28 marzo 2011

Novísimas formulaciones

La pérdida de audición y su consiguiente tratamiento, ha motivado la discontinuidad de mis envíos lo que no creo que nadie eche en falta, por el poco interés que susciten entre el auditorio en contraste con el multimillonario atractivo que despiertan Facebook y Twitter, espero que ello sirva de baño de modestia.
He aprovechado el paréntesis para profundizar en la lectura de un libro titulado LIBERTAD EN VENTA, de un periodista británico de bastante nombradía nacido en Singapur, de nombre John Kampfner, cuyo libro ha sido prologado por Lluis Bassets, redactor del diario El País.
Cito al prologuista, que hace una introducción al tema de incontestable evidencia, por lo que ha supuesto la presente crisis económica para la pérdida de prestigio de la doctrina neocon afianzada en las últimas décadas por los éxitos alcanzados por el Imperio de nuestro tiempo, (los EE.UU.) por la derrota del comunismo con la caída del muro de Berlín, emergiendo como la superpotencia indiscutible del planeta, por la prosperidad conseguida mediante la globalización económica y tecnológica, todos los tratadistas políticos auguraban que el siglo XXI sería de los EE. UU. y de Europa, (como franquicia de aquél) gozando ambos, de estándares de vida envidiables, con el Estado de Bienestar, infinitamente mejor implementado en Europa que en los EE. UU.
El declive de la hegemonía estadounidense se manifieésta de forma evidente: con la profunda crisis que está padeciendo el mundo occidental, que tuvo su origen en EE.UU., consecuencia de las políticas de Bush: las guerras de Iraq y Afganistán, con la humillación de los presos de Abu Ghraib, los vuelos de la CIA para la caza y el uso de la tortura sobre supuestos terroristas, los prisioneros de Guantánamo, y la escandalosa asignación de bonus millonarios a los inventores de las finanzas virtuales, que tras ser los beneficiarios de la bajada de impuestos a los más ricos decretada por Bush y ser resarcidos de la quiebra de sus bancos con el dinero de todos, (excepto el Lehman Brothers) que de nuevo se ufanan por haber conseguido beneficios de escándalo, a expensas de los países que están sujetos al acoso de los mercados, teniendo que recurrir a onerosos rescates con pérdidas de puestos de trabajo y prestaciones del Estado del Bienestar, en varios países europeos.
En el libro reseñado más arriba, se esboza una hipótesis revolucionaria mediante expresiones de personajes de prestigio como: Javier Solana, Felipe Gonzales, Romano Prodi,… que hablan de la desoccidentalización del mundo, de la fascinación por el mandarinato chino y expresiones por el estilo, lo que constituye por primera vez que la ideología política de difusión mundial, que había tenido hasta aquí el marchamo occidental inicialmente por Europa, transferido después a EE.UU esté siendo puesta en cuestión últimamente y sustituido por comportamientos políticos puestos en práctica en un pequeño país: (Singapur) en el que, los últimos sesenta años se viene aplicando una política de partido único implantada por Lee Kuan Yew en 1959 y que tras haberse jubilado su creador sigue aplicándose actualmente, política, que habiendo alcanzado una de las rentas más elevadas del mundo, merece la aprobación de sus habitantes a pesar de tener que sujetarse a numerosas restricciones, no contempladas en la Declaración Universal de los Derechos Humanas de la ONU, especialmente en lo que se refiere a la crítica de las actuaciones gubernamentales, cuya cámara legislativa constituida por 60 miembros, 50 de los cuales siguen perteneciendo al partido único, donde su fundador imprimió carácter por haber introducido normativas que obligan observar un buen comportamiento individual, para alcanzar la armonía colectiva.
Ciertamente, parece que existe un contraste abismal, entre la sacrosanta fórmula democrática occidental, de alternancia de partidos al frente de nuestros gobiernos cuya formulación expresa, limita las legislaturas ejercitadas por un mismo partido. Mediante la ley D’ont, para favorecer la gobernabilidad de la mayoría de los países existen dos grandes partidos, que ejercen: de ejecutivo (el ganador de las elecciones) mientras que el adversario es crítico con leyes que son aprobadas en el parlamento, con la promesa en muchos casos de derogarlas cuando se produzca la alternancia de poder. Sirva de ejemplo, de lo que acabamos de exponer en la práctica española de cómo se ha comportado el partido de la oposición en las últimas legislaturas, consistente en una oposición sin paliativos, a imagen de las competiciones deportivas en las que solo puede haber un ganador y un perdedor, lo que como ejercicio lúdico estimula las emociones, no así para la eficiencia de la acción de los gobiernos que repercute en los afectados que son los ciudadanos. Imaginemos empresas como las grandes multinacionales que tienen más de un siglo de arraigo en el mercado. ¿Que habría sido de ellas si hubieran carecido de estrategias que les aseguran continuidad. ? El método científico que ha dado los mejores resultados en orden a la eficiencia conseguida en todas las áreas de progreso en las que se ha involucrado la humanidad. La observancia de continuidad, constancia, concertación de esfuerzos, espíritu de consenso entre sus componentes para la obtención de resultados es crucial; la polarización en posicionamientos sectarios solo conduce a la ineficiencia.
El ejemplo de Singapur, dicen que cuenta con un alumno aventajado que por su importancia demográfica, etc,…podría llegar a tener mayor incidencia general: China, que en efecto se encuentra a años luz de los postulados de la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU., actualmente dicho país, dicen que teme que se produzcan levantamientos populares del tipo de los que san tenido lugar en el norte de África y el Oriente Medio, por lo que se han vuelto deliberantes con las reivindicaciones de sus naturales, aumentando el salario mínimo, poniendo trabas a la publicidad del lujo, ensalzando las aportaciones hechas por los ricos por sus ayudas a paliar el desastre del terremoto de Sichuan, en el que ha desempeñado un papel aleccionador el primer ministro chino Wen Sibao.
Son infinitos los considerandos a tomar en cuenta sobre comportamientos peculiares de un país con una antigüedad milenaria, del que solo se tuvieron en occidente las primeras noticias con la apertura de la ruta de la seda y posteriormente con la ocupación de enclaves del país por las cañoneras occidentales en el siglo XIX y por la invasión japonesa del siglo XX. La eclosión económica de las últimas tres décadas ha supuesto un revulsivo de repercusión universal acorde resultado de la incidencia que tiene modernamente la economía en la marcha de los pueblos. Seguramente, los contactos facilitados por los intercambios de todo tipo y especialmente por el turismo, nos aportarán noticias de los valores posiblemente peculiares de un subcontinente tan extenso y tan poblado, que ha tenido una civilización peculiar y novedosa respecto del mirarse al propio ombligo que ha caracterizado a nuestra idiosincrasia occidental, como si fuera el centro del mundo, cuando pueden ser de utilidad las aportaciones de otras culturas.
Resultaría sorprendente por su carácter revolucionario, que un país minimalista como es Singapur en extensión territorial y por número de habitantes, del que mediciones demoscópicas recientes certifican que sus naturales, están muy satisfechos de cómo les trata el gobierno de su país, llegando a aseverar que constituye el mejor experimento sociológico que se ha producido en el mundo, que por lo que se colige del libro citado más arriba, tiene como el más aventajado alumno para imitar sus prácticas es China, el país maximalista por antonomasia que existe en el planeta por extensión territorial y por número de habitantes. De producirse tal metamorfosis social, que naturalmente llegaría a tener una importante incidencia a nivel planetario, se podrían atisbar cambios copernicanos en los comportamientos sociales más proclives hacia la armonía social en las relaciones humanas, restando quilates al poder omnímodo del dinero y a la polarización que imprime la fortuna económica, entre los multimillonarios que crecen en aumento exponencial, paralelamente a la depauperación creciente de la mitad indigente de la población mundial.