22 septiembre 2013

Elucubraciones sobre el Estado futuro

Está siendo vox pópuli, el ritornello de que el capitalismo como institución depredadora de las mayorías, sometidas por exiguas minorías de lobbistas, que mediante el recurso a la especulación financiera virtual, han conseguido tan exacerbadas cotas de mando sobre el resto de la población mundial: (se habla del 1% de la población sobre el 99 % restante) incompatibles, con el grado de inteligencia acumulada en las masas de población discriminada por el capitalismo oligárquico actual, es por lo que el actual sistema de gobierno, está viviendo sus últimas etapas de dominio en amplias extensiones del planeta Tierra.

El estado moderno surgido de la revolución industrial del siglo XIX, perfeccionado en el siglo XX, por el auge alcanzado en sus primeras décadas de la revolución soviética, que tuvo su contrapartida equilibradora en el new deal del presidente Roosevelt y en las leyes suecas del Estado del Bienestar que son las que caracterizan al estado moderno como prestatario de servicios a sus nacionales, (ahora en franco retroceso) como monopolizador del poder otorgado por instituciones, en trance de caducar.

A la vista de los excesos proclamados por apologistas del sistema neocon como Greenspan, de que el comercio libre se auto-regula por si solo, cuando ha sido el generador de las mayores crisis económicas cíclicas, que se producen sin solución de continuidad, lo que muchos economistas especializados en el tema, dan por finiquitado el sistema político-económico- social vigente, para dar paso a nuevas modulaciones de convivencia en común de los humanos, que conduzcan a la confluencia de beneficios aportados por el equilibrio y la armonía social, entre los afectados por la acción de gobierno que son todos los ciudadanos.

Las más recientes experiencias gobernativas de los últimos tiempos, demuestran que que el mayor crecimiento económico-social, ha tenido lugar en amplias áreas de población y extensión territorial, que permiten acometer proyectos estratégicos de amplio espectro, en campos de experimentación de contenido crucial como son los que afectan a todos sus ciudadanos, como son: salud, educación, igualdad real de oportunidades, energía, agua, cuidado de la naturaleza, urbanismo, vivienda, garantía de alimentación y de trabajo, fomento de la investigación, del arte, el deporte, y preferentemente al manejo de las finanzas, propiedad alícuota de todos los actores de la modernidad y ciudadanos, administrados por los miembros elegidos entre las masas sociales, provistas de los medios idóneos para ejercitar tal cometido.

La globalización permitirá el intercambio del conocimiento entre todos los interesados en hacer uso del mayor recurso con que cuentan los humanos, que tras largos siglos de oscurantismo y violencia, para la resolución de los contenciosos entre las personas y los países, la humanidad se ha percatado que la solidaridad entre los ciudadanos es el mejor antídoto a los vicios contraídos a lo largo de los siglos que nos han precedido, en que: emperadores, reyes, papas y nobles tenían como actividad preferente las guerras, mientras que los mejores frutos conseguidos por medio de la colaboración humana se han conseguido en el último siglo, en que las recientes experiencias bélicas nos han mostrado el horror de las dos últimas guerras mundiales, con el potencial destructor y exterminador nuclear, de vidas humanas en Japón; de las guerras de Vietnam, Iraq, Afganistán y otras menores, que han creído que el fomento de los ejércitos puedan tener otra finalidad que producir desastres que son la mayor aberración que ha podido concebir la mente humana.

No obstante en el último siglo, ha tenido lugar la mayor eclosión civilizatoria, de la historia humana en orden a la producción de artículos de consumo y bienestar de que se ha provisto la humanidad en hechos tan constatables como ha sido el crecimiento de la población mundial, que ha pasado de 2000 millones de habitantes, a principios del siglo XX a los 7000 millones que pueblan el mundo en la actualidad, dato que no tiene nada de aleccionador por las abismales diferencias de percepción de dichos beneficios entre derrochadores e indigentes, además de ser de capital importancia la conservación de las condiciones del entorno ecológico por la incidencia que tienen los humanos, en el devenir del planeta Tierra.

La incidencia que ha tenido la actividad neuronal de los humanos, en la mejora de los procesos productivos confiados al esfuerzo físico desarrollado por el trabajo humano, ha sido el aspecto más espectacular de los cambios experimentados, producto de la observación percibido por los propios operarios, para la introducción de mecanismos y/o robots, que simplifiquen y/o eliminen la actividad humana no deseada. Se especula en que tales actuaciones eliminan puestos de trabajo, lo que es refutable si se llega a distribuir la carga de trabajo existente entre los actores que lo han de ejecutar. De los medios informáticos de que se dispone, se podrán esperar la resolución de gran parte de los problemas burocráticos existentes, para eliminar el mayor cáncer social que corroe a nuestras sociedades, como es el paro que conduce a los mayores extremos de impotencia y a la enajenación de los sentidos, que una sociedad madura y responsable no podrá tolerar.

Esperemos de la sensatez que infunde un alto grado de conocimiento en los humanos, mediante una buena formación del espíritu y los sentimientos de las personas con la introducción de la bondad y la solidaridad en la prolongada edad formativa de las juventudes modernas será capaces de eliminar, las altas dosis de prejuicios y vicios insertos en los genes humanos heredados para ser sustituidos, por virtudes latentes en el alma humana, tan abundantemente puesta en práctica por modelos elocuentes de servidores del prójimo anónimo.