04 abril 2006

Caso Marbella

Por fin se ha abierto la caja de Pandora, que tanto tiempo ha permanecido en las brumas de los informativos, a pesar de ser "vox pópuli" desde tiempos ha.
Una vez más me veo obligado a remontarme atrás en el tiempo para argumentar mis seudo-tesis no siempre avaladas por el rigor, servidas por el sentido común que me auto-atribuyo, postura generalmente admitida en comunicaciones informales como la presente.
Una palabra hoy en desuso: "el estraperlo" que estaba en boca de todos en los tiempos de hambruna recién terminada la guerra civil: consistía en vender de tapadillo alimentos que estaban racionados, actividad ilegal que requería de cierta impunidad para ejercitarla, pudo ser el germen de una escuela de corruptelas en nuestro país.
Cuando se atisbaron los primeros indicios de que el turismo podría ser una mina para la economía española, sirviéndose de testaferros como intermediarios, personalidades afines al régimen adquirieron terrenos agrícolas en la Costa del Sol a precios irrisorios, que se revalorizaron espectacularmente cuando se produjo el boom turístico.
Cuando cayeron las bombas atómicas americanas sin explotar en la playa de Palomares, el famoso baño de Fraga tuvo como finalidad dar testimonio que las playas de sur de España no estaban contaminadas, con lo que se preservaba su idoneidad para uso turístico.
Pronto aparecieron pomposos nombres de la nobleza germana que dieron lustre a la zona, ampliamente publicitados por las revistas del corazón, para mayor gloria de la "Jet-Set," dando brillo y glamour a la alta sociedad marbelli.
Otro factor publicitario de la zona, fueron los viajes de la familia real saudita a Marbella, donde se hicieron construir suntuosos palacios, para residir en ellos solo contados días de los años en que se dignaban atracar con sus lujosos yates en el puerto Banús, que servían para que los medios periodísticos de la zona se volcaran en ditirámbicos halagos al lujo deslumbrante de los yates, limusinas, harén de bellas mujeres formando parte de los numerosos séquitos que acompañaban a los monarcas y las millonarias compras efectuadas por los mismos: de joyas, objetos de lujo y de consumo en general, con lo que hacía su agosto el comercio local.
También se ha hecho notar en la Costa del Sol, la asistencia masiva de las mafias rusas, que tras la caída de la URSS, se hicieron con gran parte del patrimonio acumulado por el pueblo durante los años del comunismo mediante privatizaciones, que fueron a parar a manos de individuos sin escrúpulos que fijaron su residencia en Marbella, con la aquiescencia de las autoridades en tal cantidad y con tal capacidad económica, que llegaron a conseguir una línea aérea regular: Málaga - Moscú, ¿ seria para transportar las ingentes cantidades de dinero del que hacían procaz ostentación?.
Otro factor coadyuvante a la práctica de la delincuencia instala en la zona, lo constituye la proximidad del paraíso fiscal de Gibraltar, donde se blanquean con toda impunidad los dineros negros de cualquier procedencia.
A las distintas policías también se les atribuyen participaciones interesadas, en la opacidad de las diligencias que les correspondía realizar.
Con todos los anteriores ingredientes vino a sentar sus reales en Marbella: Jesús Gil y Gil, que con su populismo y antecedentes, le iba como anillo al dedo a la zona. Formó con celeridad inaudita un partido político con sus propias siglas (el GIL), que se hizo con el control de varios ayuntamientos de la Costa del Sol e incluso del otro lado del estrecho. Valiéndose de artimañas ilegales que la sacralización del voto permite arrogarse a ciertos ayuntamientos, durante las legislaciones en que gobernó el GIL, así como el de los ediles que le siguieron al frente del consistorio, se ha consumado la construcción de 30.000 viviendas ilegales, contraviniendo la ordenación urbanística aprobada, lo que ha motivado las denuncias en los juzgados de las numerosas infracciones cometidas, de las cuales solo una, (según se ha publicado en los medios, ha merecido resolución judicial )
En el supuesto de que fueran confirmados los hechos expuestos más arriba, en su totalidad o en parte, evidenciarían fallas tan garrafales de las distintas instancias gubernamentales investidas de autoridad para la protección de sus administrados, se pondría en entredicho las virtualidades atribuidas a la democracia, que mediante la aplicación de las leyes establecidas las autoridades están obligadas a garantizar los derechos constitucionales a sus ciudadanos.
Casos como el descrito más arriba, justificaría la preparación de una amplia campaña en los medios, para concienciar al país de la gravedad que entraña el mal ejemplo que se transmite a la juventud con hechos como el que nos ocupa. Se que se me tachará de querer impartir moralina trasnochada, pero las generaciones venideras, seguro que juzgarán a la actual idolatría que se profesa al dinero, como las sociedades actuales hacen con la esclavitud, la trata de blancas etc,.
El dinero, como sujeto instrumental, que en el transcurso de la historia ha tenido para marcar distancias entre los que disponían de lo necesario, respecto de los indigentes. Esto cambiará con la abundancia de bienes que generará la tecno-ciencia y se impondrán valores determinantes en las relaciones humanas tales como: la valía intrínseca de las personas en una escala de valores superadora de inícuas bajezas a que arrastra el dinero.¡UTOPÍAS FACTIBLES!