04 marzo 2013

Problemática general

El desenlace de las elecciones italianas, no parecen haber satisfecho los intereses que los distintos actores habían depositado en las mismas: el centroizquierda, se ha quedado corto respecto de los votos que les auguraban las encuestas, Monti, muy lejos de los deseos de la Unión Europea, Berlusconi con mayoría en el senado, gracias al voto de la rémora de los instalados, y el partido de las cinco estrellas de Grillo, que en la campaña electoral ha sido orillado por Bersani, lo que dificultará la única posible entente que permita la gobernabilidad de Italia. España, el país con más paro de la UE y posiblemente del mundo, acusará en propia carne las repercusiones del fracaso electoral italiano, con la subida de la prima de riesgo en cuarenta puntos y las pérdidas en Bolsa, consecuencia de lo cual se irán al garete las expectativas despertadas por el discurso del estado de la nación, en el que Rajoy, fue aplaudido con tanta entusiasmo por su bancada en el Congreso, con la esperanza de evitar el rescate de nuestro país por la UE.

A la vista de los resultados de las elecciones italianas, en que tantos se rasgan las vestiduras por las dificultades con las que se encontrará su eventual futuro gobierno, salido ayer de las urnas. El gobierno que se encuentra en el borde del abismo es el nuestro, a pesar de contar con mayoría absoluta en las Cortes, contando con un índice de paro del 26%, (el italiano es menos de la mitad del nuestro: el 11%), con nuestra deuda del 100% del PIB, teniendo que pagar intereses del 6%, por los créditos que se piden al exterior para poder atender las obligaciones del Estado a pesar de los recortes draconianos que hacen al Estado del Bienestar destinados a los trabajadores e incluso a las clases medias, que conjuntamente salen a la calle a protestar por tanto recorte que llevan a cabo tantos corruptos, amparados por jueces compinchados, a la vista de evidencias tan flagrantes como están haciendo con los encausados de la trama Gürtel, y el escándalo Bárcenas, sin que ninguno de ellos esté aún en la cárcel, coartada que utiliza el PP al decir que los socialistas fueron encarcelados mientras que ellos no.

Ciertamente, los países del sur de Europa, los que limitamos con el mediterráneo incluyendo Portugal e Irlanda, estamos en riesgo de ser rescatados por los países ricos del norte, porque hemos incurrido en despilfarros producto de la especulación a que nos han inducido los bancos con la complicidad de los organismos de control económico, en nuestro caso el Banco de España y el CNMV. Los bancos que tienen la facultad de conseguir dinero mediante la emisión de papel moneda y/o de pedir préstamos al exterior, como sucedió con el boom urbanístico-inmobiliario que estalló con la burbuja, tras doce años en que las finanzas virtuales durante una docena de años, en que amasaron fortunas ingentes los listos desaprensivos por medio de la especulación, que son favorecidos una vez más por los Estados, que cargan a las haciendas públicas de los países, como deudas soberanas a satisfacer por todos los contribuyentes, mientras que los bancos que las contrajeron se salen de rositas.

Nuestro país, con el boom urbanístico- inmobiliario ha sido un paradigma mundial de la forma en que el beneficio especulativo general, que deslumbró a los codiciosos perjudicando al resto de la población española, fue el detonante que permitió a los jóvenes para que abandonaron sus estudios para subirse a los andamios donde ganaban sumas exorbitantes que superaban sus expectativas; al tiempo que incitaron a inmigrantes a venir a nuestro país por el efecto llamada en proporciones excesivas para ser acogidos con garantías de trabajo en España, cuando estallara la burbuja.

La miopía, y/o hacer la vista gorda por las autoridades responsables, de los habitáculos que se construían en España durante el boom inmobiliario, que rozaban el millón de pisos cada año, excesivos a todas luces a las necesidades del país; solo perseguían el señuelo de la especulación ejercitada por los desaprensivos, que al igual que ejercitan ahora los bancos extranjeros al prestar al 6% anual al gobierno español, el dinero que les presta el BCE al 0,75%, constituye el mayor robo legalizado del que se valen las finanzas, mediante triquiñuelas legales, que han hecho del dinero virtual el factor por antonomasia que gobierna el mundo, al que los humanos rinden pleitesía por las virtualidades que le son atribuibles, que no son otras, que el último recurso inventado por los poderosos para seguir gobernando a las sociedades humanas, como lo han estado haciendo a lo largo de la historia, por otros medios como han sido: guerras, ignorancia, herencia, padrinazgos, influencias.

Va siendo hora, que las mentes formadas en la inteligencia que permiten los avances que ha proporcionado la tecno-ciencia, hoy con difusión planetaria por conducto de las TICs, superadoras de todos los obstáculos que se puedan oponen a derechos tan elementales como el aire que respiramos, lo mismo será el conocimiento humano que constituye el factor que nos diferencia de todos los demás seres vivos que pueblan el planeta Tierra, que nos ha obsequiado con el elemento diferenciador único que es la inteligencia que hasta aquí, ha sido monopolizada por los poderosos, que impelidos por la parquedad de los recursos limitados de los que se disponía antes de la eclosión de la modernidad, que ha amplificado hasta límites paradigmáticos la producción de bienes y servicios demandados por la humanidad, no tendrán razón de ser, los vicios e inmoralidades engendrados por la codicia, la propiedad, el siempre queremos más, a que induce ambicionar el tener lo que otros no son capaces de poseer para despertar la envidia de los demás. La sociedad madura tendrá su eclosión humanizada cuando cada uno disponga de lo que necesita para satisfacer sus deseos y apetencias racionalizadas, meta susceptible de alcanzar cuando la humanidad madure para comprender que existen en las personas sentimientos más elevados que la simple posesión física de cosas, la felicidad reside en que cada persona sea reconocida por sus semejantes, como un factor que contribuye en alcanzar el bien general.