26 julio 2014

Tratado trasatlántico de libre comercio

Dicho tratado, que lleva mucho tiempo en curso de elaboración, en una conferencia reciente de Michel Barnier, comisario de la Unión Europea para dicho tratado, ha puesto especial énfasis, en que es crucial la unión militar, complementaria de la económica, para asegurar la supremacía que han tenido en el devenir de los asuntos mundiales, los países que forman la U.E. y los EE.UU. a pesar que en los aspectos de extensión territorial como demográficos, no alcanzan el 5% de dichas magnitudes. Hechos objetivos como los expuestos, muestran las correlaciones por las que se ha comportado la historia que nos ha precedido, en la que los poderosos siendo muy pocos, se han arrogado las facultades rectoras de los pueblos, haciendo de la ficción democrática de una persona un voto, un recurso engañoso para someter a los seres excluidos de siempre, que son las mayorías de trabajadores, los chivos expiatorios de un sistema contrario a la justicia, a la libertad, a la dignidad de la persona humana, por la intervención de unos poderes fácticos, consagrados: por el poder, la ignorancia de los pueblos, y la fuerza militar,.. impuestos por las carencias de que adolecía el mundo hasta aquí, que afortunadamente están siendo subsanadas últimamente.

El mundo occidental que se mueve en la cuerda floja de sus ineficiencias, por efecto de las crisis cíclicas económicas, que están padeciendo los países adscritos al sistema que confía a los emprendedores la función de administrar la riqueza de los pueblos, los que tienen como fin exclusivo el enriquecimiento personal, acumulando riquezas en tales proporciones, que se dice, que las finanzas especulativas virtuales, pueden comprar hoy en día, todo cuanto existe de valorable sobre la faz de la tierra, y como se dice que todo tiene un precio, las personas pasan a ser sujetos comprables, como queda bien patente en los que se manifiestan y actúan en función de lo que viene en llamarse el “pesebre” que influye en intelectuales y propagandistas, seducidos por el brillo que le ha sido atribuido al dinero, para vender sus atributos al mejor postor.

Las luces que proporciona el conocimiento empírico de las últimas décadas, al devenir histórico, muestra bien a las claras, que países originalmente pobres con índices de PIB bajísimos, se acaban de situar los primeros del ránking mundial, en dicha valoración. Tal hecho indica, que no solo incitando al rearme como recomienda Michel Barnier, para Europa, para suplir el ingente potencial militar de los EE.UU. para hacer frente al resto del mundo, por el medio clásico y expeditivo como es la guerra, otros han hecho tratados como la OCS: Organización de Colaboración de Shangai, con sus vecinos para engrasar las relaciones con los mismos.

En otro orden de cosas, con la globalización que está tomando auge en multitud de intervenciones de unos países en otros, originalmente a través de las multinacionales, en busca de intercambios para obtener beneficios, mediante tratados comerciales, a diferencia del colonialismo que se verificaba mediante la ocupación mano militari. Las necesidades de los países suelen ser recíprocas: de lo que unos necesitan, otros son excedentarios, con lo que el mundo podría complementarse, aplicando la fórmula de ganador-ganador, entre los que cuentan por ejemplo con yacimientos vírgenes de todo tipo, que no han podido ser explotados por falta de medios, mientras que otros son excedentarios de equipos tecnológicos que debido a los ciclos económicos cambiantes han quedado vacantes, como por ejemplo: en España, donde con el boom inmobiliario se requirieron equipos para construir cerca de un millón de pisos al año. Tras estallar la burbuja inmobiliaria, se construyen en nuestro país menos de cien mil pisos al año, con lo que el 90% de los equipos destinados a la construcción han quedado vacantes, operación que podría ser puesta en práctica, para otras muchas aplicaciones.

Otra sugerencia destinada a subvenir las necesidades perentorias de los pueblos sumidos en la pobreza extrema, en los que radican yacimientos vírgenes susceptibles de ser explotados, pero que no lo son, por falta de los medios científico-técnicos y de las pedagogías de las que disponen las juventudes en paro de los países punteros, que han asimilado cocimientos que no les son permitido ejercitar por falta de puestos de trabajo de su especialidad. Las migraciones, que representan un problema para los países desarrollados, por tener excesiva oferta de personas sin formación, al tiempo que disponen de excedentes de titulados, que la globalización debería subsanar, mediante incentivos para promover migraciones en los dos sentidos, para equilibrar dichos desfases.

La diáspora de personas y de capitales, para optimizar las ventajas aportadas por el abaratamiento de los transportes de personas y mercancía alcanzados por las ciencias y las tecnologías en uso expansivo, y preferentemente por la difusión del conocimiento implementada por las TICs, que abarcan toda la extensión planetaria, para coadyuvar a un mejor equilibrio mundial por vías más racionales que la incitación al armamentismo como hace el Sr Barnier a los europeos, disponiendo de tantos recursos racionales a los que recurrir antes que a la guerra, que puede llevar al holocausto nuclear. Ha tenido lugar una reunión internacional en la ciudad de Santa Fe de Bolivia, en la que han participado 77 países, nominada como el G77+China, que en sus debates de tres días, en largas horas de elaboración de un documento de 240 artículos, con la loable pretensión de enriquecer las numerosas propuestas hechas por las Naciones Unidas y otros organismos en el transcurso de sus años de existencia, y por las sucesivas Gs,... formadas por unos pocos países importantes, mientras que en este caso, han sido los países pobres, los que han querido unir su voz a los foros de amplitud universal, que no han merecido la menor atención por parte de los medios de difusión-persuasión de los establíshment occidentales, por considerar que dichos países no merecen atención, a pesar que en la lectura de las numerosas conclusiones se incluyen aspectos no vistos antes que puedan ser objeto de consideración al recoger necesidades de los excluidos no contempladas en anteriores reglamentaciones de aplicación universal.

Por conductos democráticos, no siempre puestos en práctica por los establíshment, que actualmente dominan el mundo occidental, que están muy cuestionados por movimientos como el 15M, que aseguran que no nos representan, surgen cada vez más objeciones, representadas por el creciente abstencionismo a participar en las elecciones llamadas democráticas, quedando descalificadas por ausencia de electores.