16 septiembre 2008

Contradicción flagrante

En un artículo de “ EL PAÍS” del 7- 9 - 2008 de José María Lassalle, (secretario de estudios del PP y diputado por Cantabria), se hace una amplia exposición de facetas que han caracterizado comportamientos políticos cruciales en la historia de EE.UU. Lo insólito de dicha exposición está en que procedan de un miembro del PP, partido, que en la anterior legislatura española se caracterizó por comportarse con unanimidad a la búlgara en sus consignas políticas alineadas con las del imperio de la era Bush, mientras que el artículo citado constituye un canto al liberalismo entendido en los términos al uso en EE.UU. que representan a la izquierda.

1º) La fundación FAES como difusora de las consignas de Aznar, reincide en afirmar que la guerra de Irak ha sido el momento de mayor altura internacional alcanzado por España, proclamado por el propio Aznar esta misma semana.
2º) Que tal prestigio fue alcanzado con la aceptación de la política Bush, que nunca ha criticado la caza de brujas del macartismo vilipendiada por el articulista, al punto de asegurar que podía haber hecho saltar los goznes liberales del gran país americano llevándole al borde del abismo.
3º) A continuación, descalifica a los autores intelectuales de la filosofía neocon, que, llevada a la práctica con la guerra de Irak en las dos legislaturas del gobierno George W. Bush, afirma que ha supuesto la mayor pérdida de prestigio para los EE.UU.
4º) Alaba el New Deal roosweliano, por haber aplicado el kenesianismo para salir de la crisis del 29, que supuso la mayor implicación gubernamental en la economía.
5º) Arremete contra el equipo de intelectuales que en los años 50, al frente de los cuales figuraba Leo Strauss , que combatieron con saña por supuesto al comunismo, pero también a los iconos contractualistas, empíricos y hedonistas partidarios de los principios lockeanos que forjaron la democracia estadounidense. Creían que los principios del Mayflower habían sido carcomidos por un nihilismo motivado por la búsqueda de la felicidad. Norteamérica debía retornar las verdades reveladas, asumir un lenguaje épico, basado en un heroísmo agónico propio de los elegidos, para redimir al mundo.
6º) Defiende con énfasis a Popper y Berlin que fueron descalificados por los que el articulista considera inspiradores de la filosofía “neocon” por ser defensores de la cosmovisión del antiesencialismo y antidogmatismo, como conceptos desfasados.

Sorprenden los argumentos del articulista que toma partido por principios liberales defendidos por los demócratas, de EE. UU. mientras que el partido republicano que se declara defensor de los principios inspirados en extremos como la defensa del creacionismo, la derogación de libertades largamente disfrutadas: como el derecho aborto, las bodas entre homosexuales, la supresión del habeas hábeas para ciertos reos, las comunidades cristianas integristas que se atribuyen facultades delegadas por el altísimo para declarar a otros estados como ejes del mal a los que se debe combatir por medio del unilateralismo permitido por el mayor ejercito del mundo, considerar a los países iberoamericanos como a su patio trasero y tener patente de corso para desestabilizarlos, como han pretendido con Bolivia.

No obstante, lo que más desconcierta al final del artículo, es el canto que hace de las virtudes del gran país americano, reconocidas por todos, de los servicios prestados a la humanidad, por haber sido el paradigma de la fortaleza defensora de principios liberales y progresistas. Asegura que cualquiera de los candidatos que se presentan a las futuras elecciones serán capaces de desterrar la sombra ominosa de los “neocons” que tanto han contribuido al descrédito del país en las dos últimas legislaturas, desmarcándose de la consignas del PP de las que hasta el momento no se conocía a ningún alto responsable de dicho partido que haya adjurado de las mismas.

Si bien el candidato McCain dicen que trata de desmarcarse de Bush, éste, ha pedido oficialmente el voto de los suyos para el candidato republicano y el fichaje de su vicepresidenta: la senadora Palin, representa lo más retrógrado de la derecha más extrema en sus primeras declraciones, que a no dudar tendrán confirmación en futuras intervenciones, con la finalidad de captar los votos de la filosofía “neocon”, que, sin necesidad de dar contrapartida razonada porque están impresas en los genes de masas ingentes de integristas religiosos, militaristas acérrimos, como la asociación del rifle y sobre todo el enorme poder del dinero que McCain defiende sin reservas, a pesar de las convulsiones producidas por las crisis cíclicas del capitalismo que en estos día se sufren con toda crudeza, desestabilizando las economías reales del resto del mundo.

Decir que ambos candidatos serán capaces por igual de llevar a término la fortaleza de ser el paradigma progresista y liberal de Occidente, que a pesar de sus defectos sigue siendo la civilización “más libre, más justa y humanitaria de cuantas hemos conocido a lo largo de la historia.” Y que EE.UU. seguirá confiando en el progreso y en la búsqueda de la felicidad indistintamente del candidato que elijan.

En efecto hay que confiar en que el gran país americano, con ocasión de las inminentes elecciones tenga el buen juicio de dar el cambio copernicano como reza el slogan de Obama: “NECESITAMOS EL CAMBIO” un cambio similar al que le dió la triple legislatura de F.D. Roosevelt, que necesitó del ataque japonés a Pearl Harbour para ponerse del lado de los aliados en la Segunda Guerra Mundial, para vencer la influencia republicana, tremendamente afianzada en los países anglosajones proclives al dominio colonial y a la explotación de los esclavos como corresponde a pueblos que se han atribuido virtudes de dominio y/o privilegio sobre los demás. La ocasión que brindaría Obama a su gran nación en la actual coyuntura, en el caso de ser elegido presidente, podría traer la esperanza de paz para el mundo, por la gran incidencia que tiene su país en la marcha de la política a nivel planetario, necesitada de solidaridad y tolerancia entre los pueblos y de transferir mayores atribuciones a los organismos comunitarios como son las Naciones Unidas para asegurar un futuro de paz , prosperidad, progreso y solidaridad entre los pueblos.