07 octubre 2008

Antecedentes de la crisis

Resulta ineludible para mi, que reincido como un ritornelo, en premoniciones y/o análisis de temas de actualidad; pasar por alto la mayor convulsión sociológica que está sacudiendo el mundo desde la caída del muro de Berlín. Con seguridad, mis hipótesis diferirán de las más difundidas como corresponde a mi condición utópica, que se orienta al futuro, sin que ello me impida bucear en los antecedentes.

Enumero a continuación a los que pueden ser los principales actores que han intervenido en la génesis del desaguisado de la presente crisis y las funciones asignadas a cada uno de ellos:
A) La filosofía del neoliberalismo económico, concomitante con la globalización.
B) Los gobiernos adscritos a las anterior filosofía, beneficiarios de la misma.
C) Los banqueros y sus subsidiarios los brokers que han inventado las finanzas virtuales a las que se han adherido, avariciosos tenedores de valores.
D) Especuladores y mandatarios políticos corruptos, que han prostituido sus cargos para engrosar su patrimonio.
E) Los ávidos del prestigio que da una vivienda en propiedad, (millonaria en las antiguas pesetas) y disfrutarla con anticipación mediante hipotecas que les condicionan durante decenas de años.

La filosofía neoliberal, sitúa a la economía como el factor determinante del progreso de los pueblos que lleva implícita la globalización, a las que no se puede poner traba alguna: ni por los gobiernos, ni por instancias superiores de control, que según sus enunciados, solo contribuirían a distorsionar la justa distribución de la prosperidad atribuible en exclusiva al libre comercio ejercitado por regímenes democráticos.
Contradicen dicha tesis, los grandes adalides defensores del sistema, (las potencias occidentales), al distorsionar el principio del libre comercio, introduciendo prácticas espurias como son: aduanas, primas, arbitrios, etc,.. a los productos propios, para mantenerlos a cubierto de la libre competencia de otros países.
El neoliberalismo ejercitado en regímenes democráticos, no ha demostrado ser el sistema más eficiente para la producción de bienes y servicios para beneficiar a los más pobres que requieren como máxima prioridad librarse de la miseria, que es la mayor esclavitud humana con incidencia en la mitad de la población del planeta.

Los gobiernos occidentales donde se practica el liberalismo económico salvaje, ponen el mayor énfasis en incrementar los índices de crecimiento económico y en la creación de empleo, supeditando a los mismos aspectos tan cruciales como son la planificación económica a medio y largo plazo, como es de rigor en las disciplinas científicas que conducen al progreso. La burbuja urbanística-inmobiliaria, estaba cantado desde años atrás, que estaba presta a estallar, sin que se le prestara atención por los beneficios inmediatos que producía.

Los lobbys bancarios asistidos por los brockers, urdieron el entramado de las finanzas virtuales, mediante seductoras campañas de publicidad por las que ofrecían a los tenedores de fondos de inversión, de pensiones, de valores en general, intereses desorbitados, al punto que, al consolidarse dichas prácticas mas propias de casino que de finanzas durante varios años, movilizó ingentes volúmenes de dinero que se destinaban a las hipotecas basura, concedidas sin las debidas garantías y a intereses irrisorios. Los beneficiarios del sistema fueron los banqueros que se asignaban retribuciones millonarias, derivadas del montante anual del volumen de operaciones realizadas, los intermediarios bancarios que percibían por porcentajes, los tenedores de valores que apalancaron pidiendo préstamos a bajo interés para invertirlos en los jugosos intereses percibidos de los préstamos subprime y los tomadores de hipotecas que presumían socialmente de ser propietarios de mansiones de lujo por el expediente arraigado en EE.UU. del disfrute anticipado mediante créditos.

Lo más peregrino del proceso en que parece orientarse la resolución de la crisis, es que los gobiernos a los que se procuraba mantener alejados de las gestiones de la economía, es a los que se les pide que resuelvan el desaguisado con el dinero de todos los contribuyentes para enjugar las deudas en que han incurrido los bancos; dicen que es para que no se deriven de ello males mayores para la marcha de la economía.

Mi conclusión es más peregrina, si cabe, que todo lo acarreado por la presente crisis: las economías occidentales, con sus prácticas de consumismo desbocado que acaba en despilfarro, convertido en el mayor depredador ecológico según los entendidos, que si fuera practicado por todos los habitantes del planeta se agotarían los recursos del mismo en breve plazo, el sistema económico vigente en occidente, ha emprendido la huída hacia delante sin un objetivo determinado.

La modernidad se sustenta en la planificación de las etapas que hay que acometer para alcanzar los objetivos de futuro, por medio de los mejores cerebros coordinados en things tanks para saber por donde deben discurrir las estrategias guiadas por las prioridades. El libre albedrío atribuido al neoliberalismo es anacrónico, no se sujeta a los imperativos de la modernidad cientifíca. Antes los inventos fueron alumbrados por personas individuales, hoy todos parten de equipos, al punto, que el último Novel de medicina ha sido compartido.

La eficiencia, condición sine qua non de la competitividad, que determina la elección de las preferencias de los consumidores, parte de los estudios tecnológicos aplicados en las factorías productivas, en que se apliquen los equipos I+D de última generación en cada proceso, la especialización de sus operarios y lo crucial para su continuidad, que cumpla la condición de “economía de escala”. La globalización tiene la acepción semántica, de la no existencia de fronteras. Las factorías productivas han de ser dimensionadas en función de su optimización de resultados; la logística se encarga de optimizar la distribución. Sentadas las anteriores bases, no es de recibo que las pequeñas y medianas empresas sean la base de economías de futuro como se oye decir a menudo en nuestro entorno. La publicidad machacona es otro obstáculo a eliminar de las prácticas económicas de futuro, la mentira no puede prevalecer.
Mis conclusiones apuntan a que de esta crisis, a la que muchos pronostican cambios importantes de magnitud similar a la de 1929, que encumbró a los EE.UU. al liderazgo mundial con la elección de Frankling D. Roosevelt y la aplicación del keynisismo económico. Los cambios que se esperan de la actual coyuntura para ir en la buena tendencia deberían aproximar las riquezas entre hombres y países, restituir a su normal acepción el término igualdad, introduciendo en el mismo matices tan cruciales como son: la meritocracia que premie a los esforzados, a los audaces, a los sabios que pongan a contribución sus facultades al bien común, a los cumplidores de los cometidos asignados y virtudes orientadas al mejor servicio del internacionalismo como aspiración al reconocimiento universal de los servicios prestados en lugar de estar en el rangking del Fortune. Y perdonen mi ingenuidad.