Se esperan recortes drásticos

El pueblo español ha firmado su sentencia para la próxima legislatura, con la rotundidad que marca la exultante mayoría absoluta alcanzada por el PP con el asentimiento de una mayoría de sus votantes, que saldrá objetivamente muy perjudicada por las medidas que se tomarán por aquellos que con: subterfugios, engaños, ocultaciones,..y por fidelidades afectas a unas siglas, se mantienen genéticamente inamovibles unidos a su partido de toda la vida, sin hacer el menor análisis de lo que van a perder de sus derechos en su calidad de vida económica.
Ciertamente la coyuntura histórica que están atravesando los países que forman la Unión Europea es además de dramática, muy peculiar, al consentir que los ensalzados principios democráticos, se hayan doblegado frente al poder de las finanzas, que son las que ponen y quitan los gobiernos de países del sur, a los los que llaman PIGS, (cerdos en román paladino) sin que hasta ahora, hayan surgido las contundentes protestas que previsiblemente tendrán que estallar, si es aplicada la hoja de ruta que a no dudar pondrá en práctica el PP entre sus primeras disposiciones, que se ha cuidado de ocultar en su campaña electoral, lo que comporta una flagrante falta de honestidad política, al haber eludido en su programa cualquier referencia a lo que saben de antemano que van a sustraer de los bolsillos de los trabajadores.
Algunos puntos clave que aplicará el PP, apuntados ya, por algunos de los genios más proclives a las finanzas españolas, que naturalmente, siendo afines a las consignas de la troica europea, constituida por: el BCE, la CE, y el FMI, bajo la batuta de la Merkel, serán las que eventualmente se apliquen en España por el PP, avalado por su espectacular mayoría absoluta electoral, esta vez sin tener que recurrir a las prácticas antidemocráticas utilizadas en Grecia y en Italia, para diseñar la futura hoja de ruta futura de la Unión Europea, esbozada en los siguientes temas:
1º) Subir el IVA, como se ha hecho en Grecia, Portugal,…
2º) Eliminar las indemnizaciones por despido de los trabajadores.
3º) Suprimir cualquier subvención para los obreros que estén en el paro de larga duración.
4º) Establecer el copago, en los servicios que presta la sanidad pública.
5º) Acelerar las privatizaciones de lo poco que queda en manos del Estado.
6º) Derogar la ley de asistencia a los necesitados.
7º) Constituir un Banco al que que asignar los créditos fallidos, a cargo del Estado para sanear y revalorizar a los restantes para que puedan prestar créditos.
8º) Rebajar en 30.000 millones de euros el presupuesto estatal del año 2012 que habrá que saber si alcanzará para amortizar la deuda de 300.000 millones de euros contraídos por la deuda soberana y la de los bancos.
Para los super-ricos, los puntos expuestos para la hoja de ruta esbozada por ilustres tecnócratas afines al PP, para que dicho partido los aplique a la mayor brevedad posible, en forma de leyes sirviéndose de la mayoría absoluta alcanzada, no les reporta el menor sacrificio, mientras que a tantos obreros, que han votando al PP, les supondrá el expolio de las conquistas sociales logradas por gobiernos del PSOE con sacrificios de los trabajadores durante los 30 años de democracia en nuestro país. Cabe mayor sinsentido, producto de la ignorancia supina, servida por una publicidad al servicio de los que poseen la propiedad de los media, con la coacción que supone mantener un puesto de trabajo en tiempos de tanto paro sistémico, que sufre nuestro desgraciado país, constituye el arma por antonomasia para comprar opiniones, mientras persista la más ominosa de las carencias: la falta de un puesto de trabajo para quien quiera trabajar.
Las promesas esbozadas por ciertos voceros del PP, de que el 21 de noviembre del 2011 ya se verían cambios en positivo en los comportamientos de nuestro país, para según ellos solucionar la crisis y el paro, ahora los posponen al imperativo legal de los plazos establecidos para la transmisión de poderes, sin aparecer Rajoy en público desde el día de las elecciones, sin hacer caso al clamor que le pide que avance los nombres de alguno de sus principales ministros.
Todos los indicios apuntan que el nuevo gobierno provisto de la carta blanca que le otorga su abultada mayoría, los recortes van a ser draconianos para los trabajadores, sin afectar en lo más mínimo a los intereses de los mercados que en lo que respecta a España no será necesaria la imposición de tecnócratas al frente del gobierno, puesto que todos los indicios apuntan en que con el partido que han elegido los españoles, no hará falta que los mercados impongan sus leyes sinó que el gobierno les cederá sin contrapartida alguna sus plenos atributos, estando nuestro país al borde de un precipicio similar al que se encuentra Grecia, si no se produce el milagro de que Alemania ceda en la defensa obstinada que hace de sus prestamistas propietarios de los fondos que están haciendo su agosto con la especulación actual, en que el BCE presta dinero al 1,5 % de interés, al tiempo que los especuladores cobran de los países en riesgo hasta el 7%.
Como se está poniendo de manifiesto actualmente, la democracia occidental ha rendido sus atributos a las finanzas como además de Europa, que ha sido uno de sus baluartes, Alemania se impone al resto de los países de la UE en defensa de los poderosos y el gobierno de los EE.UU. claudica frente el ímpetu que exhiben los republicanos en favor de los más ricos, para eliminar cualquier otra intervención gubernamental que no sean el ejército y la seguridad, cuando en otras áreas territoriales la tendencia, como se ha puesto de manifiesto en la actual reunión en Hawai de los países del extremo oriente del pacífico, mayoritariamente están poniendo en práctica políticas estatales, cuyo paradigma es Singapur, en el que durante los últimos 60 años está instalado en el poder el mismo partido político, que si bien su forma de gobierno no admite mayores críticas a las resoluciones que está aplicando, sus moradores están a gusto con el mismo, por los sustanciales beneficios que les ha reportasdo.
Las teorías políticas, a semejanza del cúmulo de progresos en los comportamientos que han desarrollado los humanos a lo largo de la historia, han estado sometidas a los cambios que imponen los instrumentos que han sido puestos a disposición de las personas para su uso, con mucha mayor aceleración en la actualidad en que la tecno-ciencia con sus trascendentales aportaciones ha modificado hasta tales extremos nuestras vidas, que es intempestivo comparar por su incidencia en el comportamiento de los afectados, por ejemplo: lo que era la carreta de bueyes para viajar con respecto al avión, el vivir en una choza o en un rascacielos con todo el confort que proporcionan sus adelantos, o disponer de Internet para accede al arsenal de conocimientos que proporciona en lugar de mantenerse en la ignorancia, y así hasta el infinito de logros que caracterizan a los cambios acelerados que tienen lugar en nuestros días, sin solución de continuidad. ¿Por qué no cabrían aplicar para la elección de los responsables encargados de la administración de los pueblos, mediante el principio de la democracia directa, en que las mayorías moduladas por ordenadores, a las que no se les pudiera achacar la menor parcialidad, por ser verificables para cualquiera de los afectados, lo que permitiría elegir a los preferidos por las mayorías sin interferencia alguna.?
Las democracias actuales están en entredicho, porque a pesar de las enmiendas aplicadas a las mismas para adaptarlas a los tiempos, igual que para la carreta de bueyes y la choza insoluble, requieren de cambios estructurales, que las despojen de la fronda insondable de disposiciones que enmarañan los protocolos, haciéndolos comprensibles solo a los profesionales de la política. Los administrados requieren estar amparados por los mecanismos que la humanidad ha generado para satisfacer los derechos inalienables que corresponden a las personas proporcionados a los bienes: físicos, psíquicos y morales,… alcanzados por la civilización en los últimos estadios del progreso, suficientes para desarrollar una vida digna, exenta de excrecencias de un pasado plagado de guerras, codicia, opresión de los débiles mediante diferencias abismales de poder y de medios que exacerban la ostentación de unos pocos poderosos, para humillación de mayorías condenadas a la indigencia.