Finanzas
Las finanzas en el contexto actual, constituyen el combustible de la economía; sin créditos para la realización de las ideas que son el motor con el que se genera el progreso humano, no cabe la acción que se materializa en la dinámica, que funciona con el combustible financiero.
Admitidas las anteriores constataciones, conviene analizar el desarrollo que han experimentado las finanzas desde los principios del capitalismo, expuestos por Adam Smith, hasta los extremos aberrantes alcanzados en la última crisis económica, en que, sin los controles preceptivos han derivado en fórmulas tan obscenas como juegos de casino, inventando los paraísos fiscales para detraer de las haciendas públicas los impuestos establecidos por ley, subvirtiendo la legalidad, además de las distintas triquiñuelas tramposas, que los economistas disfrazan con nombres ingleses sin traducción, que han hecho estragos en economías como las anglosajonas y especialmente en la española con las hipotecas basura que en nuestro país se manifiestan en la mayor injusticia social que genera el capitalismo: el paro, moralmente incompatible con el despilfarro practicado por los poderosos, que se ha erigido en el mayor depredador ecológico.
Las finanzas que preconizamos, deberían estar inspiradas en modalidades acordes con el método científico, que beneficien a las comunidades a las que sirven, por lo que deberán contar con los agentes mejor preparados para el desempeño de una función de la mayor trascendencia social, que el capitalismo ha confiado a los empresarios que persiguen su beneficio personal. Entre sus funciones cruciales, está el asegurar un puesto de trabajo a todos los ciudadanos acorde con sus facultades y preferencias, para lo que son prioritarios estudios actuariales sobre las proyecciones demográficas en el tiempo. Aquí, el método científico, tiene la mayor relevancia con el estudio de la prospectiva de las tendencias de futuro, y las estrategias para la programación a medio y largo plazo, contando con las tecnologías de la comunicación, la información y con la rapidez de cómputo de los ordenadores, como instrumentos idóneos para modular los acontecimientos en función de las preferencias de los administrados.
Procurar un puesto de trabajo para los integrantes de cada comunidad, obliga al control de los parámetros dependientes de la economía, que son todos aquellos que inciden en la estrategia universal para administrar a los países. Dejar bajo la jurisdicción pública, los apartados que aseguren el bienestar: físico, moral y ético de sus administrados, comprende tal gama de actividades físicas e intangibles, difícil de precisar, en el supuesto de aspirar a sociedades: modélicas, igualitarias, justas, armoniosas, libres, solidarias,.. que favorezcan a las mayorías.
Los nuevos paradigmas apuntan a que en el supuesto que la educación pudiera asegurar la formación de agentes, que, superando la pulsión que actualmente condiciona comportamientos tales, por ejemplo: que directores de bancos citados por Obama, que tras haber recibido las astronómicas asignaciones estatales para salir de la crisis, se presentaron con sus jets personales a la cita lo que escandalizó al anfitrión. En el supuesto que hubiera indagado sobre los yates en distintos puertos, las residencias en distintas ciudades, los costosos servicios de seguridad de que se proveen los interfectos, seguro que se habría sorprendido con mayor razón, de que dichos comportamientos, puedan compadecerse con las escandalosas cifras de paro producidas por sus intervenciones en España. Procede erradicar los comportamientos: de exhibicionismo, codicia, corrupción, bajos instintos,... de que hacen gala los poderosos amparados por leyes periclitadas que priman lo obsceno y lo injusto. Esperemos que lleguen bocanadas de aire fresco que despierte las conciencias a la modernidad en que los intangibles positivos releven a tanta corrupción humana que continuamente sale a la luz.
Junto al innegable progreso que Occidente ha proporcionado al mundo, el consumismo soez del que hacen gala los poderosos ha conducido al despilfarro que es el mayor enemigo de la ecología. Afortunadamente la globalización, que permite la difusión instantánea y cabal de otros comportamientos que han puesto el acento en comportamientos colectivos que priorizan la austeridad, la frugalidad y la contención demográfica, consiguiendo con ello erradicar la pobreza con índices de crecimiento continuados, inéditos en la historia de la economía.
Tales experiencias, permiten alumbrar el amanecer de nuevos paradigmas más acordes con la utilización de útiles de reciente aparición, cuya incidencia será crucial, explorando yacimientos de futuro en el ámbito de los intangibles: nos referidos a las potencias del espíritu que conceden a los seres humanos la primacía sobre el resto de la naturaleza, para ser ejercitados.
Los medios a los que nos referimos, que serán capaces de alumbrar nuevos paradigmas de futuro son: las tecnologías de la comunicación y la información de masas, que en el poco tiempo de existencia han revolucionado los comportamientos humanos de forma drástica y crucial, como ningún precedente lo hubiera hecho. Creemos que su incidencia tendrá sus aplicaciones fundamentales: en la educación, en la conformación de los organismos que dirijan a las comunidades humanas, constituidas por las personas más idóneas para el desempeño de los cometidos respectivos, para la administración de justicia y muy especialmente para dilucidar los problemas de interés público por vía de la participación democrática donde los interesados contarán con los resortes que les permitan ejercitar su libertad sin cortapisas.
En sucesivas entregas trataremos de explicitar los planteamientos genéricos que hemos expuesto que muchos escépticos calificarán de utópicos, a los que trataremos de convencer mediante razonamientos verosímiles. Con respecto al calificativo utópico, acabamos de hojear la Utopía de Tomas Moro, que posiblemente le costó la cabeza que rodó en la Torre de Londres, por rebasar los cauces de la permisividad de la época y que para el percepción actual constituye un alarde de ingenuidad infantil que ha quedado a años luz de lo acontecido.
Aspectos tan importantes como las finanzas que figuran en el título de este escrito se han quedado en el tintero, por haber derivado en temas de actualidad que deben ser contemplados con prioridad a los identitarios que requieren de tiempo y reflexión para ser expuestos, con un mínimo de verisimilitud necesarios para divulgar una pedagogía que carece de ejemplos en los que apoyarse por tratarse de aproximaciones a un futuro inédito como los hechos demuestran en las comparaciones de las premoniciones de personajes como el citado más arriba y lo irrisorio que parecen a la luz de la actualidad.
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