Investidura de Obama

Hoy, día de los fastos de su investidura, Obama, ha hecho un discurso acorde con lo que apuntábamos en nuestro escrito del 12-3-2008 que ha mantenido durante la larga campaña electoral en la que ha demostrado seguir en posesión de la audacia necesaria para superar las duras pruebas a las que ha sido sometido, saliendo bien parado de los imponderables opuestos a su biografía. Al haber alcanzado la suprema magistratura de la primera potencia mundial, con Obama se ratifica, que todo es posible en USA.

En su libro autobiográfico “La audacia de la esperanza,” Obama mostraba una reciedumbre de carácter fuera de lo común, junto a convicciones morales y éticas que ha seguido manteniendo en intervenciones de la campaña electoral y para sorpresa general, en su discurso de investidura ha ratificado su integridad lo que le confiere fundadas esperanzas en que lo desarrolle en sus decisiones gubernamentales.

La integridad, que como otras cruciales virtudes, escasean en los comportamientos de muchos personajes implicados en la política, debido a las tentaciones que ofrecen la multitud de incentivos que rodean al poder en las altas esferas, reconforta a la gente que alguien emerja sobre tanta inmundicia moral que emana de los poseedores de la fuerza militar, política, económica... para ser empleada contra civiles indefensos y niños, por intereses electorales u otros argumentos que repugnan a los sentimientos humanitarios y del sentido común.
Obama posiblemente, sin ejercitar su influencia directa, ha sido el factor determinante que haya cesado temporalmente la carnicería de Gaza. El cáncer que más metástasis esparce alrededor del mundo con los continuos atropellos a que someten los judíos al pueblo palestino con usurpaciones de su territorio con los asentamientos y los muros que deberían erigir alrededor del territorio que les fue asignado a ellos por la ONU, a fin de aislarlo de sus vecinos árabes, con lo que se evitaría la difusión del germen terrorista gestado en el mayor laboratorio que existe en el mundo: el estado de Israel.

Ciertamente son tantas las áreas en las que sería necesaria la intervención de Obama, empezando por el colosal desaguisado de la crisis económico-financiera gestado en su país con repercusión mundial que, sería necesarias las facultades del mayor demiurgo para solucionarlo; unido a las dos guerras en activo; la recuperación de la pérdida de prestigio con distintos países dejadas en herencia por el régimen anterior; la abismal diferencia entre ricos y pobres creada por la fiscalidad de su país; la degradación acelerada del planeta producto del desbocado despilfarro alentado por la publicidad consumista; aportar recursos para la subsistencia de tantos hambrientos y pobres desasistidos del tercer mundo y tantas cosas más que convendría solucionar, sería tarea de titanes, demasiado pedir, para que un ser humano pueda llevar a cabo.

Harían falta medios y energías fuera del alcance de la mayor potencia mundial, con recursos casi ilimitados de los que disponen los EE.UU. Pero, este país en su corta historia, ha conseguido avances espectaculares en sus centros del conocimiento: universidades, laboratorios, centros de investigación, etc,.. que han dado al mundo los mayores aportes del progreso tecno-científico que concitan la característica principal de los humanos: la creación, fruto de neuronas las elevadas por el conocimiento, son el milagro de la modernidad que han transformado el mundo en un solar placentero para los pueblos e individuos que gozan de los altos estándares del primer mundo.

De todos los comentarios emitidos estos días sobre la elección de Obama destacaría un artículo publicado en “El Pais” cuyo autor, un senador brasileño, señala los colores con que se debería adornar la ejecutoria del recién elegido presidente, que por las expectativas despertadas a nivel mundial debería asignársele el título del primer presidente del siglo XXI.
1º) El color negro, que le confiere el ser el primer presidente de raza negra.
2º) El color verde, que destacó en su discurso de investidura, con la defensa de la ecología, firmando el Protocolo de Kioto y el empleo de energías renovables.
3º) El color blanco, en defensa de la paz, liquidando en el menor plazo posible, los dos contenciosos bélicos de Irak y Afganistán.
4º) El color rojo, en defensa de reducir el diferencial económico entre los que más y los que menos tienen. Ha empezado por congelar los sueldo de los funcionarios que perciben más de 100.000 $ de sueldo.

Ciertamente, aspirar a ser el primer presidente del siglo XXI, para simbolizar los valores que van a caracterizar al recién estrenado tercer milenio, sería un gran honor ostentar un título personalizado en una época caracterizada por la desaparición de los seres providenciales, que iban precedidos del sustantivo hombre, que hoy sería con toda justicia reivindicado cuanto menos el neutro según las estadísticas, donde las mujeres van en cabeza en los índices del conocimiento, que es la suprema cualidad.
Nosotros, no estamos tan seguros de que a pesar de la popularidad despertada por Obama, vaya a merecer los honores propios de un ser de excepcional relevancia para representar a los nuevos tiempos, por la sencilla razón que la sociedad en la que está inmerso está regida por equipos formados de personalidades por lo general anónimas, cuya condición cambiante está supeditada, en política por ejemplo, por legislaturas limitadas a dos presidentes, que son insuficientes para los cambios necesarios.

Otro impedimento para que Obama sea elevado a los altares (en sentido metafórico) lo constituye un sistema político-económico sospechoso de tener graves deficiencias en su desarrollo, como ha sido constatado en la crisis actual, provocada por el liberalismo económico salvaje, que ha tenido que ser salvado con el dinero de todos, mientras que los beneficios, engrosaban preferentemente las fortunas de los más ricos de los que no hicieron partícipes al resto. Evidencias inasumibles por el sentido común, tales como que el ínclito Madoff, que dicen ha robado 50.000 millones de $ no merezca la cárcel que está abarrotada de chorizos que robaron una minucia. No será fácil engañar por mucho más tiempo a electores con tamañas vendas en los ojos.