición de Obama que ha destapado aberraciones incubadas desde la guerra fría por los neocons, que con procedimientos aviesos perseguían alcanzar las supremacía mundial, mediante: lobbys, oligopolios, finanzas virtuales, industria bélica, proteccionismo comercial, unilateralismo, poder duro, etc, etc,..

En las reuniones de G-20, se pusieron sobre la mesa tabúes tales como la guerra de Irak, Guantánamo, centros de tortura, Irán, Cuba, relaciones: con Iberoamérica, con Rusia, con China, rebaja de emolumentos a los altos cargos financieros y lo más importante para su reconciliación con la Unión Europea: la supervisón por parte de los gobiernos de las manipulaciones económicas de Wall Street y la City que han tenido patente de corso para erigirse en las instituciones más rentables de la galaxia económica.

El sentido común dice, que no es admisible que sociedades constituidas por seres racionales, toleren, que la función operativa: (el trabajo), que forma parte esencial del proceso productivo, del que solo participa aproximadamente con el 10% del total de los beneficios generados por las operaciones económicas. Con ayuda de los medios informáticos a través de Internet, los productores de todo el mundo, podrán ofrecer mercancías homologadas, a través de sistemas logísticos bien implementados que den plenas garantías a los compradores, eliminando gran parte de los intermediarios que son los que se llevan la parte del león de los beneficios obtenidos.

La globalización, permitirá mediante la OMC, (Organización Mundial del Comercio) cuando funcione de forma ecuánime e imparcial, que se exploten los yacimientos de todo tipo de recursos, en función de su potencial intrínseco con independencia de su ubicación, de tal forma, que su rendimiento beneficie preferentemente al país que los posee, donde tendrán que ser emplazados los medios idóneos para su explotación.

Los desafíos cruciales a los que se enfrenta la humanidad del futuro, los constituyen:
1º) La formación de los futuros regidores sabio-éticos, para gobernar los países.
2º) La actitud justa y ecuánime, para afrontar las tareas a resolver.
3º) La contención demográfica, dentro de los límites que puede soportar el planeta.
4º) La conservación ecológica dentro de parámetros que la hagan sostenible.
5º) Armonización de comportamientos sociales, mediante protocolos asumidos.
6º) Acción democrática de las comunidades humanas en defensa de sus intereses
En la constitución de las sociedades del futuro, la función por antonomasia deberá ser asignada a los docentes; los forjadores de los hombres y las mujeres encargados de desempeñar las funciones perentorias que aseguren la buena marcha de las tareas que abarca la modernidad. Históricamente, los cometidos asumidos por los humanos, se han acomodado a las necesidades de cada época; en el futuro que se vislumbra en el horizonte, la máxima jerarquía de la escala social tendrá que ser asignada a los pedagogos, debido a que, en pura lógica corresponde a quienes se les encomienda la responsabilidad de formar inteligencias, facultad por antonomasia, que les sitúa en la cúspide de la pirámide de cuantos atributos pueden existir sobre la faz de la tierra.

El maestro, título al que tradicionalmente se le han dado connotaciones de excelencia, recientemente en nuestro país, fueron denigrados y perseguidos sus titulares por el franquismo, quizás por oposición al prestigio que se les dio con la República, período en que se crearon más maestros que en cualquier otra época en España y por suprimir el monopolio que tenía la Iglesia para la enseñanza, fue hasta tal punto desacreditada la función, de maestro a la que aquel Estado asignó sueldos de miseria que se acuñó la frase popular “eres más pobre que un maestro escuela”. Lo que indicamos más arriba se encuentra en las antípodas de la situación existente entre nosotros solo medio siglo atrás. Por desgracia, la desiderata apuntada queda lejos de la realidad actual, en que el dinero lo es de todo, pero no es aventurado vaticinar que los artífices creadores de sabio-éticos, que a no dudar regirán los destinos de la humanidad futura, serán los “elegidos” como calificaban las religiones a los bienaventurados: los genios de la enseñanza, serán a futuro los merecedores del mayor reconocimiento social.

Bien recibidas serán las enseñanzas específicas para cubrir la infinita gama de los cometidos a suplir para abarcar las funciones actuales y las que se crean sin solución de continuidad, pero seguramente el más valorado será el educador capaz de infundir: ilusión, entusiasmo, estímulos positivos de todo tipo a sus alumnos.

A los sabio-éticos, que mediante los instrumentos con los que se cuenta podrán ser valorados cuantitativa y cualitativamente de forma objetiva (nos atrevemos a pensar que incluso aritméticamente) a cuyas magnitudes no cabe atribuir subjetivismos; podrán ser seleccionados para cada cometido específico en función de su currículo, con garantías de que por conocimientos ,vocación, cualidades profesionales y éticas, avalado por el ejercicio de la práctica temporal para su acomodo al puesto, se tenderá a optimizar resultados que redunden en beneficio general, con la ayuda de la acción fiscalizadora que por vía democrática ejercitarán los afectados.

Las funciones que tengan mayor incidencia en la marcha de las comunidades: los gobiernos de cada escalón administrativo, serán encomendadas a los más idóneos, elegidos por una vía genuinamente democrática, consistente en la implementación de toda clase de foros de participación ciudadana en los que se diluciden las preferencias de los administrados permitiendo a través de los cuales acceder a las informaciones servidas por los ubicuos medios modernos que todo lo abarcan tomando resoluciones consensuadas en todos los asuntos de interés general.