12 diciembre 2008

¡Lo que nos espera!

El mundo globalizado proporciona un potencial de crecimiento inusitado, fruto de los contactos multitudinarios entre los humanos de todas las latitudes planetarias gracias a las facilidades aportadas por la tecno-ciencia en transmisión de conocimientos, en información, en comunicación, etc,..

El volumen de informaciones que circulan por Internet, constituyen un fenómeno de tal envergadura – que, rizando el rizo – se puede afirmar que ni las cifras de las finanzas virtuales puestas al descubierto con ocasión de la crisis actual, se pueden comparar con el flujo diario de mensajes que circula en todas direcciones alrededor del mundo por “la red de redes” como se le denomina a Internet.

El conocimiento es el valor por antonomasia desarrollado por el genio humano que minimiza los restantes logros, que son todos ellos subsidiarios de aquel. Sería ocioso enumerar lo que de continuo aparece en el mercado para uso de los beneficiarios que se pueden permitir su adquisición, todos ellos emanados de las ideas de algún genio iluminado, que nos obsequian de continuo con sus aportes novedosos.

El tópico, de que quien tiene la información tiene el poder, ha perdido actualidad desde que a través de Internet se difunden: libros, antes de haber sido editados, discos que se graban para ser escuchados por muchos destinatarios, fórmulas y patentes que pueden ser difundidas por quien adquiere el primer ejemplar, hasta un infinito etc,.. de cuanto se refiere a la transmisión de conocimientos que constituyen el súmmum de los valores humanos. El privilegio que se arrogan algunos, de guardar en la caja fuerte cualquier hallazgo susceptible de beneficiar a la humanidad, motivado por codicia económica u otros fines espurios, más que defender el derecho de autor indebidamente legalizado, es cometer expolio de un patrimonio de la humanidad, tan pronto las sociedades opten por circular por los vías de racionalidad.

La aplicación de los nuevos instrumentos informáticos, adquirirán plena virtualidad cuando las nuevas generaciones instruidas en su manejo, saquen cabal provecho del potencial que llevan implícito. Cuando los conocimientos acopiados por los humanos pasen al dominio público, sin las interferencias que introduce el sistema económico vigente, hurtando del uso y disfrute colectivo de los hallazgos puestos a disposición por el progreso, constituye un dispendio que una sociedad madura no puede permitir.

Tras el tsunami económico de la crisis actual, cuya consecuencia más dramática es el paro, descalifica al sistema capitalista como proveedor de progreso y bienestar social a las sociedades acogidas al mismo. Su última experiencia, que mediante la economía virtual, han pretendido contrarrestar a la economía real de los países emergentes, ha conducido a la crisis actual a la recesión de las economías occidentales, y al paro. La obligación de los gobiernos responsables es la de proporcionar bienestar a sus administrados, dándoles ocupación que es uno de los más elementales derechos humanos: el tópico reza que “el ocio es la fuente de todos los males” El capitalismo, en nombre de la libertad económica, transfiere las atribuciones del orden social al mercado, que tiene como única meta la obtención de beneficios. Los defensores de los derechos humanos enfatizan hipócritamente sobre los mismos, minimizando el paro, que constituye uno de los mayores traumas psicológicos sobre los afectados.

El futuro se orienta a abrir horizontes excitantes por medio de la compilación de todo el conocimiento existente, en los prestigiosos centros del saber: universidades, laboratorios, y muy especialmente en los thinks tanks, donde se fraguan los planes de futuro, las estrategias exhaustivamente elaboradas por los especialistas de cada rama de actividad, que diseñarán los proyectos en función de las prioridades y medios disponibles con la finalidad de alcanzar la optimización de las acciones emprendidas por los gobiernos de cada comunidad así como para las instituciones multinacionales donde se pondrá en acción la solidaridad planetaria, para temas de interés común como la ecología, la paz mundial, etc,..

La educación de los pueblos y sus moradores será la prioridad de futuro, donde a los mejores les serán conferidas las mayores responsabilidades en orden a la asignación de los recursos existentes para la optimización de resultados. Será condición sine qua non de las actuaciones de los elegidos, la transparencia de todos sus cometidos oficiales, debidamente contrastados y supervisados por las instancias pertinentes por medio del instrumental informático que facilitará el que todas las actuaciones sean expuestas al dominio público.

La corrupción que ha venido siendo moneda de cambio con la coartada de los astutos carentes de moral para sacar pecho de los resultados alcanzados mediante artes mafiosas, serán tácticas periclitadas gracias a la memoria y rapidez de cómputo de los ordenadores. La garantía de honestidad de los administradores del futuro vendrá dada por el curriculo personal de los puestos en los distintos escalones, siendo la vocación la que encuadrará en los cometidos a desempeñar a los agentes que libremente las hayan elegido. El trabajo como derecho inalienable que en las sociedades primitivas constituía un castigo de Dios; en las futuras, será un privilegio para la realización del proyecto de vida elegido en función de la vocación, cualidades y deseos personales de cada uno.

Las utopías factibles para largo se fían, pero los sueños que forman parte de las fantasías humanas, son el fruto de las mentes creadoras de los artistas sin cuyo alimento espiritual difícilmente sería soportable la existencia una vez que los medios disponibles nos han liberado de tantas servidumbres físicas y a no tardar menguarán también las psicológicas fruto en gran medida de ambiciones deshumanizadas.