Alternativas democráticas III

Una cuestión crucial para la evolución de los pueblos, consecuente con el desarrollo de los paradigmas del tercer milenio, será la organización del territorio de cada país, mediante el estudio de los diferentes yacimientos con que cuenta: agrícolas, mineros, paisajísticos, turísticos, históricos, energéticos, etc,.. En función de la ubicación de dichos yacimientos se dispondrá las infraestructuras y la ubicación de las poblaciones
necesarias para su explotación.

El anterior planteamiento teórico, solo tendría aplicación en el supuesto de colonizar Marte. Si bien existen en nuestro planeta países abandonados a su suerte a los que les vendría bien que se les prestaran los medios y el asesoramiento para facilitarles su incorporación paulatina a los beneficios que proporciona el progreso.

Por supuesto que nada más lejos de haber pensado en procedimientos que supongan algo parecido a un colonialismo de nuevo cuño, ni tener que recurrir a dádivas que infieran la humillación de los beneficiados, las ventajas tienen que ser recíprocas. Los medios tecnológicos con los que se cuenta hoy, permiten que una valoración justa de los recursos que pueden ser aflorados de yacimientos vírgenes existentes en el tercer mundo, permitiría contar con: materias primas, productos agrícolas, pesca, caza, explotación de recursos energéticos mineros y renovables, disfrutar de paisajes lindos, climas apetecibles, etc, para fomentar el turismo, al tiempo que se daría salida a licenciados y técnicos excedentes en los países avanzados, ofreciendo ventajas objetivas que dieran salidas atractivas a vocaciones frustradas por la saturación de las plazas disponibles de la especialidad elegida en su formación.

Los últimos decenios del siglo XX, y el primero del nuevo milenio, dan testimonio de los progresos alcanzados en numerosos países emergentes, culminando etapas de crecimiento y modernización de sus factorías productivas en tiempo record, lo que les ha permitido adaptar las infraestructuras vivenciales de sus moradores, homologadas con los índices más altos de habitabilidad en: puertos, vías de FF. CC., carreteras, aeropuertos,.. haciendo especial mención del urbanismo que, constituye uno de los logros cruciales para afianzar el bienestar de los humanos.

Ciudades bien estructuradas, que proporcionen la panoplia de servicios demandados por las sociedades modernas, constituyen la desiderata capaz de proporcionar: paz, confort, bienestar, salud, cultura, diversión, deporte, etc,.. armonía en los espíritus a que puede aspirar una sociedad “vertebrada” término, al Ortega daba los atributos de civilización consolidada, si bien, las sociedades de las primeras décadas del siglo XX, adolecían de tales deficiencias estructurales respecto de las ciudades modernas, que la belleza arquitectónica de urbes concebidas con los parámetros siglos precedentes como por ejemplo Paris, hayantenido que añadir “La Defence” para ponerse al día.

Tomemos en consideración las comunicaciones: Las carreteras, se han constituido en el paradigma de la libertad, al permitir el uso del automóvil para desplazarse, con rapidez y confort a los lugares donde residen familiares y/o personas con las que es grato contactar y/o los paisajes y sitios añorados que apetece rememorar.
El ferrocarril “AVE” es el medio idóneo para desplazarse a medias distancias, con comodidad y rapidez y ausencia de la atención y eventual riesgo, que entraña la conducción del automóvil.
Para los viajes a lugares distantes el avión es el medio de transporte más empleado, por la rapidez y los bajos costes aplicados últimamente en promociones que permiten la ocupación total de las plazas
El transporte de mercancías es asegurado por buques portacontenedores que permiten cubrir largas distancias, con los bajos costes resultantes del transporte marítimo y la facilidad de transferir los contenedores en tierra al FF. CC. y camiones para ser consignados a destino, sin mediar las operaciones de carga y descarga.
Las comunicaciones al interior de las grandes urbes son servidas por el metropolitano que se constituye en el medio más eficiente y funcional para desplazarse con rapidez y comodidad, si bien tendrá que ser complementado por otra red de largos recorridos servidos por trenes ultrarrápidos que acorten considerablemente el tiempo empleado, conservando la tupida malla de los recorridos cortos con los pertinentes enlaces, por (transbordos) con los trenes ultrarrápidos.

Además de los modernos adelantos en transportes, ausentes de uso masivo por los ciudadanos de un siglo atrás; está en vías de ser incorporado un elemento nuevo: las compras a través de Internet y su distribución a domicilio mediante la logística, término, que tiene reminiscencias militares y que en el futuro tomará a su cargo una función que tiene una gran incidencia en la actualidad: “ir de tiendas,” que tiene hoy, dosis de componente lúdica, es previsible que vaya en regresión, por efecto de la globalización que ofrecerá los productos a la venta a través de Internet, con precios ventajosos y garantías de las homologaciones controladas por organismos mundiales, subsidiarios de las agencias dependientes de la ONU.
La logística condicionará a su vez el urbanismo para la distribución de los productos a domicilio de forma funcional y eficiente, obligados por los procesos económicos, por lo que los edificios deberán contar con los medio para su distribución automática. Las modernas viviendas además de las habituales condiciones: sanitarias, de vistas al exterior, confortables, servidas por los más variados suministros, estarán obligadas a contar con medios para reciclar todos los efluentes: sólidos, líquidos y gaseosos, debido a las exigentes normativas ecológicas de obligado cumplimiento, de forma tal, que a las antiguas viviendas les resultará cada vez más difícil ser rehabilitadas para acomodarse a las modernas exigencias, resultando que la racionalización de los métodos constructivos permitirán abaratar y suministrar las viviendas demandadas con la celeridad alcanzada por los demás procesos industriales seriados, tal como se ha generalizado para las demás fabricaciones en lugar de colocar los ladrillos uno a uno, procedimiento artesanal que no compagina con la modernidad.