Victoria pírrica del chavismo

Las elecciones venezolanas han puesto en evidencia la importancia intransferible del carisma de personajes providenciales que aparecen en el discurrir de la historia, portadores de mensajes que condicionan la marcha de los países y de sus entornos, como ha sido el caso venezolano por el influjo del chavismo, que ha dado pié a la expansión de un foco de progreso allende sus fronteras en la región iberoamericana, sometida a dos colonizaciones sucesivas como fueron: la española de características clásicas y la yankie económico-militar, orientada a la explotación de los recursos y sus habitantes para su provecho a través de sus testaferros, a los que asignaban la gobernación delegada de dichos países.

El único país de la región suramericana, que se mantuvo exento del círculo de hierro opresor del dominio USA, desde la mitad del siglo XX hasta nuestros días , ha sido Cuba, que logró dicho estatus gracias a la coyuntura que le brindó la guerra fría, por medio del pacto entre Kennedy y Kruschev, para la retirada de los misiles nucleares rusos de Cuba, que comprendía la promesa de que no sería invadida la isla caribeña, por el coloso del norte. El segundo intento de conseguir que un país latinoamericano, se viera libre de la tutela USA en el transcurso de los últimos casi 14 años, ha sido Venezuela, atribuible al carisma de Chávez, que consiguió beneficiar a los pobres de su país en detrimento de los privilegios que siempre han tenido en la región los amos de siempre: los poderosos.

El cambio económico experimentado en Venezuela, ha tenido una rápida extensión en el subcontinente americano, donde, en la mayoría de los restantes países del área, en los que se han afianzado gobiernos con similares presupuestos económico-sociales, más o menos homologados al bolivariano, instituido por Chávez en Venezuela, consistente en nacionalizar sus principales recursos naturales: preferentemente el petróleo, para ponerlos al servicio de los indigentes, carentes de lo imprescindible para desarrollar una vida digna. Otros países, ubicados en otras áreas del planeta, llamados emergentes y/o BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, asimilados por sus amplias extensiones territoriales y demográficas, dan muestras de establecer pactos estratégicos entre ellos, para contrarrestar el poder omnímodo ejercido por las finanzas especulativas aplicadas en el mundo económico occidental, por los perjuicios que ocasiona el capitalismo a las fuerzas vivas de los pueblos, que están tomando conciencia por la vía de la difusión del conocimiento, de que no podrá ser admisible la preponderancia del dinero sobre las facultades supremas de las personas para configurar su propio futuro.

La pavorosa crisis económica, en la que están sumidos los países pobres del mundo occidental, (los del sur de la Unión Europea), que está afectando especialmente a las clases más desfavorecidas de nuestro país, entre otros, que tras haber disfrutado de un Estado de Bienestar homologado con el de los demás países de la UE, que ahora, por el pecado de haber elegido al PP, partido derechista donde los haya, por mayoría absoluta, que les fue otorgada por las mentiras enunciadas en su programa electoral, permitiéndoles derogar por decreto ley, las ventajas sociales conquistadas a lo largo de tres decenios transcurridos desde la transición democrática, en nuestro país con sacrificios de sangre sudor y lágrimas, para la mejora de los más desfavorecidos.

Las pérdidas: del poder adquisitivo, de derechos laborales alcanzados por los trabajadores con las reformas laborales, el paro desbocado, el mayor entre los países civilizados, de prestaciones: sanitarias, educativas, de pensiones, en la administración de justicia,… con la denuncia de incontables focos de corrupción desarrollados por los distintos partidos políticos, y por muchos particulares con prerrogativas para poderlos llevar a cabo, sometidos a procesos judiciales que por su dilatación no merecen ser llamados justos, al exponer a la esquizofrenia de la incertidumbre, en casos de vida o muerte para las personas afectadas, cuando existen dispositivos y recursos tecnológicos mostrados en series de TV, en las que se muestran medios idóneos para resolver el mayor problema de la justicia: la lentitud, en resolver los litigios,….La ingente cantidad de deficiencias y fallos expuestos más arriba achacables a la crisis actual, producen consecuencias demoledoras, en el ánimo, el entusiasmo, la moral que necesitan las personas, para progresar en sus respectivos proyectos de vida personal y colectiva, determinan la abismal diferencia que media entre los países en expansión y los países en recesión. Los primeros mejoran en sus condiciones de vida, los segundos sometidos a la merma inexorable de privilegios adquiridos y disfrutados previamente, son pasto de la desmoralización y del pesimismo demoledor propio de los vencidos sin visos de posible mejoría, como pregonan muchos economistas, que el dinero especulativo como sustituto de la producción efectiva de bienes y servicios, no podrá prevalecer como rector supremo de los comportamientos humanos, llamados a desarrollar los proyectos más excelsos de la vida en común de las personas.

El futuro, se presenta esplendoroso para aquellos que persiguen las metas supremas encomendadas al conocimiento real de las cosas, que se permite vislumbrar entre los recursos existentes puestos al servicio de las personas, a través de las cotas científicas alcanzadas. El ideal supremo consistente en proporcionar a cada uno en función de sus necesidades debidamente moduladas, como meta concebida cuando se estaba lejos de contar con los medios para llevar a la práctica tal desiderata. Actualmente, en que se cuenta con el instrumental necesario para llevar a término dichas profecías, de la mano de la tecno-ciencia, que está consiguiendo milagros que antes no se podrían haber atisbado, instrumental que bien administrado, permitiría proporcionar lo necesario para todas las personas para llevar una vida digna, con provisión de lo necesario a satisfacer las necesidades físicas, y sobretodo los requerimientos propios de las instancias superiores de las personas, radicadas en las neuronas, como son: bondad, solidaridad, igualdad, libertad, fraternidad..., vías a través de las cuales se podrá aspirar a la felicidad personal y colectiva, como antítesis: “del hombre como el lobo para el hombre” como reza el aforismo anclado en las costumbres, por efecto de vicios opuestos a las virtudes anteriores, que son el fruto espiritual del conocimiento.