10 abril 2006

Más allá de lo cotidiano

Pretenciosamente he dado en llamar “ ideas fuerza” a percepciones que me obsesionan y a las que busco darles cauce, aprovechando el que me brinda esta peculiar tribuna:

1º) La mente humana está en posesión de los recursos necesarios para superar la mayoría de obstáculos interpuestos por la naturaleza, mediante el potencial de sus neuronas iluminadas por el conocimiento, motor de sus intervenciones prácticas.
2º) La ley física: de que a toda acción se le opone una reacción igual y de signo contrario, ha sido suplida por las energías inanimadas: Vapor, hidrocarburos, nuclear etc..
3º) La ley de la gravedad, ha sido neutralizada por los numerosos satélites artificiales que circunvalan el planeta Tierra, mediante la técnica coheteril.
4º) La obtención de energía en abundancia, está en vías de resolución tan pronto se consiga desarrollar la fusión nuclear, a imitación de lo que acontece en las estrellas.
5º) La ley de la selva, consistente en que para subsistir unos seres, (los depredadores) deben ser
sacrificados otros (sus víctimas). Quienes nos precedieron mimetizaron dichos procedimientos con las guerras. Se atisban signos, de que éstas también terminarán por ser erradicadas.

Asumiendo que pueden ser superadas las grandes fuerzas telúricas antes citadas, que fueron inabordables durante los milenios que nos precedieron, se puede aceptar que nos encontrarnos en presencia de una etapa crucial, en la que los humanos han alcanzado gracias a la tecno-ciencia notables cotas de conocimiento en el dominio de la naturaleza, que permitirá acometer la resolución de la mayoría de los desafíos físicos que se vayan presentando.

Que me perdonen los agoreros que siguen calificando con epítetos catastrofistas los tiempos actuales, suspirando las nostalgias de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Mal servicio rinden al subconsciente colectivo, mediante soflamas negativas que contribuyen a frustrar los entusiasmos que son el combustible que alimenta a los espíritus de los creadores de activos de futuro. La psicología, ciencia recurrente en nuestros días, es tajante al respecto: es necesario insuflar optimismo en la enseñanza de cualquier materia que se imparta, pues en ello radica el estímulo para llevar a término las sorprendentes realizaciones de la modernidad.

Entre las modalidades existentes para la búsqueda de los mejores resultados por las acciones emprendidas, figura un término paradigmático: la EFICIENCIA, que debería ser objeto de estudios previos a todo proyecto que se precie, mediante el establecimiento de un formulario donde figuren los condicionantes a tener en cuenta para alcanzarla, tales como:

1º) Es condición sine qua non previa al establecimiento de cualquier proyecto, el estudio de viabilidad del mismo: contemplando los aspectos que tendrán incidencia para asegurar su buen funcionamiento: producciones, ubicación, comunicaciones, logística, mano de obra disponible, aprovisionamiento de materias primas, talleres auxiliares para insumos, etc...

2º) Toda nueva instalación industrial que se precie para ser competitiva tiene como imperativo, contar con la tecnología de última generación de los equipos que entran a formar parte de la misma (incluidos robots) si existieran. Ningún condicionante restrictivo debería existir a priori, como por ejemplo: acceso a las patentes de última generación, suficiencia financiera, etc..

3º) Disponer de mano de obra experimentada (sobre todo en los puestos de responsabilidad), debidamente formada, de probada fidelidad para desarrollar debidamente los cometidos que les son asignados, todo ello condicionado a que el personal de plantilla disfrute de condiciones de trabajo y retribuciones satisfactorias.

4º) Con las experiencias adquiridas con la racionalización, mecanización y optimización en la producción de toda clase de alimentos: en agricultura, ganadería, pesca... en comparación con las conseguidas con la economía de subsistencia precedente, las productividades han tenido crecimientos exponenciales pasando de la ocupación de la mano de obra en estos menesteres del 80% al inicio del siglo XX, al 6% actual.

5º) También la productividad referida a la función comercial: las grandes superficies, han sustituido a millares de pequeñas tiendas, cuyos empleados en ocasiones solo atendía a escasos clientes durante la jornada.

6º) La industria para ser competitiva debe cumplir, inexorablemente con la condición de: ECONOMÍA DE ESCALA ( tener el tamaño requerido para optimizar las producciones) en sustitución de los pequeños tinglados y/o los chamizos que tanto proliferan en los polígonos industriales de nuestro país. Reuniendo las condiciones del tamaño requerido, equipos idóneos, robotización y automatismos de última generación, el trabajo a turnos y la flexibilidad de producciones mediante la regulación de cadencias de producción en función de la demanda, está orientado a la optimización par rentabilizar al máximo la inversión. Las modas obligan a frecuentes cambios y las instalaciones industriales deben ser renovadas periódicamente.

7º) La modalidad de trabajo en equipo es condición sine qua non para la competitividad. La variedad, complejidad y especialización de las funciones a desarrollar en la empresa moderna, no pueden ser asumidas por el clásico patrón de empresa, así pues, tal figura está abocada a ser sustituida: por los tecnócratas para desarrollar las funciones específicas asignadas para cada cometido y por las finanzas para la provisión de los fondos necesarios.

8º) Otro factor que se nos antoja primordial que sea corregido por aplicación del más elemental sentido común, es la publicidad comercial: insistente, machacona, que martiriza los sentidos de a quienes va dirigida, forzados a soportarla contra su voluntad. Constituye un despilfarro que no reporta beneficios tangibles a la sociedad; es la moderna función del chalaneo amplificada por los modernos medios de difusión, que solo beneficia a las empresas del ramo y sus anunciados.

9º) La publicidad institucional tiene la función pedagógica de informar al público de cuanto le interesa conocer; por el contrario la publicidad comercial, debería contar con cauces de difusión distintos a los actuales, valiéndose de : Internet y móviles, donde a petición del comprador, le pueda ser facilitada toda la información sobre el producto por el que está interesado, sin limitaciones de tiempo ni de espacio, aspectos que actualmente están restringidos a spots con escasos segundos de duración.

10º) A medida que se vayan generalizando las compra-ventas por Internet, con acceso al comercio mundial ( incluido el de los países del tercer mundo), los que, por mimetismo con lo conseguido por numerosas naciones del sudeste asiático que mediante prácticas industriales eficientes, sueldos de austeridad y logística moderna, han inundado el mercado mundial de artículos competitivos en precios y en servicio rápido, que también son distribuidos por organizaciones como: Wal Mark, Carrefour etc.. mediante promociones millonarias por el volumen de artículos vendidos a bajos precios y exiguos márgenes comerciales. Poniendo en paralelo factorías eficientes y márgenes comerciales racionales, los precios de los producciones necesarias para tener una vida digna, permitiría incorporar al mercado a los miles de millones de habitantes del tercer mundo hoy excluidos, por la codicia insaciable de los rectores del liberalismo salvaje que excluyen de la abundante tarta existente a un tercio de la población mundial.