02 julio 2008

Desde la Riera

en él, reemprendo actividades informáticas, habiendo experimentado en el intervalo de tiempo dedicado a otros menesteres, que es difícil simultanear actividades rutinarias que requieren cierta atención, con el menor atisbo de actividad mental. La máxima monacal del ora y labora, mantendría las mentes inertes, sin experimentar inquietudes, como consiguen los mantras indúes y el rosario en familia.

Los cambios de ambiente, en cualquier circunstancia son enriquecedores. El retorno al medio rural del que procedo, -aunque solo sea para los meses de verano- permiten apercibirse del renuevo crucial experimentado por nuestro país en una faceta que nos fue próxima, familiar, con incidencia directa en nuestras vidas, desde la actividad rural en la década de los años veinte del pasado siglo en la que estaba inmersa España, con la exigua productividad para generar alimentos en aquellas fechas, en que no se alcanzaría la centésima parte de lo que permiten los avanzados métodos agronómicos y ganaderos aplicados actualmente. Tenemos estos días, desde nuestro observatorio directo, como en una explotación de cincuenta hectáreas de terreno en las que se cultiva alfalfa y maíz en partes iguales, por tres únicos operarios, provistos de: maquinaria, semillas, abonos, herbecidas, etc,.. requeridos para incrementar de forma exponencial la productividad de los cultivos. No precisan soltar el volante de sus máquinas: labran, siembran, recolectan, efectuando todas las labores requeridas con altos rendimientos. 300 agricultores, con los procedimientos y medios antiguos serían incapaces de conseguir similar productividad.

Últimamente ha tenido lugar la conferencia de la FAO, sobre el hambre que sufren los pobres del tercer mundo, en cuyos países se dan las mejores condiciones de clima y fertilidad para la producción de alimentos en cantidades suficientes para suplir las necesidades nutricionales de sus habitantes, no obstante por carecer de los medios disponibles en otras latitudes, de los que se conoce su existencia a través de los ubicuos medios de difusión del mundo globalizado actual y con disponibilidad de ser puestos en práctica en cualquier emplazamiento, solo la falta de solidaridad de los dueños de dichos medios, impiden mitigar el hambre de una multitud de mil millones de desnutridos, que al estar informados del despilfarro soez exhibido por los ricos, a través de la publicidad obscena de la que hacen gala, puedan rebasar los muros que por un lado pretenden ser barrera infranqueable y por el otro publicidad oprobiosa como expresa una caricatura del “ROTO”.

Existen en nuestro planeta zonas privilegiadas que por sus condiciones objetivas para ser explotadas para la obtención de insumos cruciales para satisfacer las necesidades más perentorias de la actual coyuntura económica, como son las energías renovables. Por ejemplo, la franja ecuatorial del continente africano, sería el emplazamiento más idóneo para situar los llamados huertos solares electro-voltaicos , donde se dispone de la máxima actividad solar las doce horas de todos los días del año, con incidencia perpendicular de los rayos del sol sobre las placas solares, con una única inclinación de las mismas el sentido “este—oeste”, uniforme durante todo el año, optimizando el rendimiento de las mismas respecto de otras zonas del planeta en las que conseguir la perpendicularidad de incidencia de los rayos solares sobre las placas y las horas de exposición de las mismas al calor solar son inferiores a las ofrecidas por la franja ecuatorial. La racionalidad económica va en el sentido de sacar el mayor partido de los yacimientos que ofrecen garantías optimas de explotación. La electricidad obtenida a través de la energía solar, generadora del hidrógeno líquido para la futura locomoción ecológica, se contempla como principal recurso renovable del petróleo.

Otro yacimiento para la obtención de alimentos en grandes cantidades, podrían ser las enormes extensiones correspondientes a los trópicos de Cáncer y Capricornio del continente africano, donde las condiciones climáticas y de fertilidad del terreno, permitirían dos cosechas al año, mientras que, en altas latitudes de Europa y los EE.UU. donde solo se puede obtener una cosecha al año. Se dice que por ejemplo, las plantaciones de soja brasileñas, situadas en los citados trópicos, permiten la obtención de dos cosechas al año de dicha leguminosa. EE.UU. que ha sido hasta ahora el principal productor mundial de soja, no podrá competir en precio con las plantaciones brasileñas, que prácticamente doblarán la eficiencia en el mismo tiempo.

En un artículo de Mayor Zaragoza, en la cuarta página de “El País” del 28 de Junio alude a los decepcionantes resultados de la reciente conferencia de la FAO, sobre el hambre en el mundo, diciendo que el que las instituciones globales, como la ONU, UE, EE.UU., el Extremo Oriente, etc,. incluso los mismos estados nacionales, al haber transferido la responsabilidad de asuntos cruciales como es la nutrición de los seres humanos a la actual plutocracia constituida por lobbys de las multinacionales donde el mercantilismo actúa con el desmedido descaro cínico que le caracteriza, frente a los desnutridos, carentes de medios para la supervivencia haciendo alarde de cinismo, aduciendo que la lista de espera para obtener un Rolls Roice es de cinco años. Termina su artículo, con la admonición de que la diferencia entre evolución y revolución existe la “r” de responsabilidad.