11 mayo 2014

La multiplicidad de las fallas inherentes al sistema

Es evidente que las rectificaciones estructurales de cualquier sistema político, solo han sido posibles por medio de las revoluciones, por las inercias adquiridas con prácticas rutinarias que son propias de la condición humana, más proclive a la continuidad de usos consolidados a los que se está habituado, que ha explorar nuevas variantes de ordenamientos políticos colectivos experimentados en otros países.

Si bien el apego a seguir con las costumbres adquiridas tiene mayor predicamento para muchos, siendo preciso reconocer, que han sido los que han roto moldes para instaurar las distintas etapas que conducen a la modernidad, los pioneros de la historia que han instaurado el progreso. Nunca se dará el suficiente reconocimiento para los que han logrado sacar a la humanidad del profundo pozo en que la mantuvieron los amos de siempre, que hoy gracias al faro de la inteligencia numerosas mentes no consienten que unos pocos acaparen fortunas que les permiten tener los medios de comunicación- persuasión de masas, instrumentos determinantes para la obtención de votos, que les aseguran los gobiernos de los pueblos.

La denuncia hecha por Piketty en su reciente libro, de que la enorme disparidad de rentas que caracteriza a las actuales sociedades de la OCDE, ha sido la causa de la crisis recesiva sufrida por los países del sur de la UE, con el austericidio con el que han sido sometidos los trabajadores por los lobbys financieros, que han aumentado sus lucros de forma escandalosa, a costa de la pérdida de: percepciones económicas, derechos laborales y sociales impuesta a los trabajadores. Es dudoso que dicha denuncia surta algún efecto, puesto que subsisten otras causas estructurales que mantienen intacto un sistema, a pesar de sus evidentes fallas que exponemos a continuación:

1) Las grandes multinacionales, surgidas al calor de las colonizaciones de los países que contaban con flotas para trasladar los productos de las colonias a las metrópolis, que tuvieron continuidad tras la revolución industrial, para seguir expoliando a los países pobres, de sus menguados recursos con la venta de artículos producidos en exclusiva con la industrialización y las patentes, modalidad hoy en día menos justificable, por la proliferación de laboratorios tecnológicos, que intercambian entre si los nuevos hallazgos científicos.

2) La siguiente fase acometida por las multinacionales, ha consistido en desplazar factorías que emplean abundante mano de obra a países donde los sueldos son bajos, creando paro donde radicaban las factorías originales, complicando la logística y obligando el desplazamiento de cuadros para organizar el trabajo.

3) Siendo la función exclusiva de la empresa la obtención de beneficios, no entran en sus fines otros objetivos: sociales, pedagógicos, ambientales,…que engloben la función (win-win) para producir, ganancias para las dos partes contratantes.

4) Por efecto de la globalización el mundo dual vigente hoy en día, con los grandes intercambios que permiten las comunicaciones y la logística mercantil, llevarán a producir intercambios tendentes a la homogenización paulatina de los usos y costumbres de los pueblos, aproximando sus niveles de vida, hoy tan dispares.

5) Nos encontramos en la coyuntura actual, de contar con países en los que se han explotado al máximo los yacimientos de todo tipo existentes, habiendo excedentes de mano de obra y conocimientos que no pueden ser desarrollados in situ, al tiempo que en otros emplazamientos, hay yacimientos vírgenes, que no pueden ser explotados por falta de los recursos excedentes anteriores.

6) Los equipos de maquinaria vacante, que cumplieron con la función específica para la que fueron concebidos, podrán tener un segundo uso en otro lugar, en el que tengan aplicación. La complementariedad de usos y empleos de items existentes en el amplio mundo, preferentemente los derivaos de prestaciones personales como pueden serlo las preferencias de los migrantes por la libre elección entre las múltiples ofertas de trabajo que surgirán en el futuro.

7) El cambio copernicano respecto de las actuales tendencias, deberá surgir, de que los estados sustituyan las funciones que desarrollan las multinacionales, para implementar la globalización efectiva, en la que sean los intercambios de los respectivos potenciales: económicos, humanos, tecno-científicos,…. Los estados futuros, en los que sus mandatarios hayan sido elegidos por vías democracia reales, en las que no hayan intervenido ni la herencia ni otros privilegios transferidos por dicho conducto, sino por méritos personales que han sido otorgados a través de métodos democráticos evolucionados.

8) La humanidad que en tantos órdenes de la vida ha mejorado sustancialmente, sería lógico esperar que las relaciones entre personas de los distintos países consigan alcanzar bienes recíprocos por la vía del entendimiento mutuo, que será más racional si se elimina el lastre de la codicia que aplican por principio las multinacionales, que los gobiernos, interesados en mantener su prestigio.

9) El mundo moderno, se ha hecho interdependiente en dos aspectos cruciales que es ineludible afrontar: la conservación ecológica del planeta en el que vivimos todos, y el control demográfico, que incide directamente en el punto anterior, por ser los humanos los que inciden en el deterioro de las constantes atmosféricas que es preciso conservar.

10) Finalmente, vicios capitales heredados de la condición humana que nos han precedido a lo largo de la historia, como son: las guerras y la codicia, tendrán que ser desterrados, por la imposibilidad de darles continuidad en el futuro: la guerra en su versión nuclear en impracticable, al poner en riesgo la continuidad de vida en el planeta Tierra. En lo que respecta a la codicia es un mal endémico contraído a causa de la limitación de bienes con los que se contaba unos siglos atrás, para satisfacer necesidades primarias humanas, mientras la modernidad, ha provisto de tal cúmulo de incentivos para dar satisfacción a otras apetencias más elevadas, como son el reconocimiento de los méritos adquiridos con las prestaciones hechas a la sociedad en los infinitos campos de actividad humana que tiene la vida moderna, que los espíritus selectos de la actualidad, hallan en sus aportes a las comunidades humanas , el mayor premio deseable. Que algún día consistirá en que todas las personas cuenten con la “renta básica” que les permita llevar una vida digna.