China como ejemplo
En una reciente entrevista al corresponsal de La Vanguadia: Rafael Poch de Feliú, éste indicó en sus respuestas, que, aunque parezca muy fuerte el decirlo,: China es el país mejor gobernado del mundo. Avalando dicho aserto por haber ejercitado durante más de treinta años la corresponsalía, en: Rusia, China y Alemania, lo que le permite hacer una exposición de primera mano, de los importantes cambios habidos en los procesos políticos de los países citados, en los que desarrolló su función periodística.
Como introducción a la citada entrevista, hace una exposición de principios en la que pone el énfasis, de que un profesional de la información, debe haberse documentado profusamente previo a poder enjuiciar los hechos objetivamente en las crónicas que emite desde los países en los que ejerce su corresponsalía, independientemente de la línea ideológica predominante del país y del periódico a los que van destinados sus artículos. Desgraciadamente, dicha condición difícilmente se acomoda a la línea y el interés ideológico-económico, vigente en las distintas: áreas, países, personas,… existentes, que así como muestran la riqueza de enfoques que engloba la pluralidad, resta libertad a los informadores, por lo que se podría llamar el efecto pesebre, que tanto condiciona al capitalismo por los escándalos de corrupción tan generalizados, en los que está inmerso nuestro país, como resultado de la codicia, el afán de lucro, que todo lo contamina en el contexto en el que ahora nos movemos.
El mencionado corresponsal del periódico La Vanguardia, que asistió a los cambios políticos copernicanos que han tenido lugar en los países citados, en que permaneció durante las tres últimas décadas transcurridas desde la caída del muro de Berlín hasta nuestros días, merece una especial atención en sus juicios, plasmados en un libro sobre la transición y sucesivo desarrollo chino y especialmente en la entrevista de estos últimos días, en la que hace una amplia exposición de sus experiencias vividas en los países situados en una órbita política distinta de la del mundo occidental del que formamos parte, desde donde es más difícil opinar objetivamente de prácticas políticas que tienen lugar en contextos tan diferenciados, como lo fueron los dos bandos enfrentados durante la guerra fría. La globalización, en las sucesivas fases de desarrollo, permitirá un mayor y mejor conocimiento de las distintas ideologías que germinan en las mentes de las personas, producto de los inconmensurables aportes que hace el conocimiento moderno por medio del ingente arsenal de medios existentes, tales como: su difusión por medio de las TICs, de la facilidad de los transportes, del turismo, de los intercambios de todo tipo que aflorarán potencialidades que permanecen ocultas, sin haber sido explotadas, por tantos universitarios de todas las especialidades que permanecen en paro, causado por un sistema absurdo que se permite despilfarrar el mayor activo de los humanos que es el conocimiento, en aras de los factores dominantes : dinero y propiedad, que mediante facultades espurias transferibles por herencia, constituyen el último expediente que se han procurado los poderosos, para seguir ejerciendo el dominio de unos pocos parásitos, sobre las masas trabajadoras que incluyen a todos los que ejercen las ilimitadas funciones necesarias que demanda la vida moderna.
Se ha establecido un tipo de democracia, que como su nombre indica, debería consistir en el gobierno del pueblo por el pueblo, mediante el ejercicio de una persona un voto para elegir a sus gobernantes, mientras que, últimamente, en países del sur de la U.E. la llamada troica, ejerce la acción de gobierno con imposición de principios financieros, basados en la especulación, del dinero virtual obtenido por los bancos que obtienen el dinero del BCE al 0,5 % de interés que prestan a los países endeudados al 5%, lo que para el más lerdo de los mortales representa un robo que no obstante está legalizado.
Un mundo basado en un sistema de gobierno basado en principios como el expuesto en el punto anterior, supone la mayor aberración a la que votó la mayoría de los españoles al partido que lo está implementado y al que ahora se oponen mayorías concienciadas de jóvenes y mayores, que son parte de los más de seis millones de parados de nuestro país, como oprobio del sistema político que conduce al país que lo sufre a la recesión económica, sin visos de poder salir de la misma durante años.
En el otro extremo de las condiciones expuestas, se encuentra un país denigrado por los partidos políticos de nuestro arco parlamentario, en que partiendo de precedentes históricos más humanos, como es el confucionismo, que hace de la familia el núcleo de asistencia para los desamparados, que, ahora que todo se globaliza, cuentan con un gobierno paternalista que vela por los que más lo necesitan, mediante la ordenación de los flujos poblacionales para ser dirigidos del campo a las ciudades, en la medida que éstas permiten acoger de forma racional dichos flujos, mediante la urbanización previa de las ciudades, al tiempo que mediante instituciones estatales en sustitución de las multinacionales occidentales, está abriendo yacimientos ocupacionales a las numerosas diásporas de sus nacionales esparcidos por el mundo, para asegurarles un puesto de trabajo en cualquier latitud geográfica necesitada de pedagogía y medios para que los países expoliados por la experiencia colonialista de los pasados siglos, puedan salir del atraso mediante fórmulas racionales de ganador-ganador, aflorando riquezas, que permanecen veladas al aprovechamiento por falta de medios humanos y de medios técnico-económicos para ponerlas en explotación.
En la desesperanzada situación en que se encuentran jóvenes preparados en nuestro país, que no ven posibles salidas para encontrar empleo dentro de nuestras fronteras, muchos de ellos, planean salir al exterior para buscar un puesto de trabajo. Si para este fin contaran con organizaciones nacionales avaladas por el propio gobierno, aportando los poderosos recursos humanos-técnico-económicos, para desarrollar campañas de modernización en países del tercer mundo faltos de recursos para aflorar yacimientos: de energía, materias primas, agricultura, agua, clima, infraestructuras, urbanismo,.. mientras que un individuo en el extranjero, se siente abandonado arropado por las grandes corporaciones, especialmente las gubernamentales orientadas al bien común material y sobre todo anímico de sus naturales, orientan las salidas de sus naturales hacia la globalización, para asegurar un puesto de trabajo, que constituye el sostén de las familias asegurando la continuidad de las etnias. Mediante la informática, resolver problemas administrativos para asegurar un puesto de trabajo para cada persona, se limita a una operación aritmética, jugando con parámetros de formación profesional estratégica desde la escuela, horas de dedicación para desarrollar cada función laboral debidamente extrapolada a la extensión global a las que tendrá que atender la programación coordinada entre países.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home