Valor de uso, valor de cambio
Nuestro país, afronta una transición de consecuencias históricas, si nos atenemos a la cantidad de cambios introducidos en pocos meses en leyes y normativas instituidas por el PP, partido, que al amparo de haber obtenido mayoría absoluta en las últimas elecciones, se considera facultado para todos los viernes, en los sucesivos consejos de ministros, sorprender al país con más disposiciones de obligado cumplimiento, todas ellas orientadas a desmontar el mayor activo con que nuestro país se ha incorporado al club de la modernidad mediante el Estado del Bienestar.
Cierto que nos encontramos en la tesitura de un sistema capitalista neoliberal incompatible con la era del conocimiento difundido por las TICs (tecnologías de la información y la comunicación) que abarcan el planeta, a través de las cuales, el progreso tecno-científico alcanzado en infinidad de aplicaciones prácticas para el desarrollo de muchos de los tangibles e intangibles que la humanidad ha tenido como metas a alcanzar a lo largo de la historia, resultaría incongruente desaprovechar el instrumental del que se dispone, para dejar desatendidas las aspiraciones seculares perseguidas por los humanos, mediante denodados esfuerzos civilizatorios.
Existen dos enfoques antagónicos orientados a la producción de bienes y servicios, para proporcionar satisfacción a las: apetencias, aspiraciones, goces,…hacia los que se orienta la humanidad: el tradicional, dominado por los poderosos, que al ser muy pocos para someter a muchos, se valieron de artimañas espurias tales como: la guerra, la ignorancia, el dinero, el poder heredado, la ofuscación religiosa,… concerniente en la actualidad al “poder de cambio” representado por las finanzas virtuales, frente al “poder de uso” concretado en el trabajo, que es el que realmente a la luz del conocimiento atesorado por la modernidad muestra empíricamente, que todo cuanto existe es fruto de las aportaciones humanas a través del trabajo en todas sus obras y de las dádivas impagables que nos proporciona la madre naturaleza a la que hay que cuidar con esmero por ser la que sustenta sobre el planeta Tierra.
El neoliberalismo capitalista se vale de artes tan espurias como son, someter a los trabajadores a la esclavitud del paro para infundirles el miedo que supone el no poder alimentar a su familia, al tiempo que incita al despilfarro mediante la publicidad a los que disponen de sumas ingentes para permitirse las mayores excentricidades dirigidas a la afrenta de los indigentes. Valiéndose de la crisis en la que nos ha metido el neoliberalismo actual, con operaciones que ponen de manifiesto lo aberrante que es el “poder de cambio” con ejemplos como el préstamo que acaba de contraer la Generalitat Valenciana, por el que paga un interés del 7% cuando el BCE presta el dinero a los bancos al 1% de interés. El margen entre ambos límites, es del que se han apropiado los bancos para llevarnos a la crisis actual, con el cual han conseguido que sus beneficiarios, los muy ricos, hacerse con el poder en los pueblos sometidos a su férula, mediante la privación del Estado del Bienestar que habían alcanzado, con la democracia.
El pillaje de cuantos beneficios se alcanzaron en países de la Unión Europea, a los que dieron el denominativo de PIGS, cerdos en inglés por la combinación de sus iniciales como acrónimo, que, en España fue escenificado con la burbuja urbanístico-inmobiliaria, que permitió a los especuladores tener márgenes de beneficios cercanos al 20% anual, durante más de 12años, con las ventajas legales derivadas de la ley de 1996 del gobierno Aznar de dicho año, que declaraba urbanizable todo el territorio español a excepción de los parques nacionales, y las subsiguientes leyes que favorecían la compra de pisos sobre el alquiler mediante una fiscalidad ad hoc, con la facilidad con la que los bancos privados con el consentimiento del Banco de España fueron facultados para pedir créditos sin limitación a los bancos europeos.
A la vista de los hechos tan palmarios de los que hemos sido testigos en el advenimiento de la presente crisis económica, queda patente la diferencia entre los dos valores antagónicos: “valor de uso” y “valor de cambio” habiendo prevalecido el segundo como manifestación de la variedad de fórmulas, de las que se han valido los poderosos a pesar de ser unos pocos, a lo largo de la historia para afianzar el poder espurio, contra lo establecido en democracia: de una persona un voto y sobre todo recurriendo a las artimañas más arteras, para eclipsar la luz de la inteligencia que caracteriza a los tiempos actuales en los que la difusión universal de los hechos mostrados en su prístina transparencia, tendrán que prevalecer sobre la trilera ofuscación de la verdad.
3 Comments:
Hay que empezar a actuar, a hacer algo. No podemos seguir por el camino iniciado. Como muy bien dice, propaganda de productos y bienes del que solo pueden disfrutar unos pocos. Enseñanza y medicina solo para unos pocos. Entrega a Bankia dinero público que serviría para no recirtar, por ejemplo, los servicios públicos de salud (el derecho a la salud es un derecho humano; Bankia no tiene ningún derecho)
¿Dónde está la inteligencia o sabiduría de los dirigentes políticos y la sensatez de los economistas del FMI? Había, hay, otrs soluciones para hacer frente al problema creado por el mercado financiero. Los ciudadanos islandeses supieron decir NO y no ha caído sobre ellos ningún rayo.
Un saludo
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Gracias por tus comentarios y por seguir este modesto blog en el que plasmo mi visión del mundo actual.
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