Publicidad= caballo de Troya
La mañana del 31-10-07 previa a lectura del veredicto del juicio del 11M, fue emitida por la cadena SER una encuesta en la que se pedía que si parecía un juicio justo por el que los jueces condenaran únicamente a los yihadistas en lugar de implicar a ETA en la masacre terrorista del 11M. El resultado de la encuesta ha sido un empate técnico: los favorables al veredicto de los jueces fueron votantes del PSOE, y los que defienden que ha tenido participación ETA, eran votantes del PP. Tales posturas concuerdan con la opinión aportada por un tertuliano de la SER que sostenía que los efectos del 11M, (el mayor atentado terrorista perpetrado en Europa) ha supuesto para nuestro país un hachazo que partió España en dos mitades antagónicas, en la percepción que tienen del mismo sus ciudadanos.
Los habitantes de este país, sometidos como estamos a la influencia de los media que defienden puntos de vista polarizados, no podemos alcanzar la ecuanimidad de juicio necesaria para enfocar los temas objetivamente. La presente legislatura lastrada por la mentira del 11M difundida por el PP, de que el atentado fue obra de ETA, a pesar de que desde las primeras detenciones ya se sabia que fueron yihadistas sus autores. Los responsables del PP, concientes de que el resultado de las elecciones del día 14M, dependían en gran medida de que los votantes asumieran que la masacre fue obra de ETA, en lugar de la venganza islamista a la foto de las Azores, para votar a uno o a otro de los dos partidos mayoritarios, la falsa consigna lanzada por el PP de embarcarse en una conspiración, que resultó contraria a sus intereses electorales.
El monstruoso atentado que se llevó la vida de casi 200 personas y lesiones a 1800 heridos quedará en los anales de la historia, como la mentira mantenida por espacio de una legislatura completa ( a reserva de que nos liberen de ella los últimos meses) si se convencen de que su contumacia puede afectar negativamente el resultado de los próximos comicios, al partido que tras propalar el mayor de los infundios, después de conocer el veredicto de un juicio provisto de todas las garantías, persiste en su teoría de la conspiración. Las energías y medios aplicados por los medios de comunicación- sugestión afines al PP para convencer a sus votantes durante tanto tiempo, han sido ingentes: periódicos, emisoras de radio y TV, han atormentado a las audiencias sin dar tregua a las conciencias de cuantos mostraron disposición de prestarles atención, organizando manifestaciones y toda clase de actos provocativos contra las víctimas del 11M y muy especialmente contra el Gobierno y su presidente. Comisiones de investigación y sesiones parlamentarias en las cámaras legislativas, han desbordado todos los límites conocidos referidos a un solo tema de discusión.
El ejemplo para los historiadores del hecho relatado más arriba, muestra la incidencia y prepotencia de los medios de difusión-sugestión para impartir mensajes, aplicando los métodos goebbelianos de que cualquier mentira repetida mil veces se convierte en verdad, si no se la desenmascara a tiempo.
Lo expuesto más arriba, forma parte del paradigma universalmente empleado en estos tiempos, del que se vale la publicidad-sugestión para incitar a los consumidores de todo tipo: desde los mensajes políticos, al consumo a ultranza de artículos que llevan al despilfarro bajo pretexto, que mueven la rueda del desarrollo.
Con referencia a la publicidad partidaria, por la que la tradición disponía que la función de la oposición consistía en aportar argumentos contrarios a las iniciativas gubernamentales, hoy han quedado refutados por las prácticas de los dos grandes países europeos: Alemania y Francia, que han optado por la concertación y el consenso en los grandes temas de Estado y en procurar beneficiar a la generalidad de sus ciudadanos.
Por lo que respecta a la publicidad comercial, que en la actualidad, con la profusión de medios que permiten las nuevas tecnologías, invaden la intimidad, el reposo, roban el tiempo que tanta incidencia tiene en la vida actual, martirizan los sentidos con mensajes machacones que no interesan al 99 % de las audiencias, todo ello y mucho más, cuya finalidad es multiplicar los precios de las cosas e incitar al despilfarro a tantos que dicen expulsar las neuras mentales mediante compras compulsivas. Pocos caen en la cuenta que los recursos disponibles serán insuficientes para atender las necesidades de una población en crecimiento incontrolado, con una tecno-ciencia capaz de incrementar las producciones exponencialmente que las reservas del planeta Tierra no podrían proporcionar.
Los paradigmas a los que las sociedades humanas tendrán que dar respuesta en un inmediato futuro: los "bienes públicos universales" que se podrían englobar en:
1º) Tomar las oportunas diligencias para conservar la naturaleza del planeta, al servicio de los humanos, que hoy disponen de los medios para conseguirlo.
2º) Evitar las guerras herencia genética de la ley de la selva, que desmiente al raciocinio que caracteriza a los humanos ebulucionados.
3º) Desterrar de las prioridades humanas el instinto de superioridad que se sigue atribuyendo a la posesión de bienes materiales que a su vez proporcionan atributos de mando. Se adivina que el futuro tendrán que premiar al talento y al esfuerzo.
4º) Otros aspectos determinantes de las actuaciones de futuro coadyuvantes con la racionalidad serán: que la formación intelectual para ejercitar las potencialidades necesarias cuando las funciones físicas pierdan entidad al ser asumidas por la máquina, mientras que los aspectos identitarios asignados a las mentes tienen todo un mundo de perfeccionamientos por conquistar.
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