30 enero 2009

Intelectual vs político

¿Quien puede afirmar hoy que la historia se paró con la caída del muro de Berlín, con las convulsiones de la crisis económica actual, con la venida de Obama al que llaman nuevo Mesías?

¡El mundo sigue avanzando y a que velocidad!, la ubicuidad que abarcan hoy las TIC, (tecnologías de la información y la comunicación), han situado al conocimiento: (entendido como el compendio de los sentimientos y la comprensión de los hechos) en el primer plano de la actualidad. Los artífices del progreso: (los científicos) que han surtido del instrumental inconmensurable puesto a nuestro servicio, como hecho fáctico por excelencia y (los intelectuales) que están llamados a: programar, ordenar, administrar, etc,...el discurrir de los pueblos, serán la garantía de que el futuro se desarrolle con racionalidad, al ser confiado a los agentes más responsables que se dispone, después de haber efectuado la selección objetiva de sus currículos.
Puestos a elegir: ¿A quiénes se confiaría el gobierno de los asuntos importantes que afectan al bienestar físico y mental de los humanos, hoy encargado a los políticos?

El conocimiento, facultad omnímoda de los humanos, siempre ha existido en mayor o menor proporción, pero actualmente gracias a los aportes de los TIC, la difusión, la extensión, el potencial, la capacidad, la rapidez, etc., han crecido exponencialmente, lo que hace del pensamiento el factor crucial para alcanzar la excelencia en realizar por los humanos las funciones en todos los campos de actuación. La forma de optimizar los resultados, solo se consigue si se cuenta con la mejor dirección para desarrollar cualquier empresa. La modalidad vigente por la que se ejerce la dirección de los países es la democracia, mediante el voto indiscriminado de los miembros de cada sociedad. ¿ No sería más racional hacer una selección entre los mejores, para llevar a buen término los resultados de una empresa de la que dependemos todos?

Parecerá una propuesta descabellada, poner en cuestión el sistema de gobierno que han adoptado la inmensa mayoría de los pueblos del planeta. Decíamos al inicio de este escrito, que la vida sigue a pesar de los cataclismos que se puedan producir; los que profetizan el final de la historia, desautorizan la función preponderante que tiene lugar en el laboratorio de las mentes de los humanos, consistente en avanzar en todo lo nuevo que va surgiendo sin solución de continuidad, con continuas aportaciones.

Orientando el retrovisor en el tiempo, la historia muestra abundantes personajes ilustres que jalonaron los acontecimientos con avances mucho más modestos que los que alumbra la actualidad con celeridad inusitada, si bien los tiempos recientes no se adornan con personajes deslumbrantes, hecho que se atribuye a que los grandes hitos alcanzados en los últimos tiempos, requieren de la contribución de los miembros que forman los equipos científicos compuestos de los especialistas idóneos para desarrollar cada una de las áreas de se compone cada hallazgo importante.


Considerando a la administración política de los países, como un aspecto crucial del que depende en gran medida el bienestar y el mayor o menor grado de felicidad de sus habitantes, atribuimos a dicha función una importancia capital. Los TIC forman parte de una generación de útiles, instrumentos, y/o auxiliares, para ejercitar funciones que rebasan toda elucubración mental, para la imaginación de los no iniciados, que intentamos compaginar con los filósofos de la antigüedad, que estaban a vueltas con los conceptos del tiempo y el espacio que han sido minimizados por los TIC al tener capacidad espacial para alojar en un “pendrive” de tres cms cúbicos de volumen, el contenido de los libros de la Biblioteca del Congreso, y que el tiempo en recorrer cualquier distancia planetaria por una noticia es instantáneo.

Contando con los TIC, para confeccionar los currículos profesionales de las personas, los que seguramente podrán tener gran utilidad por los demoscópicos del futuro, para seleccionar a los mejor dotados para cada función, en la formación de potentes equipos de sabios denominados Thing Tanks en desarrollar funciones de: aportación
de ideas, información de lo existente en el resto de países, para testar metodologías comparadas de cada especialidad, fijar estrategias, planificar las actuaciones en el tiempo, asignar prioridades, asesorar a los órganos rectores, los ejecutivos de los gobiernos, con dossieres establecidos con arreglo al método científico, fiables por su elaboración concienzuda y responsable.

Muchos calificarán de revolucionaria la anterior propuesta consistente en apelar a la inteligencia en lugar de la masa para regir los destinos de los pueblos, cosa que no parece tan descabellada. La primera acusación será la de ser retrograda al asignar las funciones de responsabilidad a los objetivamente más calificados por ofrecer mayores garantías. Nada más lejos de nuestra percepción, al exigir a los seleccionados aparte de las aptitudes técnicas para el desempeño de su función, la ética y moral a toda prueba de la que hayan dado muestras en su ejecutoria precedente.

En nuestros planteamientos incidirían múltiples aspectos que aseguren un trato igual a todos los ciudadanos, a los que se asista en todas sus reivindicaciones compatibles con los protocolos establecidos mediante acuerdos mayoritarios, asamblearios en los que pueden manifestarse todos los interesados, con aportación de los argumentos pertinentes sin coacción, moderados por miembros calificados del gobierno o a quienes deleguen.

Nuestro enfoque general es revolucionario en el sentido positivo de avanzar en aspectos que en nuestro entorno aún no han sido nunca esbozados, tales como que los patrimonios estratégicos que tienen incidencia en la marcha de los países estén bajo la salvaguardia gubernamental tales como: sanidad, educación, pensiones, subsidios a los necesitados de cualquier ayuda perentoria, y poniendo especial énfasis en que con una planificación exhaustiva de medios y recursos, no tendrían razón de ser el yugo del paro que constituye un aspecto de la esclavitud moderna que no tiene razón de ser si se equilibran los candidatos con las necesidades de mano de obra. CONTINUARÁ.