07 marzo 2006

Viaje de Bush a Asia

Ha sido un viaje sorpresa sobre todo la escala en Afganistán, que correspondía después de haber desencadenado una guerra en dicho país, que aparte de haber sustituido a los talibanes por los llamados señores de la guerra y haberlo convertido en el mayor productor del mundo de opiáceos, materia prima de la que se extrae la morfina y los 500 presos de Guantánamo, no parece que se le hayan sacado muchos más réditos a dicha intervención militar.
La visita a la India parece haber tenido mucha más importancia, a juzgar por el tiempo dedicado y el relieve que se ha dado a los acuerdos nucleares no explicitados en los medios, a no ser que sean secretos por el hecho que sea precisamente la India, país que no ha firmado el acuerdo de no proliferación nuclear y a pesar de ello, se anuncia que EE.UU. facilitará importante ayuda nuclear al país asiático, coincidiendo en el tiempo con el contencioso que tiene lugar con Irán, sobre el mismo tema.
No parece que haya sido el acuerdo en materia nuclear, para lo que se requiere preparación previa, el principal motivo del viaje. La oportunidad del mismo, si bien no ha sido muy explicitado por los medios, puede obedecer a la creciente importancia que está tomando Asia en la geoestrategia mundial últimamente, por las reservas petrolíferas y de gas de los países centro-asiáticos, que parecen más inclinados a orientar sus recursos hacia la gran área económica asiática que a Occidente, por el peso específico que adquiere dicha zona, a nivel planetario.
Llama la atención que siendo Pakistán el más fiel aliado de EE.UU. sobre todo el gobierno militar que lo representa, (no así la mayoría del pueblo) mientras la India, que durante la guerra fría formaba parte del otro bloque, por sus afinidades marxistoides al adoptar la modalidad de planes quinquenales, donde los estados más representativos pusieron en práctica leyes progresistas, socializantes, tras su independencia, inspiradas en las de la URRS de donde recibieron asesores, sobre todo en lo que a la reforma agraria se refiere.
En la presente visita a los dos países enfrentados, tras el reparto territorial del subcontinente indio, entre Pakistán y la India, por diferentes identidades religiosas y por la disputa territorial de Cachemira, EE.UU. siempre había mostrado preferencias por la parte paquistaní, hecho que parece haber sido alterado en este viaje, en el que Bush ha dedicado más tiempo y dado más relieve a su estancia en la India.
Por su extensión territorial, que ha merecido el nombre de subcontinente indio y también por su población, que lleva trazas de superar a la de China en los próximos años, debido a que no han sabido arbitrar los medios para su control. El desmadre de la natalidad que acarrea el problema crucial, tanto para dicho país, como lo es para el conjunto de la humanidad. Del mantenimiento dentro de límites racionales del crecimiento demográfico depende la supervivencia física del género humano. La erradicación de este problema no depende solo de los indios, sino que es consecuencia de la insuficiencia de medios que afecta a los países pobres, por el desinterés de los que podrían resolverlo,(los países ricos), que no toman conciencia, de que dicha bomba de tiempo, les afectará también a ellos.
Pretendemos poner de relieve aquí, los altos porcentajes de crecimiento del P.I.B. de la India, atribuidos en gran medida, a la especialización adquirida por parte de sus naturales en el campo de la informática y las tecnologías modernas, que tendrán a futuro, una incidencia crucial para el desarrollo de la humanidad. Legiones de jóvenes salidos de las universidades indias, son solicitados por los países desarrollados para serles encomendadas funciones de programación para lo que parecen estar especialmente dotados. Parte del espectacular despegue de este país le es atribuida a tan peculiar aptitud, si bien para no incurrir en recetas milagrosas el sentido común, intuye que la verdadera revolución económica que tiene lugar en la región asiática que comprende casi la mitad de la extensión territorial y de los habitantes del planeta, dormida hasta fechas recientes, están haciendo eclosionar sus potencialidades de forma espectacular, consecuencia según algunos, al determinismo histórico, que hace rotar las influencias a nivel mundial en el mismo sentido que marca nuestro astro rey, siempre de oriente a occidente, ratificado en el decurso de la historia de la que tenemos noticia: de China pasó a Mesopotamia, a Egipto, a Grecia, a Roma, a Europa, situado actualmente en EE.UU. desde donde, según determina el ciclo, vuelve al continente asiático.
El impacto que se atribuye a la informática y sus implicaciones futuras cuando adquiera carta de naturaleza, tras el preceptivo rodaje y adaptación a las funciones que previsiblemente le serán confiadas, la incidencia sociológica en los comportamientos de las generaciones futuras beneficiadas por tal hallazgo, será comparable a lo que supusieron las energías inanimadas (el vapor y la electricidad), en la revolución industrial que trastocó drásticamente, las costumbres de su época.
La nueva ¿energía? .. ¿efecto?.. o como se le vaya a denominar, tiene un carácter mucho más misterioso y difícil de asimilar para muchos entre los que me encuentro, pues la nanotecnología o las magnitudes en tamaño y velocidad de los nuevos ingenios, son misterios que escapan al raciocinio normal, lo que supone que se les podrán asignar funciones que tendrán efectos del tipo que los antiguos llamaban metafísicos, por desbordar sus magnitudes los límites físicos, aún cuando se pretenda medirlas con nuevos vocablos, que desbordan el entendimiento común.
A lo que antes se le daba el título de milagro ha quedado como un juego de niños frente a lo que cotidianamente nos sirven las noticias de nuevos hallazgos: astronómicos, de los satélites de comunicaciones que permiten todo tipo seguimientos de objetos situados en la superficie terrestre, las búsquedas de información por el Google. Y un largo etc.. imposible de abarcar, en todos y cada uno de los avances científicos, que prometen para las futuras generaciones, la posibilidad de explorar nuevos horizontes ignotos, excitantes, maravillosos..., como nunca han podido vislumbrar las mentes imaginativas y ¡ que aún existan agoreros que pregonen que el optimismo antropológico es ilusorio!. Pobre gente, la que se acurruca en pasados nostálgicos de la añorada juventud, el futuro de los que vienen detrás será esplendoroso.