11 octubre 2013

Balance de actuaciones del BM y del FMI

En una relación de hasta 30 actuaciones alrededor del mundo, las dos instituciones internacionales desde su fundación en 1944: el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, radicadas en Washington, el profesor Eric Toussaint, detalla hechos en los que han tenido incidencia directa ambas instituciones, siempre en defensa de los intereses del neoliberalismo económico imperante en el mundo, sin que hayan sido creadas otras instituciones que sirvan de contrapeso a la función crucial que han tenidos en los planos: ideológico, social, económico, ecológico, militar,.. de capital incidencia en la vida de las personas y de los pueblos del planeta para equilibrar la influencia del liberalismo económico, que ha sido cuestionado por los economistas, por las crisis cíclicas que acarrea en los países, de las que solo salen beneficiadas exiguas minorías de super-ricos, al tiempo que salen perjudicadas las mayorías abrumadoras de los sujetos activos del progreso, como son: los trabajadores en todas sus acepciones, lo que deja en papel mojado el concepto democrático de una persona un voto, al ser la plutocracia la que se ha hecho con los instrumentos determinantes del gobierno mundial, como son: el dinero, el ejército y las instituciones de crédito, que mediante la especulación financiera puesta en práctica por: Wall Street, La City, el FMI, el BM, que les han permitido seguir ejercitando el gobierno mundial.

El autor citado más arriba, es uno de los numerosos economistas que desenmascaran la truculenta política desarrollada por los poderosos en el curso de la historia humana, consiguiendo hacerse con la parte del león de la tarta, valiéndose: de la ignorancia de los pueblos, la fuerza de las armas y el poder atribuido al dinero, como instrumentos espurios a emplear, según las coyunturas idóneas en cada momento. El conocimiento adquirido por las nuevas generaciones, será el valladar que impedirá que se sigan aplicando las viejas fórmulas, que solo benefician a los que sacan partido de los medios heredados, en detrimento de los servicios prestados por las fuerzas del progreso, que en un corto lapso de tiempo del discurrir histórico, han conseguido transformar las estructuras productivas como factor crucial que más ha beneficiado a las personas para disfrutar de una vida digna, en los países punteros.

La crisis económica en la que está inmerso el capitalismo occidental, experimenta una manifestación peculiar en el llamado imperio de nuestro tiempo: los EE.UU. de Norteamérica, en donde se está librando estos días, una trifulca entre dos ideologías diferenciadas. Por parte del partido demócrata una ley sobre sanidad, defendida por el primer presidente negro del país, que beneficiaría a una población desprotegida de los beneficios con los que ya cuentan, los países que forman parte de la Unión Europea con el Estado del Bienestar, mientras que el partido republicano se opone a dicha ley, que comportaría una subida de impuestos a los más ricos, a los que el Tea Party, que incluye a los radicales de la derecha del partido republicano, se opone frontalmente a la aprobación de dicha ley. El sistema bicameral del capitolio de Washington en estos momentos que tiene mayoría demócrata en el senado y republicana en el congreso, y el presidente, que cuenta con especiales prerrogativas en temas capitales de gobierno, dicho proyecto presidencial, está temporalmente paralizado, debido a que no se pueden asignar fondos por la falta de acuerdo de las dos cámaras. Este hecho que por sí mismo no reviste excesiva importancia, constituye una falla en un sistema que tiene dos siglos de práctica administrativa, sin que se haya puesto coto a las enconadas rivalidades que comporta la existencia de clases sociales tan diferenciadas por sus emolumentos, en defensa de sus respectivos intereses, como ocurre en EE.UU.

La inteligencia, que está experimentando un auge acelerado en los últimos tiempos, determinará, que las diferencias de participación en los beneficios del progreso por las diferentes clases sociales, será objeto de los mayores disensos entre los componentes de las comunidades humanas, que en un contexto de abundancia más que suficiente para satisfacer las necesidades fisiológicas de las personas, tendrá que surgir un nuevo paradigma que priorice los aspectos psíco-sociales, de los humanos en su condición de seres racionales, estarán interesados en perseguir metas de mayor bienestar espiritual, que en satisfacer la multiplicidad de vicios y pasiones a que inducen las lecciones de un pasado plagado de bajas pasiones, a que conducían la crónica escasez de medios.

Los desafíos del futuro van orientados al pacto, por el razonamiento entre las distintas opciones o propuestas que se tendrán que dirimir a través de los instrumentos de que provee la modernidad: asambleas, programas, publicidad en la difusión de los mismos, mediante: encuestas, referendos, votaciones,… donde los participantes lo hagan en igualdad de condiciones, con instituciones gobernativo-administrativas paritarias, compuestas por personas investidas de plenos derechos.

La emergencia de los grandes países en los últimos tiempos, denota que se necesitan extensiones territoriales y demográficas considerables, para tener el suficiente peso específico en el mundo moderno que permita desarrollar estrategias de amplio espectro a nivel planetario, puesto que, a pesar del volumen alcanzado por algunas empresas multinacionales, no alcanzan para desarrollar los enormes compromisos estructurales que requieren los países del tercer mundo para incorporarse a la modernidad, en beneficio recíproco de los países implicados en grandes proyectos que aportarán recursos ilimitados al acerbo común mundial, con la explotación racional de yacimientos potenciales que permanecen inéditos por la falta de recursos de todo tipo, especialmente del potencial humano, que la codicia de los poderosos mantuvo en la ignorancia con las tácticas colonialistas de beneficio exclusivo para los explotadores al tiempo que la esclavitud oficial y/o camuflada fue la carta de naturaleza durante dos siglos, y continuada por otros medios por el imperio actual, como describe en los 30 ejemplos de actuación reseñados más arriba entre otros por Eric Toussaint.