14 junio 2007

Bumerangs históricos

Maquiavelo, por su famoso tratado, mereció dos calificativos antitéticos: (maquiavélico: como astuto y retorcido y, como razón de estado: ejemplo a imitar)

Hechos acaecidos en el devenir histórico reciente, merecerán de los futuros tratadistas políticos, calificativos asimismo antitéticos, a los resultados de conflictos armados contemporáneos.

1º) El régimen de Jomeini supuso un contratiempo para los planes del imperio en Oriente Medio que intentaron combatir; primero, Carter, con la operación de los helicópteros, después, armando y azuzando a Sadam Husein para la guerra Irak – Irán causante de un millón de muertos. Posteriormente fueron necesarias dos guerras más contra Irak, una para liberar Kuwait y otra cuyo desenlace está aún por ver.

2º) La guerra entre Afganistán y la URRS, apoyada por parte de los U.S.A. a los talibanes a los que suministraron equipamiento bélico durante la guerra fría, cuando las dos superpotencias mantenían enfrentamientos en distintos países. La victoria de los talibanes supuso un duro golpe para la moral de los soviéticos, que poco después abdicaron tambien de sus principios comunistas. Las huestes islamistas capitaneadas por Bin Laden, con base en Afganistán, las mismas que habían apoyado los U.S.A., perpetraron el atentado del 11S de las torres gemelas de Nueva York.

3º) El cáncer enquistado en el planeta Tierra, se localiza en Oriente Medio donde tras más de medio siglo de existencia del contencioso Palestino-Israelí, donde se gestan sin solución de continuidad los conflictos bélicos y terroristas a los que se enfrenta el mundo, a proximidad de la Unión Europea, ésta debería implicarse más para dar alguna solución que nos inmunizara del eventual contagio que representa el foco más desestabilizador que tiene en vilo al conjunto de la humanidad.

4º) El trío de las Azores, ha quedado afectado por la declaración ilegal de la guerra de Irak: Bush, perdió para su partido las elecciones legislativas como consecuencia de dicha guerra, Blair, que hubiera tenido un brillante balance de su legislatura, con la solución del problema del Ulster, ha fracasado por la misma causa, y en cuanto a Aznar, que, en sus últimas declaraciones atribuye al actual gobierno de España llevar al país al drama de hace setenta años, y que no votar al PP contribuye a poner a los terroristas en las instituciones, son afirmaciones impropias de alguien que tuvo responsabilidades de gobierno, que se ha instalado en la hipocresía.

5º) Las últimas guerras: (Afganistán e Irák) destinadas según sus promotores a combatir el terrorismo, han supuesto el mayor caldo de cultivo para su fomento y extensión alcanzando cotas hasta aquí desconocidas. Como colofón, a la muerte y destrucción que acarrean las guerras que se generan lejos de los territorios de sus promotores, se da la circunstancia que los débiles, que la sufren en sus propias carnes, se ven obligados a recurrir al cultivo de la droga para financiar los gastos militares, que constituye otro jinete del Apocalipsis subsidiario de la monstruosidad que por si misma supone la guerra con los sofisticados medios bélicos actuales, a riesgo de que su extensión comporte el uso de armas de destrucción masiva, que son el peligro por antonomasia que se cierne sobre la humanidad.

¡ Que triste es tener que mencionar tantos riesgos, tanta propensión a la maldad que gratuitamente se arrogan los humanos, al tiempo que tantos beneficios, tanta prosperidad aportada por el crecimiento continuado de los hallazgos científicos, de los que habrá que hacer partícipes al mayor número posible de beneficiarios!.

En un reciente artículo periodístico, nuestro más alto dignatario internacional: Javier Solana, hace balance de las virtualidades con que cuenta la Unión Europea, que convendría que fueran emuladas por otros países, para conseguir por la vía del consenso el bien recíproco de las partes. La Unión Europea podría ser la prueba empírica, el banco de pruebas, donde se demostrara factible la puesta en práctica de un gobierno mundial, enriquecido por los aportes positivos de la multitud de personas de bien, que conforman la humanidad. La catarsis operada en Europa tras la Segunda Guerra Mundial, última contienda bélica de los continuos enfrentamientos seculares habidos en el viejo continente, por fin ha encontrado la vía de racionalidad por la que se erradican las guerras entre los países que integran Europa.

Se apuntan intentos en países que recientemente han despertado de un sueño de milenios, para proporcionar a sus habitantes lo más primordial para disfrutar de una vida digna como son los medios materiales necesarios de los que carecieron durante largos períodos en los que las luces de la ciencia aún no habían alumbrado las mentes humanas para desterrar el manido tópico: “ganarás el pan con el sudor de tu frente” para ser sustituido por “lograrás milagros con la incitación creativa de tus neuronas”.
La tecno-ciencia actual, con el concurso de la energía que será inagotable tan pronto los humanos pongan los medios necesarios, sin interferencias por parte de los poderes fácticos actuales que son los grandes oligopolios financiero-económicos, del petróleo y del automóvil, para poder desarrollar la “fusión nuclear” a imagen de cómo se produce energía en el sol y demás estrellas. Partiendo del recurso inagotable y no consuntivo de la energía, se dispondrá del real “cuerno de la abundancia” para la obtención de toda clase de bienes y servicios apetecidos por los humanos.

Una vez satisfechas las necesidades materiales más perentorias, los humanos por su condición de seres racionales, necesitan para alimentar los espíritus, satisfacer los infinitos estímulos psíquicos que tienen mayor entidad que el mero alimento vegetativo. Las sensaciones producidas en los comportamientos en la vida de relación social con el entorno tiene gran incidencia en las cuerdas sensibles de cada persona, con distinta receptividad en función de los códigos de comportamiento propios de las distintas culturas. Existen algunos recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos como: solidaridad, rigor moral, autodisciplina, fidelidad, paz, libertad, educación, armonía social, en general virtudes de los espíritus cultivados, consecuentes con el bien común.