25 abril 2007

Nuevo modelo económico

El premio Novel americano Joseph Stiglitz, termina un reciente artículo así: Debemos confiar en que el nuevo modelo económico de China triunfe . Si lo logra, todos saldremos ganando.
Parece ser, que tras varios decenios de globalización en que las políticas neocon se han impuesto en la práctica económica mundial, se atisban otros sistemas innovadores y respetuosos con la ecología que aseguren la sostenibilidad del planeta y el progreso social de sus países.
Una vez alcanzado por China el record de crecimiento económico sostenido, con índices del 10% anual durante tres décadas, permitiendo liberar a cientos de millones de habitantes de su pueblo del yugo de la pobreza. Será interesante observar los derroteros que tome en lo sucesivo dicho país, para acometer otras empresas y desafíos que se irán presentando para dar salida a las aspiraciones de sus ciudadanos y del resto de la humanidad, mediante fórmulas revolucionarias inéditas que transfieran el gobierno a los pueblos, en sustitución de los métodos democráticos periclitados vigentes en occidente, que permiten seguir gobernando a políticos impopulares, según las encuestas, en lugar de gestores contrastados mediante su currículo personal.
Cierto, que China ha puesto en práctica para su crecimiento económico fórmulas precedentes que se habían demostrado exitosas. Los neocons siguen sosteniendo desde la proclamación del Fin de la historia por Fukuyama que el crecimiento económico solo podía tener lugar en regímenes democráticos, al tiempo que niegan este atributo al país que ha batido todos los records de crecimiento económico de la historia.
En contraste con las luchas políticas generadas entre los dos principales partidos de la mayoría de las democracias occidentales consecuencia de ideologías y concepciones de la vida diferentes, cuya polarización causa crispación en sus ciudadanías al tiempo que en China, cuyo régimen político no ha sido homologado, los rostros y las actitudes de sus moradores muestran alegría y entusiasmo en sus expresiones, según dicen los observadores que dan noticia de aquel país.
La agricultura china, resultado del reparto en pequeñas parcelas individuales, hecho por Deng Xiaoping, condujo al minifundio que actualmente resulta ineficiente debido a que la maquinaria requiere de grandes extensiones de terreno para optimizar resultados. Este hecho libera a millones de braceros que emigran a las ciudades proporcionando abundante mano de obra para atender las múltiples actividades requeridas por la modernidad.
Si la ingente población china mimetizara las formas de vida del mundo occidental, los recursos del planeta se agotarían en el plazo de pocas generaciones. El expolio de productos extinguibles que origina el despilfarro del primer mundo, unido al crecimiento demográfico desorbitado de los países del tercer mundo, ambos factores son coadyuvantes del desastre ecológico, que si no fueran atajados a tiempo acabarían con la vida en el planeta.
China sabe que es necesario cambiar las pautas de comportamiento del punto anterior, asumiendo su cuota de responsabilidad ecológica, aplicando hábitos de austeridad en las costumbres y con la ley del hijo único, ha dado ejemplo de racionalidad a los países del tercer mundo para salir de la pobreza, parando el desmadre demográfico, de todo punto insostenible.
China, deberá complementar las anteriores medidas creando un nuevo urbanismo consistente en ciudades satélites acordes con la funcionalidad que imponen los nuevos tiempos: situadas alrededor de las grandes urbes existentes, compuestas por rascacielos distanciados entre sí y rodeados de jardines y servicios sociales para todos los usos, comunicando todos los centros habitacionales entre sí por transporte público rapidísimo. Esta modalidad difiere de cuanto se ha venido haciendo en los países occidentales, consistente en viviendas unifamiliares en forma de mancha de aceite circundando las ciudades obligando al uso del automóvil como único medio de desplazamiento, que pronto será cuestionado por sus emisiones de CO2.
China sabe que necesita cambiar las modalidades económicas empleadas hasta aquí, consistentes en fabricar productos baratos destinados a abastecer a los países ricos moderando su inflación a pesar de la subida de petróleo. Dichos productos, son encarecidos exponencialmente mediante la publicidad de las marcas, revertiendo la parte del león de los beneficios a los que se valen de los medios embaucadores del sistema económico vigente, en detrimento del trabajo y el ingenio puesto a contribución por los artífices de los productos.
Inicialmente, China necesitaba asimilar las nuevas tecnologías, mediante las transferencias que llevaban implícitas las deslocalizaciones de las factorías más modernas, que, unidas a los bajos sueldos, la economía de escala asegurada por la dimensión del mercado local, la estabilidad y abundancia de mano de obra, las ventajas fiscales, etc.. procurando pingues beneficios a los inversores. Últimamente surgen acusaciones por parte de los defensores de las virtualidades del mercado competitivo, que cuando son vencidos en su propio terreno por los chinos, les acusan de "competencia desleal".
A medida que los mercados mundiales se saturen de artículos por la eficiente industria china, deberán revertir sus estrategias económicas hacia el fomento del mercado interior, reduciendo su enorme tasa de ahorro (del 40%) al tiempo que el resto de los países están agobiados por el endeudamiento. Sería lógico que se destinara el ahorro a crear servicios sociales: educación, sanidad, pensiones, infraestructuras, I+D, ecología, etc..de los que deben estar muy necesitados países como China que han llegado tarde a la modernidad. Aquí cabe apuntar la particularidad española que en pocos años se ha puesto al nivel de países más adelantados. Los atajos que permite alcanzar la modernidad son espectaculares.
Se achaca a China, como se hizo con Japón después de la Segunda Guerra mundial, copiar sin escrúpulos productos patentados. En su tiempo ya dijo Goethe, que todo hallazgo útil para los humanos debería ser declarado patrimonio de la humanidad. Bien entendido que ello incide en la propiedad intelectual, que recientemente ha provocado litigios sobre medicamentos fabricados por la India a precios asequibles por los africanos pobres; la OMC (Organización Mundial del Comercio) prohibe a sus miembros dichas prácticas, sin embargo permiten a países ricos subvencionar sus productos agrarios, impidiendo con ello que los países pobres puedan competir. ¿ No se evidencia, que existen distintas varas para medir las mismas cosas.? Las leyes de la propiedad intelectual impuestas por occidente deberán ser objeto de una revisión a fondo para hacerlas equilibradas.
Las estrategias de futuro a las que tendrán que dar solución las nuevas tecnologías, deberán orientarse a economizar materias extinguibles, aún que suponga emplear más mano de obra que será abundante cuando se legisle que el derecho al trabajo sea efectivo para todos los miembros de la sociedad que lo soliciten.
El espectacular éxito de la economía china, con la competitividad que tienen sus productos , que previsiblemente deberán ser complementados con el conocimiento tecnológico, obligará a ser más competitivos y a reducir beneficios, obtenidos en muchos casos por medios espúrios y tramposos como los lobbys oligopólicos, finanzas virtuales, publicidad comercial machacona, que somete a los sufridos espectadores de todos los "media" a soportar anuncios indeseados que deberían ser transferidos a INTERNET a la demanda de los interesados para cada producto.
La antorcha de la modernidad fué sustentada desde el NewDeal de Frankling Delano Roosevelt por los USA hasta el 11S. El inconmensurable arsenal de aportes positivos del país americano, ha experimentado un viraje histórico copernicano, a resultas del cual se ha producido la pérdida del prestigio acumulado en tantas prestaciones hechas a la humanidad en todos los campos del progreso. Han emprendido las guerras de Afganistán e Irak aumentando su presupuesto militar hasta superar la suma de las 15 siguientes potencias mundiales ¿ es que prevén tenerse que enfrentar al conglomerado de los principales ejércitos del mundo, cuando el sentido común dice que las guerras deben ser proscritas por aberrantes, habida cuenta que la espada de Damocles pende sobre toda la humanidad desde que se conoce la existencia de las armas de destrucción masiva.?
En lo sucesivo será necesario tomar modelo de otros paradigmas que ofrezcan garantías de enfoques de una mayor racionalidad para mejorar la convivencia entre los humanos.

1 Comments:

At 5:28 a. m., Blogger Unknown said...

Que bueno que este texto esta escrito despojado de la prepotencia americana y sin con mucha visión de los retos de todas las economías del mundo, sin exclusión de ideología, hacia la busqueda de la sostenibiliad de la existencia humana y la economía como medio y no como fin.

Hay que buscar los puntos de encuentro entre las sociedades del mundo.

 

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