Las dualidades democráticas
Con ocasión de las próximas elecciones presidenciales U.S:A, asistiremos a una polarización crucial de posiciones ideológicas entre los dos candidatos en liza que se presentan para regir la democracia más antigua, prestigiada y reconocida, en función de las altas cotas de eficiencia alcanzadas en su trayectoria en todos los campos de la modernidad.
Con la caída del muro de Berlín, fue tal la euforia y orgullo patrio auto-adjudicado por sus neocons, que proclamaron el “fin de la historia” con bombo y platillo, para atribuirse el encargo divino que la “democracia y el liberalismo económico” deberían ser las pautas a seguir por el resto de la humanidad.
Para llevar a efecto tales prerrogativas de alcance planetario, procedía disponer de dos instrumentos esenciales: el ejercito y las finanzas, además de inhabilitar a las Naciones Unidas como organismo gestor de los asuntos mundiales. Los dos primeros designios fueron puestos en práctica con celeridad, resultante de su ingente capacidad económica y de la difusión que alcanzaron las multinacionales USA alrededor del mundo, con multitud de establecimientos fabriles y financieros. Por lo que respecta a la sustitución de atribuciones de la ONU, por sus propios privilegios, se prodigaron en declaraciones de conspicuos neocons, en el sentido de que un organismo carente del brazo coercitivo como es el ejército, mal puede imponer la paz. La ratificación del anterior aserto, se escenificó en la declaración de las Azores, con la invasión de Irak, contradiciendo la resolución de las Naciones Unidas.
Las dos últimas legislaturas presididas por Bush, bajo las consignas neocons, que a excepción de Cheney, han sido relevados de los altos cargos que ostentaban poniendo en evidencia el desdoro que han supuesto para el prestigio mundial de la gran nación americana, sus sueños de dominio mundial por medio de dos recursos espurios de política dura como son los ejércitos y las finanzas virtuales, contradiciendo principios inviolables como son: la ética y la moral más elementales.
Pasando de los antecedentes al momento actual, que son las elecciones del próximo 4 de Noviembre, procede analizar los presupuestos de ambos candidatos que defienden de entrada ideologías antagónicas. Barack Obama, inició con un slogan consecuente con su biografía: “la audacia de la esperanza” siendo negro, dedicarse en su juventud a ayudar a los pobres de barrios de bajos recursos de Chicago, competir con más ilusión que recursos para llegar a senador del Estado de Illinois y después para el de Washington, nadie le puede negar una ingente dosis de audacia. El eslogan de su rival es ser: “comandante en jefe” descendiente de militares, que no puede contar las casas que tiene, su mérito más divulgado es el haber estado preso en Vietnam durante cinco años, habiendo sido sometido a torturas, no parecen en nada biografías afines.
Se me ha ocurrido una cosa intrascendente pero chocante. Si al nombre del candidato de la derecha: McCain, le quitamos el prefijo Mc redundante en muchos apellidos anglosajones, nos quedamos con Caín, que en español figura en la Biblia como hijo espurio de Adan y Eva por haber matado a su hermano Abel el bueno. Pues bien, se dice que los integristas religiosos evangelistas y protestantes, que se aferran al creacionismo expuesto en la Biblia, son la friolera de ochenta millones de votantes, que indefectiblemente votan a la derecha, aportando el mayor número de sufragios al partido de Cain.
Una de las peculiaridades atribuidas a las democracias, consiste en la distribución de los votos emitidos en cada una de las elecciones, entre dos partidos antagónicos en gran número de planteamientos, así, los votos se polarizan en los extremos, a pesar de que todos se postulan por el centro. Ello en parte es estimulado por normativas como la ley Dont que favorece la gobernabilidad de los parlamentos, al suprimir a los partidos minoritarios, que pudieran paralizar cualquier iniciativa. La experiencia de la mayoría de gobiernos democráticos, confirman las tendencias de que se afianzan las tradiciones fijando a los mayores contingentes de votantes a ideologías heredadas, que adquieren carta de naturaleza en los genes como son las creencias esotéricas sin confirmación científica.
Nuevos paradigmas y tendencias, abrirán las mentes por la vía de la información generalizada a nivel universal, que no admitirán cortapisas a la libertad de optar por nuevas experiencias vividas, avaladas por el empirismo de los hechos consumados, desechando adherencias de tradiciones que se resisten a ser analizadas y contrastadas, con nuevos enfoques racionales, solidarios, armónicos, para lubrificar las relaciones humanas y que de una vez por todas se eliminen las aberraciones insertas en nuestros genes que justifican: las guerras, la maldad, los resentimientos por ofensas recíprocas que martirizan al que las asume mientras que el pretendido ofensor no se apercibe del hecho y de tantas disfunciones por carencias de enseñanza específica de convivencia humana, preceptiva desde la más tierna infancia y sucesivas etapas de la vida, como frontispicio presente que debe informar todas las acciones humanas poniendo a los infractores en la tesitura de la enmienda so pena de cargar con el estigma insoportable de la culpa denunciada por sus congéneres.
La carta que se juega en las próximas elecciones U.S.A. la calificamos como el hecho mas trascendental de los tiempos que corren, por recuperara el crédito de la primera potencia mundial, con la elección de quien pueda dar curso a los nuevos aires que la juventud aporte a la modernidad dando por finiquitada una gobernación, que ha dilapidado en las dos últimas legislaturas el crédito atesorado en dos siglos de aportes positivos en todas las facetas del progreso, por un país cimero que ha caído para el resto del mundo en las mas bajas simas de la unilateralidad, adversas a la solidaridad.
1 Comments:
Muy interesante el comentario y muy interesante su blog.
Saludos desde España
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