Monocolonialismo económico universal
En una entrevista a Samir Amin, este politólogo asegura estar autorizado para someter al poder omnímodo del dinero, hoy asentado en los grandes países: EE.UU. Europa y Japón, al análisis de una visión observada desde el sur, que muestra como el resto de los países del planeta con poquísimas excepciones, se han sometido a la tríada de gobernantes del mundo respaldados por el poder del dinero, que en opinión del entrevistado conduce a la implosión del sistema en razón del fracaso alcanzado, al haber llevado a la democracia al más ridículo espectáculos al quedar relegada de todos sus atributos de mando cedidos al capital, por los llamados partidos democráticos tanto los de derechas como los de izquierdas.
En opinión del entrevistado, existe un solo país que se opone a la corriente general: China, que tiene su propia hoja de ruta, ajena a las manipulaciones de la tríada, implementando la creación de riqueza a nivel universal, gracias a la globalización que permite llevar al resto de países del tercer mundo su fórmula de : “ganador- ganador” que les ha permitido en pocas décadas salir del retraso y la pobreza , aplicando la metodología moderna que permite con el recurso a la: laboriosidad, la austeridad, la solidaridad, el poder blando y la colaboración con los países necesitados de los medios y métodos que permiten acceder a la modernidad, que es pródiga en beneficios aportados por la tecno- ciencia que dispone del instrumental que permite salir del retraso secular en que se encuentran los países sometidos al dominio por antonomasia: - el dinero- que permite al 1% de los muy ricos dominar al restante 99% de los mortales mediante el instrumento que terminará despertando en los pueblos tal aversión, que provoque acciones conducentes a la implosión del neoliberalismo como el mayor enemigo de las mayorías de los pueblos y sus moradores.
El espectáculo que ha dado Europa, con el rescate económico de los países periféricos que permitieron endeudar a sus bancos a extremos inadmisibles para la racionalidad, que a su vez incidieron en la debacle de las deudas soberanas de sus respectivos estados debido a la recesión y el paro al estallar la burbuja inmobiliaria, con déficits inasumibles para dar continuidad a los privilegios alcanzados por el pueblo llano, que es el que ha recibido el reproche de derrochador, cuando han sido los bancos los que cometieron el desaguisado al contraer una deuda exterior desorbitada dando pábulo a su afán especulativo que produjo réditos sin límite que han ido a engrosar las bolsas de los más ricos por la desidia de los gobiernos y los organismos de control, que por presiones varias instigadas por la corrupción generalizada en nuestro país, han conducido a la recesión actual, que no tiene visos de remitir.
El dinero, como factor instrumental que permite acometer los grandes proyectos de los que están tan necesitados los países del tercer mundo, para salir de la penuria para sobrevivir a que están sometidos, sabiendo que existen los medios alumbrados por el conocimiento para proporcionar una vida digna a las personas que pueblan el mundo, aflorando los recursos existentes en zonas del planeta que permanecen vírgenes, sin extraer de los mismos los ingentes caudales de riqueza potencial con el que cuentan, consecuencia de los impedimentos físicos y sobre todo administrativos que dificultaban las intervenciones a nivel mundial.
La globalización, inicialmente acometida por las grandes multinacionales para deslocalizar sus factorías que requerían abundante mano de obra a países donde los salarios eran más bajos, para que sus productos fueran más competitivos, a dado como resultado que países receptores de tales factorías, han asimilado tal coyuntura, pasando de ser en el caso de China: de la etiqueta de “made in China” a la de “made for China” al haber potenciado facetas del: estudio, logística, poder blando, aceptación de las condiciones locales de cada país, sin interferir en las mismas, ofrecer seriedad en los contratos con terceros países, por estar refrendados inter gobiernos al ser establecidos entre empresas y bancos nacionalizados, en lugar entre empresarios y gobiernos, asistidos por la ingente diáspora con que cuenta el llamado “imperio del centro” de sus naturales extendida por todo el mundo que da sentido: de laboriosidad, austeridad, identidad de procedencia, que no pierden en cualquier lugar donde ejerzan.
Los resultados obtenidos en las tres décadas en que el gran país oriental se ha mostrado al mundo en sus grandes potencialidades de intervención, en todos los aspectos que afectan al progreso que aporta la modernidad tales como: el crecimiento del PIB, la traslación de masas ingentes de trabajadores del campo a la ciudad, la urbanización y la vivienda modernos, el aumento del salario mínimo, las infraestructuras de comunicación modélicas, los centros de estudios e investigación más prestigiosos, el volumen de internautas que establecen los círculos de comunicación e información, necesarios a la armonización social de sus ciudadanos y por último el ingente volumen de relaciones con el mundo exterior que les lleva a poner su ejemplo y medios para realizar grandes obras en los países del tercer mundo donde emplean la fórmula de: “ganador- ganador en beneficio recíproco de ambos contratantes.
Sería provechoso, seguir el desarrollo del país que según Samir Amin, aporta fórmulas de actuación diferenciadas a las de la tríada neoliberal que rige el mundo occidental, en que el dinero que es el factótum que alcanza todos los predicamentos de dominio ostentado por muy pocos, en detrimento del tan proclamado poder democrático de una persona un voto que queda en una caricatura, frente a lo que acontece en la Unión Europea, donde los gobiernos de los países carentes de respaldo financiero, están sometidos al completo albedrio de sus prestatarios a los que están obligados a someter sus presupuestos, antes que a sus administrados, para ser refrendados. Tales realidades someten a sus afectados a situaciones anímicas: depresivas, desmoralizantes, faltas del factor optimismo, que es facilitador de los milagros humanos, al tiempo que el dominio de unos pocos poderosos sobre las mayorías, es retrógado.
1 Comments:
Me gusta la norma "ganador-ganador", aunque no sé cómo la cumple China. Sómo podremos sobrevivir si practicamos juegos de suma no cero, o, dicho de otro modo, si todos los seres humanos nos consideramos miembros de un mismo equipo, dispuesto a ganar.
Un saludo
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