16 julio 2007

Intuiciones-Deducciones

Se podrían calificar de premonitorios los conceptos: intuición - deducción, que en mi caso, como autodidacta integral, toda mi vida me he tenido que apoyar en el ellos, por haber nacido al final de los años veintes en un medio rural sin recursos, que permitieran el acceso a la cultura.
En el reciente viaje de nuestros monarcas a China me impactaron dos imágenes vulgarmente anecdóticas para muchos, que en mi suscitaron sendas intuiciones -deducciones que voy a describir:
Una foto muestra a la reina mirando por un anteojo desde lo alto de la torre de comunicaciones de Shanghai. El pié de foto reza: la reina, contemplando los 400 grandes rascacielos con que cuenta dicha ciudad. Intuitivamente me vienen in mente los cuatro primeros grandes rascacielos que están en construcción en la ciudad de Madrid. Comentando este hecho con un allegado, me indica que es comprensible que en China viva la gente en estas cárceles humanas dadas sus limitadas condiciones de vida. No obstante, Nueva York, que se compone del Manhattan de los rascacielos y de otros barrios: Harlem, Bronx, Brukling, Queens etc.. Las élites de los WASP eligen los rascacielos del Manhattan como residencias, mientras que negros, chicanos y pobres tienen que conformarse con las casas bajas de ladrillo de los barrios citados.
Si los rascacielos de la ciudad china centuplican los de la capital de España, los ladrillos consumidos en Madrid los últimos años, millonplican los de la otra ciudad. Dejo lo apuntado al juicio de los expertos, para que determinen las tendencias de futuro.
En otra instantánea aparecía el rey, extasiado en la contemplación de un jarrón de bronce artístico en un museo del mismo Shanghai, diciendo que parecía increíble la existencia de semejante joya elaborada unos mil años antes de que se conociera el bronce en occidente.
Aquí también participó de mi intuición-deducción juntos con los recuerdos de mi reciente viaje a China, en el que nos explicaron que ellos denominan a su pais el Imperio del Centro, seguramente convencidos de ser el ombligo del mundo.
En el transcurso de sus numerosas dinastías, parece que alcanzaron gran prosperidad, que era atacada por sus vecinos del norte: (manchúes y mongoles) que mandaban continuas racias para expoliar sus tesoros. Uno de los emperadores decidió iniciar la construcción de la gran muralla a fin de evitar dichas incursiones.
A la construcción de tan ingente obra, mi intuición – deducción la sitúa en el origen de la tecnología, puesto que, para las grandes construcciones de la época en occidente, empleaban piedra, que se encuentra en la naturaleza. Los chinos erigieron la gran muralla con ladrillos, primer producto artificial fabricado por los habitantes de los pueblos establecidos a lo largo de la muralla. La condición impuesta a los fabricantes era de poner un marchamo o sello distintivo del pueblo de procedencia de cada ladrillo. Si los ladrillos de cualquier origen no cumplían con las especificaciones de calidad establecidas, mandaban degollar a todos los habitantes del pueblo de procedencia . Tan draconiana condición, obligó a los fabricantes de ladrillos a emplear el combustible que daba las mayores temperaturas para mejorar la cocción: para ello recurrieron al carbón mineral (antracita) mediante lo cual se obtuvieron las temperaturas requeridas para la fusión de los metales : primero el bronce después el hierro y los restantes metales. Lo que sorprendió a D Juan Carlos, fue, que los arqueólogos mediante las modernas técnicas del carbono 14 hayan llegado a determinar, que mil años antes de que el bronce fuera conocido en occidente, se empleara en China para fabricar tales maravillas.
El bronce, la porcelana, otros metales empleados en recubrir las figuras de terracota, el papel, la imprenta, la brújula, la pólvora, la seda, las pastas alimenticias, los velámenes de los juncos que hacían la ruta comercial con la India impulsados por los vientos del monzón que soplan alternativamente de este a oeste y viceversa, son entre otros muchos ejemplos, muestran lo avanzados que estaban antiguamente los chinos respecto de occidente. Las primeras noticias de dichos progresos llegaron a occidente desde las repúblicas italianas que comerciaban con oriente a través de la ruta de la seda y las especias, promoviendo la eclosión del renacimiento, gran revulsivo que sacó a Europa de la noche del medievo impuesto por el dogal de los integrismos religiosos.
La mayor intuición - deducción que me embarga con respecto al coloso oriental, que ahora parece despertar de un letargo de dos siglos, reside en que su gran sabio Confucio, dio pautas de conducta a su pueblo, que le evitaron caer en las ominosas garras de las distintas creencias esotéricas que siguen manteniendo hasta el día de hoy, a gran parte de la humanidad bajo la férula de las distintas generaciones de magos y/o brujos, que siguen ostentando las mayores cotas de poder desde tiempo inmemorial, apoyados en promesas indemostrables.
De los logros de la antigua China, se pueden extraer por la vía de la intuición, numerosas metáforas, a reserva de las que la arqueología vaya desvelando:
1º) Atribuimos al desarrollo del ladrillo resistente a los agentes atmosféricos, superior a la piedra más dura que se conoce, como el embrión tecnológico alumbrado en la mente humana, para acomodar el planeta al mejor servicio de los humanos, sus habitantes.
2º) El marchamo y/o sello, con el que firmaban cada uno de los ladrillos sus fabricantes, podía haber servido de intuición para la invención de la imprenta que se basa en el mismo principio de imprimir huellas.
3º) Los velámenes de los barcos para aprovechar la enorme fuerza del viento para transportar a través del mar, las cargas imposibles de ser vehiculadas por tierra a través de los insuperables accidentes geográficos.
4º) La invención del papel, el cultivo del gusano de seda como la fibra textil más apreciada, la pólvora, la brújula, etc.. son otros tantos hallazgos de la mente humana, que hoy parece increíble que permanecieran largos siglos inéditos para un occidente que se atribuye de ser la cuna de la civilización.
5º) En el campo que podríamos atribuir a la política, la construcción de la gran muralla libró al país del centro entablar guerras con sus vecinos, permaneciendo infranqueable hasta hoy, librándose incluso de su derrumbamiento como lo fueron las murallas de Jericó al son de las trompetas.
6º) Tras un período de estancamiento, el autoproclamado país del centro, se ha visto superado tecnológicamente por los grandes imperios coloniales occidentales y mediante la guerra del opio, ha sido humillado, ocupado y en parte colonizado por potencias extranjeras, como confirmación que todo tiene su cenit y su ocaso: grandeza y servidumbre a la que están sometidos los pueblos.
7º) Hoy China parece renacer de sus cenizas tras dolorosas catarsis, tratando de apropiarse de lo mejor que existe en tecnología, sin escrúpulos de conciencia en transgredir (si les es consentido) conceptos como los de propiedad intelectual, que para ellos, está lejos de tener la condición de sagrado que tiene en occidente.
Espero que la ciencia, que por sus esencias, se sitúa en las antípodas de los taumaturgos manipuladores de los espíritus, terminará por desenmascarar la patraña milenarista que ofusca las mentes de tantos tontos de buena fé, sometidos a los cantos de sirena de paraísos prometidos fuera de toda constatación empírica, que constituye la base incontrovertible de la ciencia.
Estamos inmersos en la dinámica irracional de las guerras que desembocan en el monstruo del terrorismo islamista, que aleccionan por medio de la guerra santa y las escuelas de inmolación, con los modernos métodos de propaganda tipo Goebels, que nadie se puede resistir a la publicidad machacona y avasallante que incita además al despilfarro generalizado de la enegía que va en detrimento del cuidado ecológico que permita asegurar la continuidad de la vida en el planeta Tierra.