No parece que este año vaya a ser el del 10
Todos los augurios apuntan a que el 2010 no aportará creación de empleo, que es la asignatura pendiente que mayor incidencia tiene en nuestro país a juzgar por las encuestas, como medida más fiable con que se cuenta para medir las preocupaciones de la gente. El numeral con el que empieza el presente año puede llevar a los supersticiosos, a esperar que nos premie con un 10 como a los mejores alumnos, lo que no parece ser una previsión factible al decir de los técnicos en la materia, que se vaya a resolver el mayor de los problemas, antes indicado.
El catedrático en economía: Vicenç Navarro, expone con el apoyo de estadísticas fiables en un artículo en Rebelión, los diferenciales de percepciones habidos en las crisis cíclicas del último medio siglo: los aumentos de asignaciones que han tenido las altas finanzas y los sueldos medios, donde se demuestran los astronómicos crecimientos de las primeras y el retroceso relativo de los segundos si se aplica la inflación. Esta constatación, está despertando la alarma de los responsables de una serie de países importantes, que reclaman la aplicación de algo similar a la tasa Tobin, con un impuesto tan ridículo como el 0,005% para las transacciones financieras, comparado con la cuantía de gravámenes que se aplican a la economía real, (que incluye el valor de bienes y servicios de los que nos servimos los beneficiarios, que somos todos), al tiempo que los beneficiados de las finanzas, son: oligarquías que fijan los precios de productos estratégicos, especuladores, grandes gurús de las finanzas que perciben bonus de escándalo, poseedores de valores depositados en paraísos fiscales con ocultación de impuestos, donde guardan el dinero a buen recaudo, para dedicarlo a promociones de riesgo con finanzas de casino, amparados por enemigos del intervensionismo como Greespan director de FED, que pidió perdón tras el desaguisado que hizo con las derivadas, etc,..
¿Se podrá esperar un pacto de los grandes partidos políticos en nuestro país sobre educación? El dominio ejercitado a lo largo de la historia, valiéndose de los artilugios clásicos como son: la propiedad de los medios de producción que mueven la economía, la transmisión hereditaria de privilegios adquiridos por ancestros, no garantizan la valía de sus sucesores, mantener en la ignorancia a las masas pobres oprimidas para repartirse lo poco que había entre los ricos, antes de la llegada del boom tecnológico que ha sido el generador de riqueza, el escándalo de las finanzas virtuales que han mostrado las cifras astronómicas aportadas por los gobiernos para subsidiar: pérdidas de entidades bancarias, de seguros, hipotecarias etc, superiores a lo dedicado a la economía productiva que es la que se nutre el consumo.
La madurez política demostrada por los países escandinavos, mediante el modélico Estado de Bienestar Europeo, sufragado con los ingresos que por la fiscalidad satisfecha por los más ricos, ha supuesto un hito del avance sociológico de los últimos tiempos, que ha tomado carácter de ley entre los derechos fundamentales de los principales países, insertos en las constituciones como son: sanidad, educación, trabajo, vivienda, mínimos para una subsistencia digna, etc,.
El déficit que aún subsiste en la gran mayoría de las colectividades humanas, es la carencia de la suficiente dosis de equilibrio psicológico en las percepciones que se tienen para afrontar las situaciones que se presentan en la vida de las personas. Esta deficiencia como gran parte de los obstáculos y/o dificultades que atormentan a los espíritus de nuestros congéneres son debidos a los déficits de educación, formación, conocimientos,..de que adolecen nuestras sociedades volcadas en lo material, que para el homo sapiens moderno, no pasa de ser una anécdota en su escala de valores. El lastre heredado de tantas carencias físicas sufridas por nuestros ancestros a lo largo de la historia, dejó marcado en los genes la necesidad de asegurar el sustento y el confort frente a los imprevistos propios de una naturaleza adversa, que el progreso actual trata de domeñar.
Queremos brindar un homenaje de reconocimiento al actual ministro de educación español, Ángel Gabilondo, que está empeñado en la tarea de mayor enjundia que se puede emprender en nuestro país: una ley de educación que alcance el consenso de las clases políticas españolas enfrentadas desde tiempo inmemorial en que, desde siglos atrás, cuando en Europa ya se había asentado la Ilustración en España seguía prevaleciendo el caciquismo y la burguesía agraria que contaban con la educación como su principal resorte para someter a las masas analfabetas, de forma que la inteligencia no se pudiera desarrollar fuera de los círculos familiares establecidos, ha imitación de la monarquías hereditarias.
Se dice que el pacto para la educación va por buenos cauces, ojalá que el autor de la proeza que se está acometiendo en nuestro país tenga un desenlace exitoso lo que probaría haber superado el complejo de retraso histórico que hemos tenido con de nuestros vecinos. Hemos seguido con interés los argumentos que ha puesto sobre la mesa el ministro Gabilondo, para convencer a sus contrapartes para convencerles de que la educación, la formación de las futuras generaciones que van a tomar las riendas del país, serán el factor determinante de cómo será el devenir de las vidas de nuestros sucesores.
Son ya numerosas las voces que anuncian que la salida de la profunda crisis en la que se nos ha metido solo se podrá salir con bien, mediante un nuevo paradigma que suponga un cambio copernicano de actitudes, comportamientos y decisiones que tengan como guía la educación que aporte paz a los espíritu para valorar, administrar, sacar partido, del ingente arsenal de recursos que ha puesto la tecno-ciencia al servicio de la humanidad para su disfrute solidario, racional, que beneficie preferentemente a las instancias superiores de los intelectos mediante el disfrute austero, frugal, moderado, de los recursos cuyo destino preferencial tendrá que ser destinado a satisfacer los altos anhelos de los que hacen gala los espíritus cultivados, a los que las sociedades rinden pleitesía por sus aportes al acervo común, con el ejemplo de sus vidas al servicio de sus semejantes. El exhibicionismo de comportamientos deshonestos, no puede dar a sus autores la íntima satisfacción que proporciona el deber cumplido reconocido. Los que valoran más lo pedestre que lo elevado, no van a encajar bien en los nuevos parámetros sociales, en los que, una vez superados los condicionantes físicos con la racionalización de los procesos productivos, capaces de proporcionar cuanto se desee, las cosas perderán valor dando afirmación a los valores del espíritu, signo de identidad de los humanos que han superado las etapas de la evolución.
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