27 mayo 2013

Alternativas estructurales de futuro

Son ya legión los especialistas en temas económicos, que consideran necesario hacer una revisión a fondo de los comportamientos que ha tenido la puesta en práctica del neoliberalismo económico en los países occidentales. La crucial revolución estructural generada por la modernidad por vía del conocimiento, es debida a la racionalización de las producciones de toda clase de ítems demandados por los humanos, que han sido transferidos en gran parte a las máquinas y robots, causando una disminución drástica de los puestos de trabajo, en los países en los ha tenido lugar el fenómeno estructural de la disminución del trabajo humano, iniciado en el “fordismo”.

El neoliberalismo, que ha priorizado los beneficios económicos sobre cualquier otra consideración, apoyándose en facilidades dadas por la globalización, ha deslocalizado sus factorías que empleaban abundante mano de obra, a países con bajos sueldos, con lo que ha generado en los emplazamientos iniciales tasas de desempleo insoportables, como es el caso de nuestro país con índices de paro del 27%. Consecuencia de ello, los países beneficiados con la implantación de nuevas factorías, con el aumento de sus exiguos sueldos iniciales, han recibido una fuerte inyección de moral y optimismo que socialmente les sitúa en las antípodas de la desesperación producida en los que han ingresado en el paro sin visos de mejoría en los próximos años.

Los que pronostican los derroteros por los que discurrirán los acontecimientos a futuro en un mundo globalizado, en el que, las interacciones entre países y personas, tendrán una crucial incidencia, aventuran, que serán aspectos tales como: el cambio climático, la proliferación nuclear, la aparición de epidemias incontrolables, la crisis económica global y la guerra entre grandes países asiáticos,.. entre otras de menor importancia, según apunta el titulado en el periódico “El País” el observador mundial: Moisés Naím.

Nos permitimos discrepar en las prioridades en las que debería poner más el énfasis la sociedad globalizada, en el supuesto deseable de que se orientara al bien común, en lugar de incidir más en los aspectos negativos, propio de agoreros obsesionados en crear un infierno aquí en la tierra, en lugar del paraíso auspiciado por los milagros aportados por el progreso moderno, que ni siquiera pudieron ser evocados por los más inspirados poetas en sus excelsas fantasías, que tuvieron que ubicar en otros mundos. Por ejemplo se podría intuir otras mejoras posibles tales como:

1º) Conservar el legado ecológico de la naturaleza, como bien supremo humano.

2º) Instaurar el control demográfico asumido para la supervivencia humana.

3º) Difundir el conocimiento como alimento espiritual por antonomasia, para todos.

4º) Poner en explotación los yacimientos vírgenes existentes en los países pobres, con los medios excedentes en los países ricos.

5º) Distribuir el trabajo existente entre todos los demandantes, que en un mundo racional, incluiría a todas las personas en edad de ejercerlo, por necesidad de actuar.

6º) Desarrollar las energías ecológico-renovables, destinando el carbono a otros usos.

7º) Las mayores retos de futuro serán universalizar la: libertad, igualdad, solidaridad, fraternidad, para proporcionar felicidad a las personas, como meta suprema.

Muchos dirán que cuanto antecede es: utópico, demagógico, populista, ingenuo..., términos inculcados por los poderosos, para afianzar en los subconscientes de las personas, que la maldad, es la condición innata de la naturaleza humana, aplicada por los poderosos a lo largo de la historia pretérita, por la limitación de recursos existentes acaparados para unos pocos. Las acciones telúricas de la naturaleza se desarrollan por sus agentes de forma instintiva. Los únicos seres inteligentes son los humanos, que han conseguido desarrollar infinidad de instrumentos útiles, para orientar sus vidas hacia metas de un sucesivo superior bienestar físico y sobre todo mental. Es penoso constatar que persisten intereses lastrados por inercias ancestrales, que siguen permitiendo la explotación de unas personas por otras, cuando el trabajo elegido por vocación, conducirá a la mayor realización personal a la que pueden aspirar los humanos.

Las desideratas resumidas en los puntos expuestos más arriba, cambian radicalmente los presupuestos del sistema neocon, puestos en práctica en Occidente en los últimos tiempos, precisamente cuando la eclosión de facilidades puestas al servicio de las personas es ingente, al punto de permitir crecimientos de riqueza en países atrasados que ha sido en términos del PIB del orden de diez veces y del PPA de muchas más, lo que si sigue creciendo al mismo ritmo, podría ser un ejemplo para la mayoría de los pueblos del tercer mundo, faltos de la pedagogía y sobre todo de una ayuda, que les permita salir de la pobreza y la superpoblación en la que están sumidos, mediante la interacción recíproca permitiendo aplicar la fórmula de ganador-ganador mutuamente útil para ambas partes, en contraste con lo que supuso el colonialismo clásico, que por la acción militar, se produjo el mayor expolio de las riquezas de unos países por otros. Esperemos que a futuro se imponga la racionalidad y la sensatez, entre los humanos para sacar el mayor provecho general, mediante el recurso a la inteligencia que es el recurso por antonomasia al que deben acudir los iluminados situados por méritos propios al frente de los distintos pueblos unidos por una globalización positiva, que distribuya de la forma más eficiente y beneficiosa para todos, el inconmensurable arsenal de recursos de los que dispone la humanidad actualmente.