Volviendo a las andadas
Desde el enunciado de Monroe: “América es de los americanos” donde se daba por entendido de qué americanos se trataba; han menudeado las asonadas y las drásticas acciones ejecutadas por cañoneras, para hacer efectivo el viejo mensaje, llevado a la práctica por los más variados procedimientos. El último, ejercitado en Honduras estos días, obedece al más clásico de los procedimientos golpistas, urdido por conjunción de fuerzas de la reacción: militares, judiciales, legislativas, mediáticas, religiosas, etc, que no tienen escrúpulos en subvertir las leyes que no se pliegan a sus intereses, métodos puestos en práctica a lo largo de la historia de los países pobres sometidos a los poderes llamados fácticos, monopolizadores: del dinero, la cultura y la fuerza, como resortes seguros para ejercitar el poder.
América latina tras su descolonización, gobernada salvo contadas excepciones por una sucesión de dictaduras militares, mediante el “modus operandi” del golpe, habían desterrado en las últimas décadas a tan primitivo expediente, habiéndose establecido en varias de sus naciones, gobiernos estables, incluso algunos, de signo progresista. El predominio de los criollos en los puestos de responsabilidad, consecuencia de la pobreza crónica de las razas autóctonas, ha supuesto una subversión de costumbres asentadas, difícil de asumir, por los establecidos en el mando de los sectores clave las distintas administraciones. La práctica democrática de una persona un voto, unida a la difusión de la cultura que se ha colado por los resquicios de las nuevas tecnologías de la información y la difusión instantánea de los acontecimientos, situando a personajes como Mel Zelaya en la jefatura del Estado, al que acusan de haber traicionado los programas del partido que le había elegido hace cinco años.
Los poderes fácticos, que han mantenido bajo control en los países pobres los resortes del poder: político, económico, judicial, informativo, religiosos, etc, tienen por costumbre asegurarse garantías en sus Constituciones para mantener los privilegios adquiridos como irrenunciables. Los países modernos como Alemania, no encuentra el menor reparo en adaptar su Constitución a los nuevos imperativos de los tiempos en cambio los más retrógrados, asignan a dicha institución la salvaguardia de sus intereses con cláusulas inapelables, que llaman pétreas.
El coto cerrado que hace de los países del Centroamérica, el llamado patio trasero del imperio, formaba parte de sus intereses prioritarios, para lo que contaban con los preceptivos testaferros políticos acostumbrados a recurrir al supremo protector para controlar a los desafectos a su sistema. La llegada de Obama a la presidencia de USA ha podido trastocar parte de las costumbres arraigadas, lo que puede plantear una incógnita sobre el desarrollo que tendrá el actual contencioso hondureño.
Es llamativo constatar, que los dos únicos países expulsados de la OEA, lo han sido por los dos extremos del arco ideológico: Cuba y Honduras, acusados de haber recurrido a expedientes contarios a las prácticas democráticas al uso, el primero lo ha mantenido por espacio de medio siglo. ¿Que duración tendrá el segundo.?
En los últimos tiempos han tenido lugar cambios copernicanos en la ideología de los gobiernos de países latino-americanos, que han pasado de las habituales dictaduras militares de extrema derecha, a partidos de cariz izquierdista en bastantes de ellos. Ello puede ser atribuible en parte a las abismales diferencias económicas que se dan entre clases sociales, sangrantes, mediante la exhibición ostentosa de unos pocos y la depauperación de la mayoría de sus pobladores.
El déficit de mínimos existenciales que padecen los habitantes de amplias zonas del planeta, constituye el mayor potencial de desestabilización incompatible con los ingentes yacimientos de recursos aflorados por la tecno-ciencia en todos las áreas del conocimiento, para la producción de bienes y servicios, en magnitudes inimaginables. Producciones: agrícolas, ganaderas, pesqueras, etc,. para asegurar la alimentación; energéticas: para sustituir de la fuerza de la sangre por la electricidad; las del entendimiento humano: con el recurso democrático de la participación de los interesados en funciones de gobierno y administraciones de gestión de todos los entes susceptibles de ser tratados; las facilidades para la movilidad e intercambio de puntos de vista entre los ciudadanos del mundo intercomunicado: física y mediáticamente; la difusión de la cultura y las caleidoscópicas manifestaciones artísticas, deportivas, de esparcimiento y disfrute de actividades placenteras en función de las apetencias, etc, etc,..forman parte del inconmensurable arsenal de conquistas alcanzadas en el corto período de tiempo que caracteriza el dinamismo que la humanidad ha impreso a las realizaciones más importantes de la historia, en forma de progresión geométrica.
La racionalidad humana, inexorablemente tendrá que desembocar en la adopción de un orden superior que ponga a disposición de todos los habitantes del planeta el ingente potencial implícito, susceptible de ser aflorado en cuanto se ponga los medios disponibles a trabajar coordinadamente, orientados al bien general, en lugar de crear capillas enfrentadas unas contra otras, mediante consenso representativo cuantificado, que elimine las polarizaciones, que se suelen traducir en que las alternancias son la esencia de la democracia, cuando el ideal ético parece estar en el método científico que ha sido el expediente más exitoso de cuantos han sido puestos en práctica, que actúa bajo la consigna de remar todos en el mismo sentido para que el barco avance lo más rápido posible. No se puede imaginar que un centro de investigación y/o cualquier otra empresa rentable en el sentido de alcanzar los mejores resultados no se base en programas y planes estratégicos fijando las prioridades que se acomoden a los tiempos para optimizar resultados.
Para ello se cuenta en la actualidad con el instrumento idóneo del que se sirven las administraciones, el útil que ha eliminado los dos grandes obstáculos que lastraban toda labor burocrática: el tiempo y el espacio (LA INFORMÁTICA), que permite a los humanos remontarse desde el infinitesimal chip al espacio sideral sin solución de continuidad, superando con ello todos los imponderables.
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