Signos de cambio de ciclo
En estas fechas, están apareciendo en el horizonte político numerosos síntomas que anuncian cambios estructurales de importancia capital, como son: 1º La enésima crisis económica occidental. 2º El desbarajuste de las elecciones al parlamento europeo. 3º El riesgo de desestabilización de Ucrani. 4º El libro de Piketty sobre la desigualdad. 5º La abdicación del rey de España.
El análisis de cada uno de los 5 puntos anteriores, daría mucho que pensar al mejor especialista político, que se aperciba que estamos en el trance de un cambio de ciclo, de las conductas comunitarias aplicables al mundo globalizado en el que estamos inmersos. El capitalismo reinante hasta aquí, demuestra ser un obstáculo insoportable para las masas productivas de bienes y servicios de que se nutre la humanidad, que en estos tiempos, supone cuantitativa y cualitativamente más que todo lo heredado por los que nos precedieron. Esta aseveración, demostrada por Piketty en su libro, justifica por sí misma que debemos arrumbar costumbres y lacras heredadas, que distorsionan los comportamientos actuales, lastrados por prejuicios anteriores faltos de sentido común, como son, que las herencias se erijan en el gobierno de los pueblos por medio del dinero, que solo es un elemento instrumental, al que se le confieren atributos superiores a los aportados por las personas, supone en sí mismo, la mayor de las aberraciones que se pueden concebir.
El desbarajuste producido en las últimas elecciones al Parlamento Europeo, denotan síntomas alarmantes del desapego, que tenemos los que formamos parte de la Unión Europea, del comportamiento que ha tenido dicha organización con sus afiliados, que según prestigiosos economistas, ha sido nefasta para los pobres de los países del Sur europeo, con la imposición de la austeridad económica infligida a matacaballo, por los del Norte, que fueron los prestatarios de dinero a los bancos y cajas de ahorro periféricos que lo dedicaron a la especulación inmobiliaria sin los debidos controles.
La desestabilización que se está produciendo en Ucrania, tiene visos del desencuentro entre los intereses de las regiones del sur y el este del país más relacionadas con Rusia, con las del oeste, fronterizas con la Unión Europea, que están avaladas por EE.UU. por sus intereses con la OTAN, organización dirigida a cercar a Rusia, su antigua rival de la guerra fría, sin tomar en cuenta que con ello, que acercan a dicho país a China, que es el principal oponente de los EE.UU. en sus intereses macroeconómicos y políticos mundiales.
El libro de Thomas Piketty, que incide, sobre las derivaciones que va a tomar la economía en el presente siglo, por efecto de las distorsiones producidas por el gran diferencial de percepciones existentes, entre los trabajadores de todas las actividades l que engloba la vida moderna, que son infinitas, frente a los beneficios producidos por la especulación financiera, que los ha elevado por encima de todo lo producido por la actividad laboral, entendido como tal, a lo que suple las necesidades físicas y anímicas de las personas, hecho de todo punto aberrante, como es el de situar dicho ejemplo admisible para el sentido común, sin embargo, se da por sentado sin el menor rubor por parte de sus beneficiarios, que los fondos fiduciarios acumulados en forma de papel moneda y otros títulos, superan en mucho el valor de todo lo: material, servicios, artístico, tesoros, legados,...existente, sobre el planeta Tierra, hecho que por sí mismo, tendría que repugnar a los encargados de las administraciones económicas, políticas, sociales que rigen los países, mediante leyes y disposiciones que lo permiten por la simple razón de la herencia recibida del pasado histórico de la humanidad, en que debido a la carencia crónica de recursos, con que tenían que conformarse nuestros ancestros, y el reparto de lo poco que había, se hacía entre pocos, que se transmitían por herencia, en lugar de premiar los méritos personales. En países como los EE.UU. donde en los primeros tiempos de la colonización del gran país americano, se dijo que emigraba lo peor de cada casa europea, a pesar de ello, han sido muchísimos los que han hecho fortuna por sus propios medios.
La abdicación del rey de España, ha supuesto una sorpresa para los que no estábamos enterados de los preparativos previos, atribuidos a motivos de salud, al descrédito de alguno de sus familiares, o si es consecuencia del cambio que se advierte en la falta de entusiasmo de las masas populares, tanto de la institución monárquica, como de las demás instancias de poder que muestran las encuestas, que son el espejo del sentir popular, cada vez más avalado por el avance que atribuye la ciencia a la certidumbre de las consultas demoscópicas, que por su agilidad para la obtención de resultados reales del sentir general de las poblaciones, con el loable fin de acomodar las leyes a las necesidades de los afectados por las mismas, constituye entre otras desideratas, el síntoma de un cambio de ciclo histórico.
La abdicación de un rey, representante de la anterior generación de españoles, que fue nombrado por el personaje más nefasto que hemos conocido, autor de 10.000 asesinatos por cada uno que produjo Mussolini, que obligaron al actual rey en su toma de posesión, aceptar los principios del movimiento que permitió perpetrar aquellas aberraciones humanitarias sobre la población española, a pesar del mérito que le ha sido atribuido de detener la sedición militar del 21-2-1981, no puede ser tenido por alguien que dentro de sus facultades, se haya distanciado de la función tradicional de las monarquías parlamentarias europeas, en emisión de opiniones políticas, que para los reyes absolutistas sus antecesores, fueron la base de sus actuaciones.
Porque no puede caber que para alguno de sus sucesores, quepan en su imaginario íntimo, sentir deseos de expresar en alguna de sus manifestaciones, lo distantes que están de la justicia social, los que en que en los últimos tiempos han amasado fortunas inmensas, a base de los expolios hechos a los indigentes a los que han sumido en un paro inaceptable para un país civilizado, a una supresión de derechos conquistados con el Estado del Bienestar, con el desahucio de las viviendas que no pueden pagar sus ocupantes por los efectos de la crisis, para que pasen a los bancos que las mantienen vacías porque no las compra nadie, que no muestren la menor aversión a la corrupción generalizada de los numerosos establishment protegidos por jueces y publicistas banales, que atienden preferentemente a los amos del pesebre que les mantiene entre los privilegiados. Nos preguntamos: ¿ porqué no puede haber algún rey, con la mentalidad progresista propia de las nuevas generaciones, que denuncie las anteriores, entre otras muchas injusticias, que se producen actualmente?
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