07 julio 2009

Despertar del multilateralismo

Los cuatro países que forman el BRIC (Brasil, Rusia, India y China) han mantenido recientemente conversaciones, con vistas a coordinar sus economías respectivas para asumir las funciones que les corresponden en el panorama mundial por la importancia que están alcanzando con su crecimiento económico actual, desacorde con la crisis originada en Wall Street y la City, causantes de la conmoción económica, cuya mayor incidencia tiene lugar en el área occidental, donde el paro representa el mayor azote para los perjudicados por la estafa bursátil. La rapacidad de quienes invirtieron sus activos en el ladrillo por su especulación desbocada, así como en las múltiples figuras financieras que han aparecido últimamente con las que se conseguían rendimientos económicos de escándalo y han perdido, en el castigo tienen la penitencia.

Lo crucial para los países del BRIC, reside en conseguir de la OMC, que consiga llevar a buen término la Ronda Doha, erradicando el proteccionismo comercial que aplican los países ricos a sus productos, que desvirtúa todo principio de competencia consecuente con el multilateralismo. El libre comercio, en el supuesto que alcanzara estatus de aplicación universal y fuera asumido y ratificado mediante protocolos de obligado cumplimiento avalados por la ONU, sería el mejor expediente para erradicar las trampas de que se valen las infinitas triquiñuelas económicas, evidenciadas por la crisis actual.

Resulta incomprensible al más elemental sentido común, que los artículos elaborados en la economía productiva de los países emergentes, cuyos precios se multipliquen por un factor “X” desorbitado producido en el recorrido del proceso comercial, donde los intermediarios son los que se llevan la parte del león. Cuando llegue la lógica racionalización del proceso productivo-distributivo, en su último tramo, donde : publicidad, homologaciones, y precios de los artículos puestos a la venta, sean ofrecidos con todas las garantías a través de INTERNET, medio universalmente accesible que podrá ser directamente gestionado por la propia economía productiva.

En las condiciones actuales, los que invierten el ingenio y el esfuerzo para hacer los productos competitivos, tienen escasa participación en los beneficios que reportan sus decisivas actuaciones, mientras que la acción económica administrada por los astutos vendedores inventores del capitalismo, han auspiciado sibilinas fórmulas: jurídicas publicitarias, fiscales, financieras, etc,.. para su mayor beneficio, en detrimento de los inventores y los artífices materiales de los artículos de consumo.

Los humanos, se han aprovechado de los instrumentos puestos a su disposición por la tecno-ciencia, tan pronto han sido demostradas sus superiores prestaciones respecto de los existentes a los que reemplazan. Los numerosos ejemplos de cambios habidos en el último siglo, atestiguan sobradamente tal aserto. Estimamos que el hallazgo más espectacular ha sido la invención del chip, como génesis de la informática e Internet, que facilitan desde ya, la difusión del aprendizaje y la información por infinidad de conductos, aún en las fases iniciales en las que nos encontramos. Se puede atisbar que será el factor determinante en la conformación de los nuevos paradigmas hacia los que se orienta la humanidad, por vías de racionalidad de comportamientos colectivos, que conduzcan a la prevalencia: del bien general, la solidaridad, la armonía, la justa igualdad, la justicia colectiva, etc...a través del cultivo del pensamiento como el valor humano por antonomasia.

Las polarizaciones que se dan entre: individuos, colectivos, intereses, ideologías, países, etc,..en tantos órdenes de la vida de las sociedades actuales, son el reflejo de la ley de la selva, propia de irracionales que carecen de la infinidad de recursos alumbrados por la mente humana. En nuestro propio país, (España), hemos pasado en décadas, desde la edad de piedra en que nos dejó de herencia la irracional guerra civil, a los primeros puestos del rangking mundial. Partiendo de un ejemplo tan próximo, se puede atisbar un futuro esplendoroso para el conjunto de la humanidad, con el simple expediente de que algún colectivo o país representativo, consiga aplicar fórmulas eficientes que permitan sacar provecho de la parafernalia de medios y recursos con que se cuenta en la actualidad, para satisfacer holgadamente las necesidades físicas y anímicas de las colectividades humanas.

Entre los imperativos estructurales a los que habrá que habrá que prestar atención están: la conservación y mejora de las condiciones ecológicas del planeta, que aseguren su continuidad, ahuyentando la zozobra a la que son sometidas las mentes juveniles de las futuras generaciones, que son las que tendrían que apechugar con las alarmas que anuncian los agoreros de la degradación del planeta. El soez despilfarro consumista al que nos incita la publicidad machacona, con el pretexto de que hay que dar trabajo a la máquina productiva para activar la economía, supone el mayor factor coadyuvante de la degradación ecológica al que estamos expuestos.

El otro factor determinante junto al problema anterior, lo constituye el crecimiento demográfico desorbitado que tiene lugar en los países más pobres: se ha pasado en el transcurso de un siglo (período insignificante en la historia de la humanidad), de 1000 millones de habitante a 6000 millones. Rebasar los límites que puede sostener la capacidad de recursos del planeta a que inexorablemente nos conducirían aumentos de población como el experimentado en el último siglo, deben ser racionalizados con arreglo a los recursos disponibles. La farmacopea, cuenta con los medios necesarios para evitar que se rebasen los límites racionalmente establecidos.

Acudiendo a expedientes tales como la moderación en el consumo, mediante comportamientos racionales propios de seres responsables, que actúen con pautas de interés propio al tiempo que colectivo, evitando los vicios que conducen al sobrepeso y la obesidad, pandemias de alarmante difusión, a sabiendas que son perjudiciales para la salud y la conservación de la estética social, a imitación de lo que acontece con el tabaquismo, permite poner los medios para coadyuvar en la solución del despilfarro mediante la austeridad, la moderación de los instintos, y la frugalidad alimenticia.

Complementadas con los incentivos que más seduzcan los apetitos propios de la idiosincrasia de cada sociedad en particular, psicólogos formados para detectar los intereses de las distintas sensibilidades, deberán proveer de las píldoras post coito a todas las mujeres que tengan reparo en engendrar nuevas vidas, premiándolas con los estímulos que más caros les sean.