27 mayo 2006

Internacionalismo versus globalización económica

La semántica, tiene gran incidencia en la asimilación de los conceptos: sin embargo los dos términos anteriores: (internacionalismo-globalización económica) siendo conceptualmente sinónimos, son antagónicos en el contexto actual. El internacionalismo proletario, como bandera del marxismo, manifiesta en sus enunciados la unión de los proletarios del mundo: ( las fuerzas del trabajo) que mediante sus justas reivindicaciones, como productores de los bienes y servicios destinados al provecho de la humanidad, puedan reclamar las asignaciones de poder que les corresponden por los servicios prestados.
Por el contra, la globalización vigente patrocinada por los "neocons," tiene por objeto orientar el flujo del comercio a nivel mundial, en beneficio de los países mejor situados: en posesión de patentes, de desarrollo industrial, de potencial financiero, de chiringuitos donde se efectúan las transacciones de cifras astronómicas de dinero negro retrotraído de los impuestos por los defraudadores consentidos por el sistema. La corrupción y el fraude, son moneda de cambio para la globalización vigente tanto para la infracción de lo establecido en los preceptuado en la O.M.C., mediante aranceles, subvenciones, cuotas etc. que desvirtúan las leyes del libre comercio, como a la esclavitud a que someten a los trabajadores de sus "maquilas" ubicadas en el tercer mundo donde se eluden las normativas laborales que rigen en sus propios países, en los que los sueldos de miseria mediante la publicidad y las patentes amparados por el principio del mercado libre, les permite vender los productos de las "maquilas" a precios centuplicados con respecto a su coste.
Admitimos el derecho a la existencia de todos los puntos de vista: maniqueos, sectarios, intolerantes, con todas las percepciones del arco ideológico. Pero, permítasenos exponer nuestras convicciones pretendidamente objetivas, afianzadas en observaciones efectuadas en el transcurso de toda una vida en que han incidido infinidad de variables políticas, sociológicas, ambientales, etc,. que han conformado nuestro sentir, asistido por la experiencia.
Un somero recorrido histórico, nos apercibe de que la dirigencia humana ha sido ejercida durante los tiempos pretéritos por los detentadores de : la fuerza, la riqueza, el poder, (transferidos a sus descendencias por herencia por vía de la propiedad), por detentadores de poderes esotéricos y especialmente por los mercaderes, gremio que ha ejercido en todos los tiempos un inusitado poder de seducción: para los poderosos y también para las masas hambrientas e ignorantes, ávidas de experimentar cualquier clase de estímulo.
Los privilegiados, constituidos en dueños de vidas y haciendas de sus súbditos, (esclavos efectivos o virtuales), explotaban a sus siervos mediante los instrumentos idóneos para cada coyuntura, valiéndose del expediente de la extrema escasez de recursos de las épocas anteriores a la revolución industrial, manteniendo a sus súbditos al límite de la supervivencia para dedicar la totalidad de sus menguadas fuerzas al servicio del señor, al que debían mostrar: obediencia, pleitesía y agradecimiento por tenerlos a su servicio.
Tanto servilismo, al que sometía la ignorancia a las masas oprimidas, llegó a su paroxismo con el exhibicionismo mostrado por los excesos de la nobleza francesa en pleno siglo de las luces, cuando ya se hacia evidente la labor de los enciclopedistas franceses cuya competencia en percibir el sentir del pueblo llano desencadenó, la más famosa de cuantas convulsiones han tenido lugar en la historia moderna: La Revolución Francesa que acabó con los privilegios de la nobleza tradicional.
Sobre las mismas fechas, tuvo lugar otro hecho de consecuencias trascendentales para la humanidad: se dieron los primeros pasos de la era industrial, consecuencia de lo cual tuvo lugar la emergencia de la gran burguesía industrial que alteró de forma crucial la marcha de la economía tradicional. Los nuevos empresarios en posesión del útil industrial alcanzaban producciones centuplicadas respecto de los procesos artesanales y sin las cortapisas que con el tiempo, impusieron los sindicatos, los beneficios fueron espectaculares con plusvalías que elevaron a la nueva burguesía a las más altas cotas de riqueza y poder social y político.
Como es bien sabido la ambición no conoce límites, lo que conducía a que los trabajadores ocupados en las nuevas industrias fueron objeto de los mayores abusos: con horarios abusivos, trabajo de menores, ausencia de normativas laborales, sanitarias, etc..llevando a economistas, sociólogos y filósofos , como fue el caso de Carlos Marx, que elaboró la teoría científica que lleva su nombre, por la que el hecho industrial, tiene tal capacidad de desarrollo de la riqueza que el fruto de la misma debe ser participado por cuantos intervienen en su generación.
Las conclusiones del estudio anterior trajeron la segunda gran revolución de la modernidad: el Comunismo, que tuvo su primera implantación en la Unión Soviética tras el derrocamiento del zarismo, que después de setenta años de vigencia fracasó como sistema en Rusia y su área de influencia, si bien con modalidades distintas sigue vigente en otros países. Su existencia, mantiene un discreto pulso con el sistema llamado capitalismo de libre mercado, que está establecido en la gran mayoría de los países del mundo en la actualidad, si bien a pesar del extraordinario poder de creación de riqueza que tiene la proliferación de industrias en todo el mundo, no se ha conseguido dar lo indispensable para subsistir a ingentes masas de población radicadas en el llamado tercer mundo.
Hay ilustres pensadores que ponen en cuestión, que en un mundo tan intercomunicado como el actual, será imposible mantener las abismales diferencia de rentas y poder adquisitivo que se dan entre los distintos pueblos del planeta. La difusión de la educación, que ha sido transferida desde ser monopolio de las élites a ser patrimonio de todos, en los pueblos vertebrados, será el caballo de Troya que denunciará la injusticia que suponen las desigualdades extremas.
En las prácticas de gobierno, aplicadas en este momento en dos estados: China y Cuba que se denominan comunistas, en los que sus estrategias paradigmáticas que se podrían calificar de antagónicas: en China, quizás aleccionados por la experiencia de la URRS, donde se dijo que lo que más desalentó a sus moradores sobre la eficiencia de su sistema económico, fue la visión en sus televisores el desfavorable contraste entre los escaparates deslumbrantes de riqueza del mundo occidental, y la cutréz de los suyos propios, fue uno de los factores desencadenantes de su estrepitoso fracaso. China ha optado por la optimizar los resultados económicos, mediante la adopción de dos medidas que calificaríamos de visión de futuro relevante:
1º) La adopción del urbanismo residencial ubicado en grandes rascacielos distanciados entre sí, (en sustitución de las calles y la extensión en mancha de aceite) como morfología urbanística.
2º) Elección del sistema de transporte por trenes levitantes en sustitución de la rueda.
Cuba por su parte se ha constituido en la fábrica de la cultura, para la provisión de licenciados en todas las ramas del saber para proveer el enorme déficit de los mismos al tercer mundo.