06 julio 2013

Opciones revolucionarias

Los planteamientos marxistas de la diferencia de clases, muestran las evidencias de la inercia que lastra a la mentalidad humana, favoreciendo a los que conservan el poder durante largos períodos de tiempo, que les permiten la creación de superestructuras gobernativas bien meditadas para asegurar su continuidad. Sería prolijo tratar las motivaciones humanas que tratan de conservar lo existente, como lo es por ejemplo la propia vida, que solo unos pocos locos están dispuestos a sacrificar. Únicamente, situaciones extremas, han obligado a comunidades humanas a acudir al expediente revolucionario, como último recurso para la supervivencia de amplios sectores de poblaciones expuestas a su extinción, sin otra instancia a la que invocar, que la de arriesgar sus propias vidas, para tratar de conservarlas. Además, las revoluciones han sido un fenómeno reciente informado por la razón con la luz de la inteligencia humana.

En la antigüedad de la que tenemos noticia, las: protestas, asonadas, rebeliones,… han sido omitidas por los historiadores, o han tenido poca incidencia en los acontecimientos durante dilatadas épocas en que las sumisiones a que estaban expuestas las personas, fueron infinitamente superiores a lo que acontece aquí, ahora, donde las reclamaciones son cotidianas, consecuencia de la información que abarca todo lo que acontece a nivel planetario.

Es evidente la polarización existente entre dos clases sociales, que dejando aparte los matices que se puedan aducir, defienden intereses contrapuestos, como son los que abogan por el poder atribuido al dinero conseguido por méritos propios y/o heredados por mayorías que lo han depositado en los bancos, del que obtienen algún menguado interés. La organización mundial bancario-financiera, mediante la asociación en lobbys, se han hecho con los ingentes fondos aportados por pequeños ahorradores, que les permiten la gobernación de la mayoría de los países del mundo, en los que rige el neoliberalismo económico, que saca partido de los ahorradores en los dos sentidos: que se consideran capitalistas, por los menguados intereses que perciben por sus depósitos en los bancos, al tiempo que depositan sus votos del lado conservador.

Contando con los votos de tantos ahorradores y la inercia ancestral de los ignorantes que les induce a creer que solo los poderosos cuentan con los atributos de gobierno, los lobbys bancarios mediante la especulación, se han hecho con el gobierno de la mayoría de los pueblos del mundo, enmascarada en la llamada democracia y con la coartada de la institución judicial, constituida por un gremio afín a los intereses de los poderosos primando a la corrupción fruto de la codicia, transgrediendo las esencias prístinas de la condición humana, como son la igualdad y la solidaridad. Para todas y cada una de las vicisitudes por las que ha discurrido la historia humana que nos ha precedido, los poderosos, que siempre han sido pocos, han encontrado el instrumento idóneo para asegurar su preponderancia sobre las masas oprimidas por su influjo aplicado sobre las mismas. Las dos armas más empleadas para alcanzar dicho fin, han sido: mantener en la ignorancia a los sometidos a su férula egoísta, mediante creencias esotéricas aplicadas por las religiones, y el sacrificio de vidas humanas en las guerras. Hoy para incidir en sociedades más informadas han echado mano del dinero, como medio más sutil, como se ha dicho más arriba, que priman a la especulación, que mueve ingentes sumas de dinero virtual, superiores a la producción de bienes y servicios que son los medios reales para el servicio de las personas.

Lo esencial de las estrategias empleadas por los poderosos para el gobierno de las mayorías, se dirime entre la efectividad de los procedimientos de poder, aplicados por los mandatarios tradicionales, que hasta aquí se han valido de instrumentos espurios que repugnan a la razón objetiva, mientras que se apuntan otras opciones ideológicas que privilegian a quienes optan por el progreso material mediante un reparto más equitativo de los rendimientos aportados por el conocimiento que da la tecno-ciencia, en un mundo globalizado, que sea más competitivo mediante la austeridad asumida versus el despilfarro incitado por el consumo desbocado del usar y tirar de los privilegiados para: ofensa, escarnio, afrenta,.. de los indigentes que viven en un mismo entorno civilizado. Tal polarización de posiciones no será admisible por la razón que proporciona la educación igualitaria, servida por la modernidad. Tener las mismas escuelas a las que asistan todos los niños de un mismo país, para dar a todos las mismas oportunidades, para que no se malogren potenciales talentos por falta de medios para triunfar en la vida. Se dice que en EE.UU. son abismales los resultados obtenidos entre niños ricos y pobres en asimilación de los conocimientos, mientras que a Cuba se le atribuyen la paz social que reina en el país, por la igualdad de oportunidades que tienen desde la cuna sus habitantes para alcanzar un fin, con el hándicap que supone para los cubanos, estar sometido al bloqueo yanky contra la opinión unánime de las Naciones Unidas.

Las últimas denuncias de espionaje ejercido por instancias oficiales de los EE.UU. sobre gobiernos de países amigos y/a particulares de todo el mundo, denota la vigencia del espíritu de frontera fijado en el subconsciente de mandatarios de la primera potencia mundial, que dedica ingentes sumas a la seguridad colectiva como son un ejército, que equivale al de los restantes países del mundo juntos, y unos servicios de espionaje que abarcan con los medios tecnológicos existentes a la intimidad de las personas, reducto sagrado que nunca debería ser escrutado por fuerzas externas a ellas.

Entre los trabajadores entendiendo como tales a todos los que aportan cada granito de arena que contribuye al bien general de la humanidad, son las mayorías aplastantes de elementos positivos. Los que por motivos espurios tratan de apropiarse del sudor y del esfuerzo de sus semejantes, serán desenmascarados por vía del conocimiento, como elemento crucial que aportará la educación para la difusión y esclarecimiento de los hechos.