Dos sistemas sociológicos antagónicos

Desde la más remota antigüedad de la que se tiene noticia, las sociedades humanas han sido regidas por los poderosos valiéndose de los clásicos poderes fácticos: del dinero, del mando, del ejército, de la fe, …. mantenidos y sustentados a través de la herencia transmitida de padres a hijos sin solución de continuidad. La actualidad se configura con la tendencia, de que los méritos adquiridos a título personal, tengan prioridad sobre los demás, si bien los hábitos adquiridos en tantos siglos de prácticas espurias aplicadas por los privilegiados, que a pesar de ser tan pocos según pregonan los indignados del 15M, que solo el 1% nos gobiernan al restante 99%, desacreditando la ficción democrática de una persona un voto, como mandato legal establecido para la gobernación de los pueblos occidentales.

Hoy, la globalización ha permitido conocer las actuaciones desarrolladas en los distintos países del mundo, en función de la idiosincrasia de sus habitantes determinadas por el devenir histórico que les ha precedido en las últimas etapas de sus vidas, en las que se han configurado sistemas de gobierno más proclives a premiar las aportaciones reales de sus habitantes, en lugar de atender a la herencia y al padrinazgo, para designar a dedo a los que nos siguen gobernando con el mandato de las: finanzas virtuales, los paraísos fiscales, la fórmula generalizada del “Laisser Fair” establecidos por el liberalismo económico neocon que ha transferido todos los atributos al capital que es el que rige en el mundo occidental, que está sumido en una profunda crisis económica y moral , al tiempo que los países emergentes muestran altas cotas de crecimiento, que determinan avances del PIB mundial en su conjunto, cuando hasta aquí , dichos países nunca habían contado para incidir en los resultados macroeconómicos a nivel planetario, que era establecido por los países desarrollados.

La disparidad de resultados derivados de los comportamientos de los agentes que más inciden en los efectos económicos y anímicos de las poblaciones afectadas, por el trauma que supone pasar del despilfarro a la austeridad, produce en los dañados por tal mutación: desánimo, pesimismo, frustración,… que son malos augurios de futuro, que inciden especialmente en las nuevas generaciones, convencidas, de que los hallazgos del progreso, no pueden tener marcha atrás y que los fracasos, solo pueden ser atribuidos a la deficiente administración de los recursos proporcionados por la tecno-ciencia, que está capacitada para permitir a los humanos vivir las etapas más esplendorosas del devenir histórico, capaz de acometer la aventura del logro de la felicidad, mediante el buen uso del instrumental material e intelectual con el que se cuenta actualmente, para revertir el cúmulo de problemas en los que está inmersa gran parte de la humanidad, mediante el recurso a la racionalidad que proporciona el entendimiento entre las personas, por las vías: de la empatía , la solidaridad, la bonhomía, la equidad,…metas superiores al simple afán de poseer más que el vecino.

La situación económica, es un referente importante para medir el grado de satisfacción física y anímica de las comunidades humanas por las vicisitudes que atraviesan. En la coyuntura actual, Europa y especialmente España, están inmersas en una profunda recesión económica y sobre todo anímica de la que no se atisban posibles salidas en el corto ni en el medio plazo, atribuibles en parte a las consignas que el actual gobierno español, recibe de la UE, BCE, FMI,..que consiguen enfrentar dos ideologías e intereses antagónicos como son, el dominio del dinero sobre el de los ciudadanos productores de los bienes y servicios a la sociedad, bien entendido que la avasalladora incursión del dinero en la escena política, a partir de la crisis actual, es consecuencia del ahorro acumulado por la gente común durante la era de prosperidad que se ha vivido, confiado a los bancos en forma de distintos fondos, que los bancos han explotado a través de operaciones especulativas en beneficio de sus gestores que los han depositado en paraísos fiscales, que ahora han sido amnistiados por el actual gobierno español, que en los 100 días desde que ha sido elegido, ha dictado una abrumadora cantidad de leyes y normativas que nos retrotraen a tiempos de la involución que hemos sufrido durante siglos, bajo el caciquismo despótico del que conseguimos librarnos con la reciente democracia que ahora pretenden quitarnos.

En efecto, el pueblo español así como el de los restantes países europeos (esperemos que se corrija en las elecciones francesas) se aperciban de que el gran enemigo de las civilizaciones actuales es el dinero depositado en pocas manos que nos gobiernan como ha quedado demostrado, con la puesta al frente de los gobiernos de Grecia e Italia de sendos agentes financieros. El antagonismo visceral puesto en práctica por el actual gobierno de derechas español, en su estilo y en sus determinaciones con el ordeno y mando, permitidos por la mayoría absoluta con la que cuentan, dirigido contra los que menos tienen, es una muestra incontrovertible de lo que nos espera, con aplicación de recortes en todas las conquistas sociales alcanzadas, para que, lo que se sustrae al elemento productor revierta en los que más tienen mediante las prácticas de casino de las finanzas virtuales. Talles procedimientos repugnan a la razón y a la inteligencia de las nuevas generaciones que no podrán comulgar con las ruedas de molino impuestas por la codicia: del siempre se quiere más.

Recientemente han aparecido en el mundo otros enfoques sociológicas puestos en práctica en otras latitudes y países que difieren sustancialmente de las prácticas neocon que guían al mundo occidental, conocidas gracias a la difusión que hacen las TICs de los resultados obtenidos en el tercer mundo, con aplicación de la fórmula: ganador-ganador destinada a que los países del tercer mundo salgan del estado de postración por la codicia practicada sobre los mismos por el colonialismo y el abandono en que fueron dejados tras el mismo, para beneficio mutuo de las partes contratantes, consiguiendo con ello tratar de redimir a los pueblos africanos, asiáticos, iberoamericanos, de las servidumbres engendradas por la falta de conocimientos y de los medios materiales ahora existentes puestos en práctica.

Muchos dirán que la enunciación de los hechos es populismo y demagogia que obedece a sectarismos preconcebidos, pero a la vista de resultados obtenidos por otros métodos antagónicos a la supremacía del dinero y a la eliminación de los frutos del progreso para los más necesitados, son evidencias mucho más palmarias que los discursos emitidos por publicistas aduladores de quienes les aseguran un puesto de trabajo obligados a vender sus convicciones por un plato de lentejas, en tiempos de tanto paro y precariedad laboral. Pues bien, una vez más es obligado poner a colación el hecho paradigmático que un país de considerable incidencia geográfica y demográfica a nivel mundial, ha conseguido en el lapso de pocas décadas, batir todos los records de crecimiento: económico, cultural, civilizatorio,…. en ítems importantes de progreso especialmente en la pedagogía desarrollada por doquier, para que el resto del tercer mundo tome ejemplo de sus naturales dispersos en la diáspora planetaria en que están distribuidos dando ejemplo de austeridad, trabajo, fidelidad a sus raíces, y espíritu de solidaridad universal.

Creemos que sería de gran utilidad para un entendimiento objetivo entre las personas, que las informaciones aportadas por las TICs que permiten la comunicación universal mediante las redes sociales para aclarar los hechos que se producen en cada momento y lugar, difundidos a través de las tertulias participadas por los mejores especialistas en cada tema, que permitieran alcanzar consensos entre las distintas opiniones, reflejados en encuestas acertadas por el perfeccionamiento que se espera de dicho medio, que dieran como resultado conseguir el gobierno de los mejores, aceptado por mayorías establecidas por los correspondientes protocolos, podría llegar a ser un sustituto eficaz a la polarización de posturas antagónicas que ha generado el liberalismo económico, dando la entronización al dinero como el dios que todo lo determina en los comportamientos humanos vigentes.