31 marzo 2009

Dos personajes del siglo XXI

La historia, ha estado jalonada por acontecimientos protagonizados por personajes señeros, que han liderado a los pueblos para llevar a cabo las grandes hazañas de la humanidad. Sin el referente humano, al que se le atribuye el liderazgo para llevar a cabo las epopeyas reales que han dejado huella indeleble, sería impensable interpretar el devenir histórico tal como nos ha sido transmitido.

Últimamente ha circulado en mentideros políticos la sorprendente desaparición de los círculos de poder, de personajes paradigmáticos que marcaron los tiempos políticos en los diferentes países, con incidencia en la escena internacional. Todos tenemos in mente figuras extraordinarias que han jalonada la historia hasta la primera mitad del siglo pasado, colosos políticos como: Lenin, Roosevelt, Hitler, Churchill, Mussolini, Stalin, de Gaulle, Mao, .. gobernaron con mano de hierro sus respectivos pueblos y los avatares del mundo en general, mientras que en la segunda mitad de dicho siglo, hemos padecido una orfandad desoladora de grandes próceres de la política, lo que quizás induce a pensar que se han entronizado a los equipos para desarrollar dichas funciones con mayor ecuanimidad y eficiencia.

Hoy, han aparecido en la escena internacional dos figuras de características diferentes en: biografías, atribuciones, poder, etc,.. pero que están rompiendo moldes en sus respectivos ámbitos de actuación, abriendo ventanas por las que entran aires de cambio que anuncian nuevos paradigmas, pensamos en: Obama y Zapatero:

Obama, desde la más alta magistratura mundial, en los pocas semanas en que la viene ejercitando, ha producido conmociones políticas de tal magnitud que habrá que coger perspectiva para poder digerirlas: pasar del unilateralismo al multilateralismo, que el lobby judío le hiciera el servicio de parar su masacre sobre Gaza justo antes de su toma de posición, que diera plazo para terminar la guerra de Irak, que mandara un mensaje de buenos propósitos a Irán, que mostrara su enfado por los emolumentos millonarios cobrados por los gestores del fracaso de las finanzas y la indignación por el uso de su jet particular por el presidente de General Motors que ha sido cesado de su cargo de la empresa que está en la UVI, por el cierre de Guantánamo y la función crucial consistente en enterrar la filosofía neocon cuyo fin último iba encaminado a tomar las riendas de los asuntos mundiales por el país designado para tan altos cometidos.

Zapatero, personaje infinitamente más modesto en el desempeño de la presidencia española de la pasada legislatura, se permitió plantar cara a la derecha española que ha gobernado el país durante dos siglos como si fuera su propio cortijo, con dos breves interrupciones: en la Segunda República, donde el poder fue distorsionado por los acontecimientos y durante el llamado felipismo, en que González, como buen gestor pragmático, temporizó con los presupuestos capitalistas, quizás con el buen criterio de sacar al país de la postración en que le sumió el franquismo. Zapatero, ha sido el primer demócrata que ha tenido el coraje de replicar al mensaje: monótono, obstruccionista, reiterativo, machacón, del PP con el “NO” sistemático que recordaba al “NIET” soviético, de la guerra fría. Zapatero, durante los 5 años en que ha estado al frente del ejecutivo, cuando en España han sido aprobadas leyes para poner al país al nivel de su entorno europeo, permitiendo homologarnos con los países de los que el caciquismo crónico nos tuvo apartados durante tanto tiempo.
La disposición de Zapatero, en mostrarse optimista sobre las posibilidades de nuestro país, para diseñar estrategias de futuro, como ha sido favorecer a las multinacionales que se han establecido en Latinoamérica: bancos, eléctricas, petrolíferas, telefónica, de obras públicas, de energías renovables, etc,..

Asimismo el boom inmobiliario, que se asumió como subsidiario del turístico en las costas, previendo la llegada masiva de jubilados europeos, creaba tantos puestos de trabajo directos y sobre todo indirectos, que le ofuscaron en la persecución de ocupar los primeros puestos del ranking europeo en riqueza y bienestar, sin haber parado mientes en que la llegada de tantos inmigrantes en tan poco tiempo no podían ser absorbidos por nuestro país, sobre los anteriores presupuestos y estallo la burbuja.

Se esperan en las próximas fechas una serie de reuniones cruciales, en las que van a tomar parte los líderes mundiales de más alta graduación (tomando el símil militar) para poner en común y aportar soluciones a los problemas de máxima importancia que afectan a los intereses de la comunidad internacional globalizada y por ende a los países y a cada uno de sus habitantes. Suponemos que las personas, a las que se les faculta para representar a cada una de las comunidades participantes, podrán exponer libremente sus puntos de vista sobre los temas a tratar, ocasión en la que los oradores darán su impronta personal. Por supuesto que Obama, con el aura adquirida a nivel mundial y por la importancia del país que representa será el protagonista indiscutible.
Zapatero por su parte creo que tendría mucho que decir, si bien las limitaciones de protocolarias deben dar poca cancha para poder explayarse, envueltos en la vorágine de los condicionantes de todo tipo que tendrán dichas asambleas.

Tanto Obama como Zapatero, posiblemente tengan mucho que decir en el futuro por haber roto moldes tradicionales que mantienen encadenados por convencionalismos y posiciones heredadas. El gremio político, cuida especialmente no salirse del carril marcado, por miedo a caer en el mayor pecado arraigado en dicha profesión, incurrir en lo políticamente incorrecto. No obstante, es previsible que las riendas del futuro tendrán que ser transferidas a los audaces, a los que no se arredran frente a las trabas que pone la tradición pusilánime, informada por los principios espurios heredados de los poderes fácticos, que frente a la verdad objetiva no tendrán razón de ser.