El boom demográfico

Los levantamientos que tienen lugar en el norte de África y Oriente Medio, obedecen a la masa juvenil sin expectativas de trabajo, que se ha originado en estos países en las últimas décadas, consecuencia de inercias previas, a los avances que han reducido la mortalidad infantil y otros logros sanitarios que cuestionan en sus prioridades comportamientos sexuales, que se venían advirtiendo anteriormente, que conducían a imitación de la irracionalidad animal que se dan, en las selvas africanas, cuando condiciones excepcionalmente favorables de la climatología en que crecen más pastos de los habituales, nacen exceso de ñus en dichas añadas; que en las siguientes, se ven obligados a suicidarse cuando se agotan los pastos que la naturaleza suele producir, cuando se dan las condiciones climatológicas normales.
Parece elemental que los humanos como seres racionales, tendrán que evitar contingencias, como la que nos muestra la madre naturaleza en el párrafo anterior, previendo estrategias con ayuda de la ciencia demográfica para evitar a los humanos situaciones similares, hecho que ha sido duramente censurada cuando el control demográfico ha sido aplicado con rigor, evitando consecuencias como las que se derivan de un crecimiento de nacimientos fuera de control, que producen dramas sociológicos tales como la falta de puestos de trabajo para la juventud, lo que equivale a excluirlos de la sociedad.

La persona moderna que ha recibido la instrucción, que se propaga por tantos conductos que impregnan los poros de los organismos de las nuevas generaciones, cuando éstas carecen de una ocupación indispensable para sentirse miembros de una comunidad, supone, la amputación psicológica de las potencias superiores de la persona que en la actual coyuntura, cuenta con los atributos necesarios para merecer el trato humanitario al que les da derecho la pertenencia de sus miembros a la civilización moderna.

Las comunidades humana incapaces de proporcionar a cada individuo, el derecho a contribuir con su granito de arena en beneficio de sus semejantes, no merecen la condición de ser tenidas por sociedades humanitarias, puesto que hurtan a sus administrados de uno de los más inalienables derechos, con los que se adquiere la satisfacción de pertenecer a una colectividad de seres responsables y solidarios, en la que se prodigan los bienes recíprocos que emanan de la acción solidaria; precisamente en ello, reside la virtualidad y los beneficios obtenidos del progreso en los últimos siglos de la historia humana. La antigüedad lastrada por el individualismo, no consiguió en el discurrir de los milenios que nos precedieron, aportar avances sustanciales al progreso real de la humanidad, se dedicó a provocar guerras, con la obsesión afianzada de que el hombre era un lobo para el hombre. Afortunadamente ciencia y conocimiento han sido los factores determinantes de los espectaculares logros alcanzados por la humanidad en los tiempos recientes, augurando mejores resultados a futuro, dado que el progreso es un movimiento acelerado.

Los paradigmas que se atisban para el inmediato futuro, van en el sentido que las altas tasas de desempleo que se dan en nuestro país y en otros países, como los citados más arriba que están reivindicando un empleo, se compatibilizan mal con otros países de los que hay noticia, cuyos jóvenes aún estando mal pagados, tienen asegurado el puesto de trabajo, por gobiernos que dispone de las claves que condicionan la economía, como son: las finanzas, con bancos nacionalizados, las empresas estratégicas, que generan resultados en interés general del país, en lugar de los oligopolios financieros que solo velan por su particular codicia. Bajo la égida de los gobiernos, debe estar la organización del territorio mediante las infraestructuras de las que depende la competitividad del país y dar facilidades para el desarrollo de la vida sus naturales, amén de haber redimido de la pobreza a centenares de millones de sus habitantes en un tiempo record, entre otras muchas conquistas sociales, tiene todos los atributos para servir de referencia para otros países que parten de situaciones análogas de retraso, para asumir la globalización que ha tomado carta de naturaleza de forma irreversible.

Otros países, merecedores con más razón, de ser tomados como referencia son los 4 países escandinavos, que inventaron el Estado del Bienestar que tantos beneficios ha aportado a los trabajadores europeos, a los que se une Alemania, con los éxitos económicos alcanzados para salir de la crisis, que sigue hipotecando a los países que han requerido de un rescate que ha tenido que avalar el Banco Central Europeo con aportes de sus miembros, interesados en seguir con el euro, moneda que sirve de adherente para asegurar la continuidad de la Unión. Haciendo frente a los embates demoledores de la presente crisis económica, a trancas y barrancas los 27 países de que se compone la Unión Europea, encuentran dificultades insalvables para mantener acuerdos en un cúmulo de jurisdicciones que aún no han sido puestas en común, debido al conflicto de intereses que plantean las respectivas constituciones. No obstante el haber sido un loable ensayo de universalización de las relaciones comerciales y de intercambios del conjunto del pequeño continente en extensión territorial y demográfica, pero que a efectos de los aportes de modernidad que ha hecho para el resto del mundo Europa, constituye un referente capital.

Para la resolución del problema que se le plantea a gran parte de la humanidad en la actual coyuntura, que por: desidia, incapacidad, falta de voluntad, prejuicios y sobre todo por carencia de medios y de los conocimientos necesarios para acometer oportunamente las estrategias de futuro que son las que han prestigiado a la tecno-ciencia por haber logrado los espectaculares avances de los que gozan actualmente los países avanzados, con el control demográfico, que permite a su vez prever las estrategias que afloren los yacimientos que requieren de puestos de trabajo para satisfacer a la juventud que demanda ocupación. Todos los impedimentos interpuestos a la racionalidad de los comportamientos que son el lait motif de la modernidad, son subterfugios que pretenden camuflar intereses espurios defendidos por el oscurantismo, herencia de milenios de dominio de la opresión de clase, impidiendo la difusión de la luz que irradia la inteligencia, (con interposición de los brujos), que distorsionan la percepción de los hechos reales, mostrados por los sentidos. Somos conscientes de que seremos tachados de populismo.

Dos hechos paradigmáticos acontecidos en algo menos de un siglo, muestran el comportamiento de dos países punteros, para la resolución de sendos problemas nacionales cruciales. Los EE. UU. de Norteamérica en la crisis de 1929, con la proclamación del New Deal de Roosevelt, que supuso el afianzamiento de dicho país como la primera potencia mundial por espacio de un siglo, mediante la promulgación de las reglas económicas del keynesianismo, que favorecieron el haber dado trabajo a tantos desesperados expulsados de sus actividades habituales consecuencia de la crisis. La catarsis vivida por dicho país dio a luz a un resurgimiento inusitado, tras la expresión del sangrante drama por los grandes novelistas que hicieron época. El resurgimiento experimentado al poner en práctica nuevos paradigmas administrativos en un país provisto de ingentes recursos naturales, explotados con racionalidad de la mano del conocimiento fomentado en todas las esferas de la modernidad, especialmente de la educación y la investigación, captando medios y cerebros del resto del mundo ávido de tomar ejemplo del bien hacer. Últimamente el movimiento neocon y el reciente Tea Party causantes de la peor crisis desde la antes expuesta, con 80 años de diferencia, está siendo corroído por la falta de puestos de trabajo.

El otro país que está emergiendo con fuerza en las últimas décadas es China, que tras las devastadoras humillaciones sufridas en los dos siglos pasados, primero por la agresión de las cañoneras occidentales y la insidiosa introducción del opio como enemigo del pueblo, les vino la invasión japonesa, con su reguero de asesinatos millonarios.

Tras la expulsión del militarista kuomingtang del continente a la antigua isla de Formosa se constituyó un gobierno comunista que evolucionó, hacia un pragmatismo desinhibido de todo prejuicio ideológico para desterrar la pobreza de su país y con la eventual lección para el resto del mundo pobre, de que la pobreza física y también cultural, es la mayor servidumbre a que está sometidas las personas, siendo imperativo acometer las deficiencias en función de las prioridades y la expulsión de las dos terceras partes de la humanidad de los frutos del progreso es el mayor crimen imaginable que conscientemente cometido por la carcoma existencial de la codicia, que ha ejercido hasta aquí el capitalismo resulta a todas luces inadmisible para conciencias humanizadas.