08 diciembre 2009

Globalización y OMC

La globalización, es un fenómeno reciente que ha abierto las puertas al liberalismo económico facilitando su extensión planetaria a las grandes corporaciones económicas, dando lugar a una eclosión del comercio mundial en magnitudes jamás imaginadas por sus más entusiastas promotores, facilitada por los avances de la logística que ha permitido deslocalizar las factorías que requieren abundante mano de obra desde sus emplazamientos originales a países del tercer mundo, donde los sueldos son, con gran diferencia, inferiores a los de los países avanzados, además de conseguir todo tipo de facilidades y ventajas fiscales para crear puestos de trabajo en los países pobres, donde el paro, es el mayor azote social del tercer mundo.

La O.M.C. Organización Mundial del Comercio dependiente de las Naciones Unidas, donde su director general, Pascal Lamy, da la sensación en todas sus declaraciones, de ser partidario de una liberalización genuina del comercio mundial, consistente en la eliminación de las barreras que se oponen a la libre circulación de mercancías, capitales y mano de obra, a imitación de lo logrado por la Unión Europea, poniéndolo en práctica para todo el mundo. Se habla a este respecto de las negociaciones que tienen lugar desde hace años, en la llamada Ronda de Doha, sobre la que se tenían esperanzas de llegar a acuerdos en el curso del año 2010, deseos, que se teme que se verán frustrados debido a la eterna discusión sobre primas y aranceles que según los entendidos, los países ricos imponen seguir primando a sus productos menos competitivos, a cambio de provocar hambrunas en los países pobres.

La flagrante incoherencia entre los principios del liberalismo económico, que rechazan el proteccionismo como el mayor enemigo del libre comercio, cuando éste, ha sido el late motiv de la globalización, que ha permitido a las multinacionales acaparar los mayores réditos con la venta de sus productos por todo el orbe, recurriendo a un proteccionismo obsceno, mediante primas y arbitrios aplicados discrecionalmente a sus productores, sin que nadie ni nada se lo pueda impedir. ¿Es admisible que se den contradicciones tan clamorosas entre principios proclamados a bombo y platillo, y prácticas ominosas causantes del hambre de tantos millones de indigentes.?

El sin sentido de los procedimientos aplicados en el comercio mundial, que han sido prácticas habituales del capitalismo tradicional, rebasadas recientemente por las finanzas virtuales, que han sido puestas en evidencia por agentes económicos, coartados por los paraísos fiscales en los que se pierde la pista de las defraudaciones a las haciendas públicas, seguirán siendo práctica común de los listillos que se apropian del peculio de los pueblos, a imitación de lo perpetrado por las mafias rusas, que se apropiaron del patrimonio común de todo un país, con ocasión de la caída del régimen anterior, cuya consecuencia de la caída de la expectativa de vida en más de diez años y la proliferación de la mendicidad antes desconocida.

En una reciente encuesta llevada a cabo entre la juventud de nuestro país, donde se dan los mayores índices de paro y de precariedad del puesto de trabajo entre los que aún lo conservan, les da sobrados motivos de proclamar la consigna del mayo del 68: “La imaginación al poder” a la que añadiríamos “ La inteligencia al poder” a la vista de que los jóvenes, llamados a regir los destinos del mundo futuro, en la encuesta a la que hacemos referencia, dos de cada tres consultados, se han pronunciado en que su aspiración sería ser funcionarios, suponemos que para librarse del suplicio psicológico que representa la sin-razón del paro, al mismo tiempo que proponen el adelanto de la edad de jubilación y aumentar las horas trabajadas. Objetivamente contempladas, tales propuestas son contrarias a la lógica del sentido común, mostrando lo absurdo del sistema laboral vigente.

Lo sensato podría consistir, en configurar Think Tanks, constituidos por los mejores de cada especialidad, seleccionados de entre los procedentes de los mejores centros de formación: intelectual, técnica, ética,etc,.. a los que llamaríamos sabio-éticos por ser merecedores de los mayores privilegios de los que dispusieran las sociedades, situando a la inteligencia en el frontispicio de las virtudes humanas. Dichos Think Tanks, formados por especialistas de cada cometido que les fuera asignado tomarían a su cargo la gestión de los asuntos que actualmente desempeñan: políticos, empresarios, legisladores, jueces, banqueros, etc,.. todos los cometidos que son asignados a las innumerables tareas que afectan a colectivos humanos, en los grados de las distintas administraciones: local, comarcal, nacional. Internacional,.Dichos Thing Tanks estarían unidos en red entre ellos por los medios que facilitan: conocimiento recíproco, ideas, transparencia, información, comunicación, decisiones, etc,.. que permitieran el conocimiento y la transparencia necesarios para la participación democrática en las deliberaciones y sucesivas decisiones en lo que afecta a las personas interesadas y concienciadas de las comunidades que serán administradas por procedimientos modernos, mandando al desván de los despojos, gran parte de las jurisdicciones vigentes

Por utópico que parezca el anterior enunciado, difícil de explicitar en términos reglamentarios, que quedan fuera de los conocimientos requeridos para ello, pero que no sería descabellado pensar en la sustitución de instrumentos jurisdiccionales y políticos periclitados, a los que están sujetas muchas comunidades humanas incapaces de adoptar los modernos ingenios que a nivel personal son rápidamente asimilados, pero que otros organismos como la administración de justicia, etc,... son opuestos en adoptar las novedades aportadas por la tecno-ciencia.

La fama, que posiblemente en justicia se ha ganado el funcionariado adscrito a los estados, por su indolencia en la resolución de las tareas que les son asignadas, debería ser tenida como la de mayor prestigio susceptible de alcanzar en las sociedades del futuro, donde los gestores de los asuntos de gobierno, después que les hayan sido transferidas la responsabilidades de la marcha de los asuntos de mayor enjundia en las sociedades genuinamente democráticas, en las que las jóvenes generaciones tomen a su cargo el gobierno de los pueblos en sustitución de los politicastros que todo lo fían a las próximas elecciones, adoptando en el interregno posiciones polarizadas, dedicadas al exclusivo fin de desacreditar al adversario político.

Confiemos en que las juventudes, pertrechadas con un instrumental inédito jamás utilizado en la administración de los aspectos cruciales de la conducción de los pueblos, ponga raciocinio
en el ordenamiento de participación democrática, mediante la participación de los afectados por la acción de gobierno en los asuntos públicos.